Gato junto a una hierba gatera© Adobe Stock

Plantas de exterior

Los cuidados de la hierba gatera, la planta favorita de los felinos

Descubre los secretos de la irresistible atracción de esta planta aromática para los gatos y sus múltiples beneficios en exteriores


7 de octubre de 2024 - 12:57 CEST

La hierba gatera (Nepeta cataria) es una planta perenne de la familia de las lamiáceas, la misma a la que pertenecen la menta y la albahaca, por eso también se la llama menta gatera. Originaria de Europa, es capaz de llamar la atención de los felinos y los humanos por igual. 

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Su particular capacidad para alterar el comportamiento de los gatos la ha convertido en una de las plantas más populares entre los dueños de estos felinos. Vamos a descubrir qué cuidados necesita.

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¿Por qué atrae tanto a los gatos?

Aproximadamente entre el 60% y el 70% de los gatos muestran una reacción destacable cuando entran en contacto con la planta o con sus aceites esenciales. La responsable de este comportamiento es una sustancia química llamada nepetalactona, que se encuentra principalmente en las hojas y el tallo de la planta.
Cuando un ‘peludito’ huele la hierba gatera, la nepetalactona interactúa con los receptores en su epitelio olfativo, a menudo generando estas acciones: frotarse o rodar sobre la planta; lamerla o morderla; saltar, correr o jugar de manera desenfrenada e, incluso, maullar o ronronear. Su reacción dura unos 15 minutos, para luego volver a su conducta habitual.

¿Es peligrosa? No te preocupes, pues la planta es segura para los gatos

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Estética de esta planta con flores

La hierba gatera puede crecer hasta una altura de entre 50 y 100 centímetros, con hojas ovaladas o en forma de corazón que tienen bordes dentados. Estas hojas son de un tono verde grisáceo y poseen una ligera textura vellosa. Por otro lado, las flores son pequeñas y crecen formando espigas, siendo generalmente púrpuras, azuladas o blancas.

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Todo son ventajas

Un dato interesante para cultivarla incluso sin ser dueño de un gato es que la nepetalactona también actúa como repelente de insectos. Así, la hierba gatera logra ahuyentar a los mosquitos, las moscas, las cucarachas y las termitas.

Por otro lado, su capacidad para producir flores ricas en néctar fomenta la biodiversidad animal, atrayendo tanto polinizadores (como mariposas y abejas) como depredadores de plagas (como mariquitas). La floración es prolongada y dura desde la primavera hasta el otoño.

 

 

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De fáciles cuidados

La hierba gatera es una planta relativamente fácil de cultivar. Requiere poca atención y crece bien en una variedad de condiciones, siempre que el suelo tenga un buen drenaje. Se siente más cómoda a pleno sol, aunque también puede tolerar condiciones de sombra parcial. Además, es resistente al frío, lo que permite su cultivo en climas templados. Por si todo esto fuera poco, también soporta el calor.

Al ser una planta aromática, la hierba gatera desprende un olor fresco y ligeramente mentolado. Aunque por lo general decora exteriores, también puede plantarse en interior, en macetas. En el segundo caso es habitual cosecharla y luego emplearla como ‘juguete’ para los gatos o para infusiones medicinales. Tiene un sabor suave y terroso, similar a la menta, y es popular en tés relajantes. Curiosamente mientras que en los gatos la hierba gatera tiene unos efectos eufóricos, a los humanos logra calmarnos.

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No es muy exigente con el riego

La hierba gatera es moderadamente resistente a la sequía, lo que significa que prefiere un riego regular, pero sin excesos. Es fundamental asegurarse de que el suelo tenga un buen drenaje, ya que un exceso de agua o que esta se acumule podría provocar la pudrición de las raíces. Durante los meses más cálidos, el riego puede ser más frecuente, pero siempre esperando a que la parte superior del suelo esté seca antes de volver a regar. En invierno, la planta necesitará menos agua, ya que estará en un período de crecimiento más lento o incluso de reposo.

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Tipo de suelo ideal

El sustrato que necesita la hierba gatera debe ser ligero, bien drenado y ligeramente alcalino, porque favorece su crecimiento y resistencia. Aunque puede prosperar en suelos pobres, se recomienda usar un sustrato de jardín de buena calidad o una mezcla de tierra para macetas enriquecida con compost para darle los nutrientes necesarios.

Para aportar nutrientes a la planta, abona en primavera con un compost bien descompuesto o estiércol de baja concentración. Ten en cuenta que estos abonos orgánicos ayudan a mejorar la estructura del suelo, especialmente si es arenoso.

En la imagen, un jardín doméstico con lavandas en el extremo izquierdo, y, frente a ellas, hierbas gatera. El camino es una verde pradera.

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Operación multiplicación

La siembra a partir de semillas es uno de los métodos más sencillos y eficaces para cultivar la hierba gatera. Hazla a inicios de la primavera.

Otro método eficaz para reproducir esta planta aromática es por división de plantas maduras, que debe realizarse en primavera u otoño (cuando la hierba gatera no está en pleno crecimiento o floración), para evitar estresarla demasiado.

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Prevenir plagas

Enemigos habituales de la hierba gatera son los pulgones, los ácaros, las moscas blancas y las orugas. Estas plagas pueden debilitar la planta, dañando sus hojas y tallos, y en casos graves, comprometer bastante su salud.

Para prevenir la llegada de estos insectos, lo mejor es mantener la planta en un área bien ventilada y con suficiente exposición al sol, ya que las plagas suelen prosperar en condiciones de humedad excesiva y falta de circulación de aire.

Aparte, inspecciona de forma regular sus hojas, especialmente el envés, para detectar temprano cualquier signo de infestación. Al primer indicio de plagas, puedes rociar la planta con agua jabonosa (usando un jabón suave y diluido) o aplicar aceite de neem, un insecticida ecológico y natural muy eficaz.

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Otros problemas de salud comunes en la hierba gatera

La hierba gatera también puede ser sensible a las enfermedades fúngicas, como el mildiu y el oídio, que se manifiestan como manchas blancas o grises en las hojas. Estas enfermedades suelen aparecer en condiciones de alta humedad y falta de ventilación. Recuerda que resulta recomendable asegurarse que la tierra ofrece un buen drenaje. 

Por lo demás, como hemos estado viendo, con los cuidados adecuados, puedes disfrutar de una planta robusta y vigorosa, tanto cultivada en el jardín como en contenedores (en el segundo caso toma la precaución de regar con más frecuencia, porque la tierra se seca más rápido).