Entrada directa a la zona de día© Lupe Clemente Fotografia

Sin recibidor en casa: ejemplos de entradas directas

Eliminar el espacio de 'hall' como tal en una vivienda tiene ventajas y desventajas. En estos proyectos se entra directamente a la zona de día. ¿Te atrae la idea?


21 de octubre de 2024 - 10:28 CEST

Sacrificar el espacio del recibidor sirve para ampliar la zona de día. Por eso, en muchos proyectos, se elimina la entrada a la vivienda como tal para integrarla en el salón o en el comedor. En otras ocasiones se crean espacios muy reducidos de hall, de los que prácticamente pasan inadvertidos o se funde la solución de almacenaje con otro mueble que da servicio a la estancia principal. Conviene analizar si la distribución y fluidez mejoran al eliminar el recibidor. Aquí tienes algunos ejemplos y sus ventajas. 

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© Jordi Folch

¿Es el recibidor un espacio desaprovechado?

"Tradicionalmente, el recibidor ha sido considerado como la estancia de bienvenida y despedida del hogar, un espacio donde tanto los habitantes de la casa como los invitados dejan sus abrigos, zapatos, bolsos, llaves y paraguas antes de adentrarse en la vivienda. Sin embargo, en la actualidad, muchas viviendas reformadas omiten la presencia de un recibidor, percibiéndolo como un espacio desaprovechado o poco funcional. En cambio, esos metros cuadrados se destinan a otras estancias más concurridas, como la sala de estar, el comedor o la cocina", explica la interiorista Eva Mesa desde el estudio Tinda's Project. En la imagen, un proyecto de Brákara Studio en el que el desnivel de la puerta de acceso se compensa con una plataforma elevada en el suelo. Desde aquí, se accede a la zona de día directamente, sin recibidor.

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© Mercè Gost Parera

Sin recibidor pero con muebles de apoyo

Para la responsable del estudio Tinda's Project, optar por un no recibidor, "no significa renunciar a la estética. Se pueden incorporar en los primeros espacios de la vivienda elementos como muebles, percheros, espejos o cuadros que den la bienvenida al entrar en casa. Es decir, aunque se eliminen barreras "verticales" tales como paredes, el espacio de recibidor puede cumplir su función. En la imagen, un proyecto de este estudio donde el mueble de la entrada, que sirve de apoyo, tiene continuidad en el frente de mobiliario de la cocina. 

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© María Acha Interiorismo

Un espacio de entrada abierto pero delimitado

En otros casos, el recibidor no se delimita con tabiques que compartimentan pero sí aparecen otros elementos más ligeros como paneles móviles, un mueble abierto a doble cara o paneles de cristal. Estas opciones son más livianas y desdibujan los límites de los ambientes. El recibidor se mantiene pero se funde con otros espacios y se llena de luz. Hay más sensación de continuidad. Este es un proyecto de María Acha Interiorismo.

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© Amador Toril

Sin recibidor en casas pequeñas

En viviendas reducidas resulta muy práctico eliminar el recibidor para lograr espacios más amplios. Ten en cuenta que si no es posible crear una función de "llegada a casa" necesitarás compensar esos muebles que habitualmente te acompañan al llegar por otros, aunque queden algo más alejados de la puerta de acceso. Planifica qué mueble será el que haga las funciones. ¿Dónde dejarás las llaves? ¿Llevarás el abrigo directamente al armario del dormitorio? ¿Tienes uno en el pasillo para guardar los zapatos? Proyecto de Alberto Torres Interior Studio con estilismo de Beatriz Sánchez.

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© Pia Capdevila Interiorismo

Un ejemplo de pocos metros

Este es un ejemplo de vivienda pequeña en la que la interiorista Pia Capdevila apostó por los espacios abiertos para ganar sensación de amplitud. El recibidor cuenta con un mueble a medida junto a la puerta de acceso que cuenta con espacio para guardar y una hornacina de apoyo retroiluminada. Ese mueble hace de apoyo a las funciones de recepción al llegar a casa. Luego el ambiente se abre a la cocina, delimitada por un módulo en península al que se adosa la mesa de comedor. Proyecto de Pia Capdevila Interiorismo.

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© CARLA CAPDEVILA

Cuando los elementos constructivos ayudar a definir

Aprovechar columnas y otros elementos arquitectónicos en una planta abierta permite integrar el espacio de recibidor en el ambiente, aprovechar esos metros y, al mismo tiempo, disfrutar de una sensación de paso hacia el interior de la vivienda desde la puerta. Es una forma de definir zonas sin crear barreras físicas. Ni hay paredes pero sí cierta "separación visual". Es el caso de este proyecto, de Más by Arquesta, en el que el pilar y las diferentes molduras del techo, demarcan la entrada. También se pueden usar alfombras, baldosas de diferente color o textura en la entrada, bancos o aparadores…

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© Heidi Cavazos

Una solución para separar sin cerrar

El estudio Coblonal Interiorismo ha diseñado un espacio de recibidor integrado en la zona de día, pero aquí hay que destacar ese panel de madera y cristal, corredero, con guía en el techo, que permite integrar la entrada en la zona de salón o separarla. Con solo deslizar el panel se convierte en puerta -acristalada para no perder luminosidad- o en el frente de un armario. 

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© Erlantz Biderbost

Líneas curvas para que fluya la circulación desde la entrada

En este otro proyecto del arquitecto Borja Vidasola, una columna vuelve a organizar el espacio y crea una división espacial en una casa sin recibidor, donde se accede directamente al salón-comedor. Aquí, una de las paredes adquiere un diseño curvo para evitar las esquinas y que ese paso y circulación resulten más fluidos. L apuerta de entrada destaca del conjunto de frentes lisos en color neutro, con su acabado en madera. ¿Sabes que otra manera de ayudar a crear esos límites sin cerrar es a través de la iluminación del espacio de entrada? Usa focos y apliques para lograr un espacio bien iluminado y agradable, al mismo tiempo.

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© Yael Vallés

Integrar la puerta de entrada en la pared

Cuando la puerta de entrada queda muy expuesta en el espacio al prescindir de espacio de recibidor como tal, es frecuente integrar esa puerta en el espacio. Panelarla de manera que se funda con la pared o con algún frente de armarios y crear así una composición acogedora y armónica. De esta manera se crea una entrada ordenada a nivel visual y estética. Proyecto de la interiorista Laura Martínez.

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© Lupe Clemente Fotografia

Colores y texturas para organizar el espacio

Cuando no hay barreras entre el recibidor y la zona de día (salón, comedor o cocina) resulta interesante jugar con las texturas y los colores para dar entidad a cada ambiente. Se puede buscar la unidad o diferenciar espacios para destacar elementos concretos con materiales y tonalidades. Un frente de armarios, una pared con molduras, distintos suelos, paneles y espejos… Sin barreras físicas, darás protagonismo, delimitarás, resaltarás… Este proyecto es del estudio Emmme Interiorismo.