,type=downsize)
Sabemos que no es fácil enfrentarse a una pared vacía. Ya no solo por acertar con el qué poner, sino también con el cómo. Obras de arte que se escapan de nuestro presupuesto, láminas impersonales, tapices de macramé que no van nada con nuestro estilo… Un sinfín de opciones que, "por h o por b," no siempre encajan con la decoración que buscamos para nuestras paredes. Pero los espejos, ¡ah, los espejos! Son una apuesta segura y, además, un complemento de moda que cada vez tiene más éxito. No solo amplían visualmente el espacio y mejoran la iluminación al reflejar la luz natural, sino que también se han convertido en una pieza clave de diseño, un “must have”. A continuación, te compartimos 10 ideas para decorar con espejos, ya sea en el salón, el dormitorio o el recibidor, y hacer de cualquier pared un punto focal lleno de estilo y funcionalidad.
© Felipe ScheffelEspejos con un punto étnico
La decoración con espejos en este salón, un proyecto de Strada Interiors, es un ejemplo perfecto de cómo usar piezas de ratán para añadir un toque natural y artesanal a la estancia. Una combinación de espejos que no solo cumple una función decorativa, sino que también introduce un elemento orgánico que dialoga con los otros materiales naturales presentes en el ambiente, como la madera y las fibras vegetales.
© La Redoute InteriéursUna composición de tres espejos sobre un mueble
Juega con diferentes tamaños y ubícalos de manera asimétrica para lograr un efecto dinámico y natural. La clave está en que los espejos no sean perfectamente circulares, sino que presenten bordes suaves e irregulares (como estos, de La Redoute Interiéurs), como si fueran piedras pulidas por el agua. Esta disposición queda de maravilla sobre un mueble bajo como una consola o una cómoda. Acompáñalos con algunos objetos decorativos sencillos, como jarrones de cerámica, libros apilados o una lámpara minimalista, que complementen el conjunto sin restarle protagonismo. Como ves, los espejos orgánicos aportan un aire relajado y artístico, además de reflejar la luz y dar amplitud al espacio.
© Hübsch InteriorUn clásico: la pared del recibidor
Un espejo sobre la consola o el aparador del recibidor es una combinación ideal para crear un espacio práctico y acogedor. Para lograr armonía, lo ideal es que el marco del espejo y el mueble compartan el mismo tono o material, tal y como vemos en este caso, con las piezas de la firma Hüsbch. También es importante que espejo sea proporcional a las dimensiones del mueble (un diámetro de unos 70-90 cm es ideal si el aparador tiene entre 1 y 1,5 metros de largo) y que, una vez colgado, su parte inferior esté a unos 15-20 cm por encima del mueble, para que haya un equilibrio visual y sea funcional a la hora de revisar tu aspecto antes de salir de casa.
© HannunRedondo y con marco de madera en el comedor
Una idea estupenda porque añade calidez y carácter a un espacio donde buscamos confort y armonía. Su presencia equilibrará la decoración del comedor, reflejando tanto luz natural como artificial, lo que contribuye a un espacio más acogedor y elegante. Además, un marco de madera aporta un toque natural que va muy bien con el mobiliario. Opta por un espejo de tamaño generoso, de al menos 80 cm de diámetro, para que se convierta en un punto focal sin resultar abrumador. Este es el modelo Bona de Hannun. Está disponible en 6 acabados diferentes y en 5 medidas que van desde 40 cm hasta 120 cm de diámetro.
© Paloma PachecoUn gran espejo ovalado
En este dormitorio, el interiorista Alberto Aranda escogió un espejo de forma ovalada que aporta un toque sofisticado y delicado a la decoración. Para lograr un efecto estético más impactante, puedes optar por un espejo de marco metálico delgado, que contraste con la paleta de colores suaves y naturales de la habitación. Otra idea es colocar varios espejos con formas orgánicas o geométricas en una disposición artística en la pared para crear un punto focal visual interesante.
© Jonathan AdlerUna composicicón simétrica con cuatro espejos convexos
Inspírate en esta propuesta de Jonathan Adler si quieres conseguir un efecto realmente sorprendente y sofisticado. Al tratarse de espejos convexos, reflejan la luz y el entorno de manera única, generando un efecto casi escultórico. Colócalos en forma de cuadrado o rectángulo, alternando los colores de los marcos: un espejo dorado arriba a la izquierda, uno plateado a su lado, y repite abajo con el dorado y el plateado en el orden opuesto. Esta simetría genera un equilibrio visual elegante, mientras que la mezcla de dorado y plateado aporta un toque contemporáneo y lujoso. Asegúrate de que los marcos compartan un estilo similar, quizás con detalles clásicos o minimalistas, para que se complementen sin competir. Esta disposición es ideal para una pared de acento en el salón, el comedor o un pasillo amplio, donde los espejos puedan reflejar tanto luz como la decoración circundante, añadiendo un toque de glamour al espacio.
© Óscar MataPared de la chimenea ¡resuelta!
En este caso, el equipo de Borros Interiorisme colocó un espejo rectangular con un marco dorado en la repisa de la chimenea qque agrega un toque clásico y elegante, armonizando perfectamente con el ambiente sobrio y refinado. Se nos ocurren otras fórmulas igual de resultonas. Por ejemplo, combinar dos o tres espejos redondos u ovalados con marcos dorados o negros que creen un contraste dinámico pero cohesivo o colocar, alrededor de un espejo principal, otros más pequeños, lo que añadiría dimensión y textura a la pared.
© Mikkel VolckerFormato XL apoyado en el suelo
Con algo más de 2 metros de altura, el espejo Spirit de la firma Nordal se convertirá en protagonista absoluto de la decoración sin necesidad de colgarlo en la pared (aunque también se puede). Al estar apoyado directamente en el suelo, aporta una sensación de relajada sofisticación y modernidad. Colócalo ligeramente inclinado hacia atrás, asegurándote de que esté bien equilibrado. Lo suyo es que el marco vaya con la decoración del resto de la estancia, más aún si tiene tanta presencia como el de este modelo, con cuarterones de madera.
© Gloria SolansEn el pasillo
En este proyecto de la interiorista Laura Martínez, el espejo de cuerpo entero con marco de madera clara se convierte en el elemento clave para transformar un pasillo, que suelen ser estrechos y poco luminosos, en un espacio más acogedor y equilibrado. Combínalo con plantas naturales y materiales orgánicos, como una alfombra de fibra, para mantener el espacio fresco y armonioso, sin sobrecargar el diseño.
© Paloma PachecoEn el frente de la cama
En este dormitorio, un proyecto de Sara Torrijos, el mix papeles pintados –uno liso y otro de flores– y, en el centro, un espejo convexo de anticuario, contribuye a crear una atmósfera única que combina elegancia clásica con un toque contemporáneo. El papel actúa como un telón de fondo que añade textura, color y patrones sutiles, mientras que el espejo refleja distorsionando suavemente el entorno para generar una sensación de profundidad y movimiento. Este tipo de espejo, con marco dorado, aporta un aire nostálgico y sofisticado al espacio. Al colocarlo sobre el cabecero, se convierte en un punto focal que rompe la linealidad de la pared y atrae las miradas, además de introducir un toque de personalidad y encanto retro al ambiente.
