Estas son las claves para convertir tu primera vivienda en un hogar. ¡Descúbrelas!

A la búsqueda de tu propio estilo

Este es el objetivo cuando uno se propone decorar su primera casa. Para la segunda y posteriores (en caso de que las haya) ya tendrás un bagaje decorativo que te acompañará (o no) durante la vida. O sabrás con más exactitud qué te gusta y qué no. Pero cuando se trata de decorar tu primera residencia, todo está por descubrir. Ahora encontrar tu propio estilo es la tarea más importante... y también la más difícil. Cuentas con la inspiración que te proporcionan las revistas y las webs de decoración, y todos los contenidos en redes, desde Instagram a Tik Tok, pero... ¿son suficientes esos estímulos para determinar lo que de verdad te gusta, te emociona, te hace sentir en casa?

Lo primero que debes saber es que configurar tu propio estilo y reflejarlo en la decoración de tu casa no es cuestión de unos pocos días. Se necesita tiempo y, mientras eso sucede, lo mejor es tratar de centrarte en buscar inspiración en los espacios que te rodean, en publicaciones y, obvio, en las redes sociales. Pero después de haber consumido esas imágenes y tendencias, pásalas por tu propio filtro. ¿Te identificas con ellas?  

Define tus gustos

Esto que puede parecer sencillo, en realidad no lo es tanto. A menudo nos sentimos abrumados por toda la información que nos llega. Nos bombardean con tendencias, diseños, novedades... y no siempre tenemos tiempo para valorarlo todo y decidir qué cosas van con nosotros y cuáles no. 

Una buena idea para ir definiendo nuestros gustos en decoración consiste en recurrir a lo que sabemos que nos gusta en otros ámbitos como la moda o el arte. Piensa en tu forma de vestir, en cómo encajas las tendencias (si te gusta mezclar estampados, si eres sobrio a la hora de elegir los colores para tus prendas, etc.). O piensa en las corrientes artísticas que te emocionan y en cómo podrías introducirlas en la decoración de tu casa, en tus claves para decidir qué colores son tus favoritos. Estas ideas pueden darte pistas sobre qué estilos decorativos sonb los que han de predominar en tu hogar.

Crea tus propios tableros de inspiración

Es una forma genial de tomar plena consciencia de lo que nos gusta y nos inspira. Pueden ser tableros físicos o moodboards digitales, según lo que prefieras o te resulte más sencillo y gratificante. La idea es ir recopilando imágenes, fotos de tendencias que te gustan, diseños de muebles, cuadros que te gustan, textiles que te llaman la atención... Todo aquello que te inspira. Cuando ya hayas reunido suficiente información visual, clasifica tus hallazgos y busca las constantes. Es decir, trata de ver qué elementos están presentes en casi todas las fotos, en todas las tendencias que has elegido. Así irás definiendo por dónde puede ir tu estilo.

Apuesta por una base de colores neutros

Más allá del debate sobre si los colores neutros son la panacea o el aburrimiento máximo, considera que son un buen punto de partida para configurar la paleta de colores que tendrá tu hogar. La clave de tu casa ha de ser que respire bienestar. Que te sientas a gusto en ella y, en este punto, los colores son esenciales. Los tonos neutros te ayudarán a conseguir espacios serenos y confortables sobre los que podrás ir añadiendo elementos y tonalidades que configuren tu propio estilo. Apuesta por el blanco, el beige, el gris claro, los tonos marrones... Y sobre ellos ve creando tu propia paleta cromática, con colores más brillantes e intensos.

Una nueva vida para tus muebles

Una buena idea para ir configurando nuestros propios espacios es combinar muebles y piezas nuevas con otras que ya tenemos en casa. No hay por qué cambiarlo todo y deshacernos de las piezas y muebles que nos han acompañado durante nuestra vida. Puedes cambiar la apariencia de esos muebles antiguos, ya sean heredados o no, para que se adapten al nuevo hogar que estamos creando. La pintura es el mejor recurso para conseguir este cambio total de aspecto o, al menos, uno de los mejores. Solo tienes que elegir entre un gran número de técnicas decorativas con pintura que actualizarán hasta el mueble más anticuado: pátinas, la técnica de las reservas, degradados, etc. Además, la mayoría de estos trabajos son asequibles y podrás llevarlos a cabo tú mismo.

Confía en la mezcla de texturas 

Una buena combinación de texturas diferentes aporta dinamismo a cualquier estancia. Una de las formas de conseguirlo es combinar diferentes materiales en las superficies, en el mobiliario, etc. introduce elementos de madera, de piedra, de fibras vegetales. También puedes recurrir a los textiles, mezclando tejidos distintos en las tapicerías, en los cojines, las alfombras, etc. una alfombra en el salón aporta un punto acogedor que te gustará, tanto si la eliges de lana como si es de ratán. 

También en el dormitorio funciona la mezcla de texturas, en especial si practicas el layering. Es decir, si superpones distintas capas de ropa de cama: sabanas, mantas, colchas, plaids, cojines, etc. Un plaid a los pies de la cama es un detalle de estilo que añade, además, textura. Así la calidez y la comodidad estás aseguradas.  

Valora el poder de la iluminación

La luz artificial es un factor clave a la hora de crear espacios acogedores que se conviertan en parte de tu hogar. Además de las técnicas esenciales para planificar la iluminación correcta en un espacio, como diferenciar la luz general, la ambiental y la focalizada, hay otras claves a tener en cuenta. 

• Instalar diferentes puntos de luz, en lugar de uno solo, es una de ellas. Repártelos estratégicamente en el espacio y lograrás el efecto decorativo que buscas. 
• También es importante utilizar luces cálidas, con la temperatura de color adecuada para crear ambientes acogedores. 
• Ilumina los cuadros, los muebles u otros objetos destacados. Es una forma de poner el foco en la decoración del espacio.
  

Prueba con los accesorios y complementos

Como seguro que ya tienes claro, transformar tu casa en un hogar es un proceso paulatino y progresivo, que no se consigue en un día. Merece la pena experimentar con las técnicas decorativas, con los colores y los accesorios y complementos. Puedes ir añadiendo objetos sencillos que te permiten mezclar estilos. Apuesta por piezas de calidad en tonos neutros fáciles de combinar con otros objetos de tendencia, como cojines, una alfombra en el recibidor, láminas enmarcadas en las paredes, una lámpara, etc. De esta forma irás configurando los interiores de tu casa a tu gusto.

Escoge algún elemento de tamaño XXL

Un complemento decorativo, como un cuadro o un adorno, de gran tamaño es un elemento valioso en la decoración de cualquier salón. Para empezar, cumple la función de rellenar los rincones vacíos que muchas veces parecen desangelados y fríos. Si eliges bien el estilo y el material, una pieza grande (o varias) pueden hacer que el espacio parezca más cohesionado. Que todos los espacios del salón respiren el mismo estilo. 

Cuando optamos por piezas pequeñas, como adornos y este tipo de objetos, puede suceder que 'se pierdan' en el espacio y no lleguen a tener la potencia decorativa suficiente. Se convierten entonces en un factor que emborrona el conjunto, en lugar de hacerlo más brillante y especial.
 

Que el espacio refleje tu personalidad

Ahora ya conoces cómo se desarrolla, más o menos, el proceso por el cual nuestro hogar va tomando forma. Cómo vamos configurando un estilo decorativo propio e imprimiéndolo en nuestras estancias. Para lograrlo es importante elegir elementos, muebles y accesorios que nos aporten la felicidad que queremos sentir en nuestra casa. Que nos gusten o nos emocionen. Si seguimos estas pautas, nuestra casa reflejará nuestro carácter, y nosotros encontraremos en ella el refugio y el hogar que siempre hemos buscado.