Hay quien prefiere la neutralidad para decorar el dormitorio porque a través de ella siente que crea una atmósfera más relajante y sosegada, propicia para el descanso. Y hay quien no puede vivir sin color en mayor o menos dosis y necesita rodearse de él en todas las estancias. Porque la paleta es amplia y se pueden escoger tonos apropiados para el dormitorio. Vamos a ver ejemplos de dormitorios decorados con color o en tonos neutros para que identifiques en cuál te quedarías a dormir.
El papel pintado siempre ayuda a introducir color
Es una manera sencilla de darle textura, estampado y color al dormitorio. Puedes reservar precisamente la nota más colorida para este elemento: el papel pintado. Úsalo en la pared principal o en el frente que queda al pie de la cama. Puedes jugar con ropa de cama en tonalidades neutras para equilibrar, porque el equilibrio es precisamente una de las características que hace que los espacios se sienten compensados. Todo, de El Corte Inglés.
Color pero "camuflado"
Este dormitorio, proyectado por la interiorista Raquel González -con estilismo de Cristina Rodríguez Goitia- tiene color pero con truco. Se trata de un espacio con colores neutros intensos. Gris y tierra en el cabecero y ropa de cama. Se suman negro y blanco que son bastante neutrales. Y sí que aparece el color llamativo en pinceladas muy concretas como son los cojines. Este tipo de composición no cansa y es una manera de animar un dormitorio sobrio en el que no se busca que destaque el color especialmente.
La opción neutra, siempre perfecta
Este es un ejemplo de dormitorio decorado en tonalidades neutras. Nada destaca. Todo se escoge en la misma gama cromática. Con algunos matices en intensidades y jugando con las texturas. La madera, las lacas, los tapizados en crema, beis, tierra, topo dan forma al espacio en todos los elementos y mobiliario. Es una propuesta de ARRCC y OKHA.
Base en blanco neutro con chipas de color
Estudio Arquesta firma el diseño de este dormitorio en el que el blanco predomina, llenando de paz y luminosidad el dormitorio, y sin embargo se rompe su neutralidad con algunas pinceladas en color. La alfombra es la que marca la elección de colores, que se proyectan en el plaid y cojines de la cama. El cabecero, en un color verdoso, rompe con la unidad entre cama y pared.
Mucho beis con movimiento
La interiorista Pia Capdevila -con estilismo de Mar Gausachs- rompe los neutros sin estridencias en este dormitorio. Mucho beis que crea la base perfecta. La profundidad en la pared principal del cabecero se logra con papel y la tapicería del cabecero, que destacan ligeramente. La madera de las mesitas de noche también suman y en la cama, el camel suave de los cojines aporta movimiento. Es una opción muy adecuada para los que no quieren algo plano pero sí neutro.
Todo al azul marino
La gama de los colores azules y verdes son muy apropiados para llevar al dormitorio porque resultan relajantes y vinculados con la naturaleza. Sus efectos cambian en función de la intensidad elegida. Este ejemplo de dormitorio con color se centra en el uso del azul marino en el cabecero (de gran tamaño) y ropa de cama. Aparece un discreto rojo en los cojines y cuadros. Pero el resto es una "caja" en blanco, en paredes, suelo y techo. Escoger un único color predominante es una forma equilibrada y segura de llevar el color a la decoración. Propuesta de diseño del estudio Molins Desgin.
Piezas especiales para una atmósfera neutra
¿Cómo diferenciar o hacer particular un dormitorio decorado en colores neutros? Con piezas especiales. Que rompan las reglas, que se salgan de lo común. Por ejemplo, con un llamativo cabecero, una cama con dosel, una estructura de cama escultórica. También con mesitas de noche que se salen de lo convencional. Una butaca o banqueta tapizada en un tejido muy rico y especial. Esta es una propuesta de Terraza Balear (del Grupo Gunni & Trentino) donde predomina el estilo limpio y depurado, los colores suaves y el resultado es actual y confortable.
El color para delimitar ambientes en un dormitorio espacioso
Las arquitectas del estudio Galán Sobrini llevaron el color a este dormitorio con una combinación personal y potente visualmente. La zona de descanso acapara las miradas con más colores vibrantes, mientras que el resto del espacio se tiñe de blanco aunque con sensación de color, a través de las líneas, el cojín de la butaca y el cuadro de la pared. Así se diferencian los ambientes. Es un recurso interesante en dormitorios amplios para delimitar zonas.
Tonalidades pastel y medias
Son intensidades que van muy bien para decorar el dormitorio puesto que ayudan a llevar el color sin saturar y sin tener que optar por colores intensos o vibrantes. Son relajados y esto encaja con la idea de crear un dormitorio tranquilo. Recurre solo a colores soft o lavados, combinados con neutros para lograr un ambiente como este, donde destaca el uso de los tejidos. Las alfombras son de la firma Lorena Canals.
Nuestra propuesta sencilla para incorporar el color con éxito al dormitorio
Es ideal para los que quieren hacerlo con seguridad y elegancia. Primero, escoge un papel o mural. Como llena bastante la presencia de este elemento, tendrás que elegir si quieres un fondo neutro con pinceladas de color encima o te atreves con algo más marcado, un mural con elementos de mayor tamaño, más presencia de color, etc. No importa si hay varios colores en el papel o solo uno. Ese es el punto de partida. Tampoco importa si lo colocarás en la pared del cabecero o al pie de la cama. Ahora, elige uno de los colores del papel o mural y llévalo a la ropa de cama en lisos porque el protagonismo del estampado se reserva para el papel. Colcha, plaid y cojines. Juega con una única tonalidad o un par. Esta propuesta es del estudio The Room Estudio.