Con la llegada del otoño, los días se acortan y las temperaturas empiezan a bajar, lo que invita a transformar el dormitorio en un refugio cálido y confortable, con textiles suaves y calentitos en los que acurrucarse y remolonear entre las sábanas, sin prisas (al menos, los fines de semana). Pero además de acertar con la ropa de cama (aprovecha para renovar fundas y sábanas), es importante prestar atención a esos detalles que harán de tu dormitorio un lugar de lo más apetecible. ¿Cómo? La clave está en la decoración de la cama y aquí te traemos 10 ideas decorativas y prácticas que te inspirarán a la hora de vestir la tuya durante esta temporada de manera acogedora y elegante.
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Capas, el secreto del confort
El truco principal para vestir la cama en otoño es añadir varias capas de textiles. No solo es funcional, porque te permitirá ajustarte a las variaciones de temperatura, sino que también le da profundidad visual a tu cama. Comienza con unas sábanas de algodón o lino, sigue con un edredón o funda nórdica y, para esas noches más frías, añade una mantita ligera a los pies de la cama tal y como se ha hecho en este dormitorio, con textiles de la firma Laura Ashley.
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Texturas que abrigan
Rodéate de texturas que transmitan calidez. Tejidos como el terciopelo, la lana o el punto son perfectos para esta estación y puedes introducirlos a través de mantas (esta, es el modelo Goa by Night, de Filocolore), cojines o incluso en el cabecero si tienes uno tapizado. Importante: si juegas con diferentes texturas ganarás riqueza visual y tu cama se vea aún más acogedora.
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Una gama cromática muy otoñal
Los colores también juegan un papel fundamental a la hora de crear un ambiente otoñal. Opta por tonos que evocan la estación, como los marrones, ocres, terracotas, verdes o tonos mostaza. Son colores que, además de sumar una dosis extra de calidez a la decoración de tu dormitorio, contribuirán a crear una atmósfera serena que favorezca el descanso. Funcionan con todos los estilos y también entre sí. En este caso, se trata de la ropa de cama Apricity, de la firma French Bedroom, de algodón.
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Unas sábanas más cálidas
A medida que las noches se vuelven más frías, elegir sábanas adecuadas para el otoño es esencial para mejorar la calidad del sueño.Así que ya sabes: sustituye los textiles de algodón ligero por opciones más acogedoras, como franela o percal. Estos tejidos ofrecen un mayor confort térmico, pues ayudan a retener el calor sin perder transpirabilidad, lo que permite descansar sin sentirte sofocado o con frío durante la noche. Además, proporcionan una suavidad extra y crean una sensación envolvente que invita a quedarse un rato más en la cama por las mañanas.
También es importante prestar atención a los colores y estampados de las sábanas. Opta por tonos cálidos y relajantes, como beiges, grises suaves o incluso algunos estampados sutiles inspirados en la naturaleza. Este juego de cama, de la firma DFS, va de maravilla con el resto de la decoración del dormitorio.
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El poder de una mantita
Una manta es siempre un añadido bienvenido en otoño. Firmas como Textura tienen una gran variedad de modelos de lana, chenilla, de borreguito, aterciopeladas… Puedes optar por colocar una manta de tamaño grande cubriendo toda la cama, o una más pequeña a los pies para darle un estilo más informal pero igualmente acogedor.
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Almohadas adicionales para mayor confort
Una buena idea es aumentar la cantidad de almohadas en la cama. No solo por estética, sino también por comodidad. Ya sean de plumas o más firmes, te vendrán muy bien para leer o ver tu serie favorita en la cama. Además, basta con ver esta imagen de El Corte Ingléspara darse cuenta de que aportan esa sensación de lujo y confort de los mejores hoteles, ideal para el clima más fresco.
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Completa el 'look' con unos cojines
Son un elemento clave. Decora la cama con tres o cinco cojines –los números impares funcionan mejor– y procura que no sean todos iguales. Lo suyo es combinar tamaños y texturas y mantener una gama de colores coordinada con el resto de los textiles, como vemos en este dormitorio, con ropa de cama de HomeSense.
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¿Edredón o nórdico?
A la hora de vestir la cama en otoño, tendrás que elegir entre edredón o nórdico, según tus necesidades. El primero es una pieza de textil con un relleno de plumas o de algún tipo de fibra sintética, que lleva unos pespuntes, en cuadrícula o con diferentes estampados, para que éste no se disperse y mantenga la compostura. Encontrarás cientos de diseños distintos, algunos incluso indican su gramaje, igual que los rellenos nórdicos. Estos últimos pueden ser de fibras sintéticas –más económicos– o naturales, de plumón, de pluma o de ambos materiales. El plumón tiene un gran poder aislante y apenas pesa y los de pluma se recomiendan en climas menos fríos, ya que no son tan aislantes. Cualquiera de ellos requiere una funda. Esta es de Tom Tailor.
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Plaids para los pies de la cama
Doblado sobre los pies de la cama para un look ordenado o completamente extendido para una apariencia más acogedora y envolvente. Este accesorio, además de poner un toque elegante en el resultado final, proporciona calor adicional cuando se necesita y añade color y textura a la cama. Una idea muy resultona es escoger el plaidde un color que contraste con otros elementos como los cojines o el edredón que, en este caso, son de Furniture Village.
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Detalles que marcan la diferencia
Incorporar elementos como delicados bordados o encajes elevará instantáneamente el estilo de tu dormitorio. Busca fundas de almohada o edredones que presenten patrones florales, vegetales o geométricos sutiles que añadan textura y un punto de sofisticación, ser demasiado ostentosos, como los cojines Folklore de Andrew Martin (en Pepe Peñalver), con bordados sobre lino.