mariposa posada sobre una flor de budleia© AdobeStock

Plantas de exterior

Budleia, el arbusto que tienes que plantar en el jardín para llenarlo de flores

Bello y resistente, también se le conoce con el nombre de 'arbusto de las mariposas' porque su floración espectacular las atrae como un imán. Descubre cómo cultivar la budleia para que crezca feliz.


26 de septiembre de 2024 - 15:58 CEST

Hay muchas razones poderosas para decidir cultivar plantas de budleia (Buddleia davidii) en el jardín. La primera es su indiscutible belleza que alcanza su máximo nivel durante la época de floración. Además, sus flores resultan sumamente atractivas para las mariposas, por lo que se fomenta la biodiversidad del jardín, ya que las mariposas son insectos polinizadores. Por último, la resistencia y la facilidad de cultivo de la budleia terminarán de convencerte. Hazte con algunos ejemplares de este arbusto y plántalos en el jardín. Será todo un acierto. 

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Un arbusto resistente

La budleia o arbusto de las mariposas es una planta que no te planteará muchos problemas ni quebraderos de cabeza a la hora de cultivarla en tu jardín. Es fuerte y resistente, por lo que cuidarla será fácil y gratificante. Se trata de una especie que se parece bastante al lilo o lila (Syringa vulgaris), en especial en la forma y el color de las flores, similares en ambos casos. 

Se trata de una planta que crece rápido y sin dificultad, por lo que puede llegar a medir hasta 5 metros de altura. La budleia es originaria de Asia y debe su nombre a su capacidad de atraer a los insectos polinizadores, en especial a las mariposas. Buscarle un hueco en el jardín será un acierto seguro, dada la belleza silvestre de sus flores.

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Explosión de color

Si hay una característica que nos encanta de la budleia es, sin duda, la espectacularidad de su floración. Durante el verano la planta se llena de colores lilas y malvas, aunque las flores del arbusto de las mariposas también pueden ser blancas y rosas. Tienen forma de racimo o de espiga y están formadas por flores más pequeñas. Además, destilan un aroma especial y agradable. Por todo ello, la floración de la budleia se  convierte en todo un acontecimiento en el jardín. 

Por otro lado, gracias a la budleia el entorno se llena de mariposas que revolotean a su alrededor, además de otros insectos polinizadores. ¿El resultado? La biodiversidad del jardín mejora y las plantas se propagan con mayor variedad y facilidad de una forma natural.

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Sol y luminosidad

Esta puede ser la mayor exigencia de la budleia a la hora de buscarle un hueco adecuado en el jardín. Se trata de una planta con flor que necesita estar a pleno sol, ya que de lo contrario no crecerá con el mismo brío ni florecerá de una forma tan abundante. Colócala en una zona luminosa y verás lo fácil que te resulta que crezca bien y florezca aún mejor. Al menos, si no le da el sol directo durante mucho tiempo, debes procurar que tenga suficiente luz natural. 

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¿Frío o calor?

¿Qué prefiere el arbusto de las mariposas? Pues bien, ni lo uno ni lo otro si se trata de temperaturas extremas. A la budleia le gustan las temperaturas medias y los climas cálidos. Ni el frío intenso ni mucho calor. Uno de los climas en los que esta planta se siente mejor es en las zonas de clima mediterráneo, aunque también crece perfectamente en otro tipo de climas más rigurosos, debido a su resistencia y a su rusticidad. Si vives en zonas de interior, más frías en invierno, también puedes cultivar budleia en tu jardín.

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La pauta de riego

Para acertar a la hora de regar esta curiosa planta, la pauta que establezcas ha de ser regular. Durante el periodo de crecimiento y floración, que coincide con los meses más calurosos del año, debes regarla de forma abundante, mejor si lo haces en dñías alternos. El resto del año puedes espaciar más los aportes de agua. 

Un consejo: a pesar de que le gusta disponer de suficiente agua en el sustrato, a la budleia le van fatal los encharcamientos, por lo que debes tener cuidado con no pasarte al regarla.

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Cuida el abonado

A todas las plantas les viene de maravilla una dosis de energía en forma de abono, y la budleia no iba a ser menos. Sin embargo, se trata de un arbusto un tanto especial a la hora de elegir el momento de la fertilización. Si lo más habitual es abonar las plantas en primavera, durante la época en la que más se desarrollan, a la budleia le gusta que la abonen a finales del verano y a principios del otoño, antes de que se prodiuzca el descanso vegetativo invernal. Cuando llegue ese momento añade al sustrato materia orgánica, como humus de lombriz, para enriquecer la tierra y llenarla de nutrientes. También puedes usar un fertilizante específico. 

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La poda, una tarea clave

Entre los diferentes cuidados que necesita el arbusto de las mariposas, la poda es uno de los más importantes para mantenerla en perfecto estado. Lo mejor es recortar sus ramas a principios de la primavera, antes de que comience el período de crecimiento. De esta forma conseguimos eliminar las ramas dañadas. Esta poda es de limpieza y de formación, puesto que también nos sirve para controlar el crecimiento de la planta y mejorar su forma. 

Si lo crees necesario puedes podar ligeramente la budleia en otoño, después de la floración, para eliminar las flores marchitas y estimular la producción de nuevos ejemplares durante la próxima primavera.

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Cómo multiplicar la budleia

Después de conocer un poco mejor esta planta maravillosa, seguro que te apetece plantar más ejemplares en el jardín. Para eso solo tienes que multiplicarla, para lo que existen diferentes métodos efectivos. El más habitual es el de la propagación por esquejes, que consiste en cortar en diagonal tallos de unos 15 o 20 cm de longitud (sin flores), eliminar las hojas que tengan en los dos tercios inferiores, untarlos en hormona de enraizamiento y plantarlos en una maceta con sustrato y materia orgánica. 

A continuación tendrás que regar muy bien la maceta y colocarla en un lugar luminoso, pero sin sol directo. Hazlo entre junio y la primera quincena de agosto. Aunque te parezca que hace calor, deberás proteger tus esquejes con un invernadero improvisado. Clava dos palitos en la maceta a ambos lados del esqueje y cubre con un plástico transparente que deje pasar la luz. Es importante levantar la cubierta y ventilar cada dos o tres días para evitar que aparezca moho. También tendrás que regar los esquejes regularmente y trasplantarlos al suelo del jardín en otoño, cuando hayan crecido.

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Propagación por semillas

Aunque requiere de más tiempo y paciencia, también puedes multiplicar la budleia sembrando sus semillas en una maceta o directamente en el suelo del jardín. Si te decides por esta opción, deja algunas flores marchitas en la planta, sin cortarlas, hasta que se formen las semillas. Después recoléctalas y guárdalas en un lugar fresco y seco durante el invierno, hasta que llegue el momento de plantarlas. Eso será en marzo o en abril. Si las plantas en maceta, con el sustrato adecuado, tendrás que traplantarlas al suelo del jardín cuando las plantitas tengan el tamaño suficiente.

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Plagas y enfermedades

El arbusto de las mariposas es fuerte y resistente, pero será más sensible al ataque de las plagas. Por eso debes permanecer atento para actuar a la primesa señal que detectes de la aparición de algún insecto dañino. A la budleia le afectan especialmente el pulgón y la araña roja. En cuanto veas signos de su presencia debes aplicar un insecticida acaricida para combatirlos sin miramientos.

A la planta también pueden afectarle los hongos que provocan ciertas enfermedades fúngicas como el mildiú y la roya. Controla el exceso de riego para no provocar encharcamientos que favorezcan la aparición de estos males. Las plantas deben estar espaciadas en el terreno, para mantener una buena aireación a su alrededor.