Los niños están en continuo cambio. Y es que, de mes en mes, crecen y cambian sus preferencias. Pero eso no significa que cambiemos su dormitorio con la misma frecuencia. El inicio del curso escolar es un buen momento para transformar su habitación, aunque sea un poco, y crear un entorno en el que, dependiendo de su edad, prime el juego, el estudio o la intimidad. Hemos recopilado varias ideas para que transformes el dormitorio infantil y lo conviertas en su refugio.
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Si tus hijos no son muy mayores, probablemente aún tengan esa inocencia tan tierna. Una manera de fomentar su imaginación es mediante la decoración de su dormitorio. Y esta idea cumple con todas las expectativas. Pinta el techo de azul y añade pladur con forma de nubes que parezca que salen de la superficie. Cada vez que se vayan a dormir o se tumben en la cama, viajarán a las nubes y a lugares inimaginables. Esta es una idea de Strada Interiors.
Un recurso genial para decorar la habitación de los niños y que podrás ir cambiando según crezca sin hacer una gran inversión es el papel pintado. Hay tantos modelos como pasiones puede tener tu peque. Dinosaurios, tractores, hadas o animalitos. ¡Las opciones son muchísimas! Y, aunque es mejor instalar el papel pintado en paredes lisas como el pladur, hay otras opciones muy decorativas que crean el mismo efecto. Se trata de pequeños vinilos que se pegan en la pared y que quedan bien, incluso si es de gotelé. Ideal, ¿verdad?
Ha llegado ese momento tan importante en el desarrollo de un niño en el que empieza a dormir en una cama alta como los mayores. Es un paso primordial para ellos que los padres vivimos como una despedida a la infancia más pura y ellos como el primer paso en su (ya imparable) crecimiento. Nuestro consejo es que planifiques una cama que piense en el futuro. Una gran idea es una cama nido con algo de almacenaje en la zona del cabecero, como en esta propuesta de Pía Capdevila, donde hay un armario extra ideal para los patines, los balones o distintos juegos.
¿Te ha salido un niño con vocación de Mowgli que no deja de trepar por todas partes? Mira esta idea de Tegar Mobel. Aquí se ha instalado en las paredes un montón de presas de escalada, creando en el dormitorio infantil un improvisado rocódromo. Eso sí, tendrás que garantizar también su seguridad, por lo que en este caso te recomendamos que coloques también en el suelo unas colchonetas que amortigüen las caídas. Ellos se lo pasarán bomba y tú podrás respirar (un poco) más tranquilo.
Un nuevo curso conlleva siempre muchos cambios. Nuevos profes, nuevos compañeros, nuevas aulas… Por eso, llegar a casa tras un día en el cole o en la guardería es para los más pequeños como volver a su refugio, a su territorio. Así que, ¿por qué no mejorar su zona de juegos llevando su atracción favorita a casa? Puedes hacerlo instalando un columpio en su habitación en el que pueda jugar y entretenerse. Tan solo tienes que anclarlo bien en el techo para que sea seguro y garantizar que cuando se columpie no haya ningún objeto que obstaculice su diversión. ¡Qué envidia!
Aunque todas las etapas de tus hijos son interesantes, cuando empiezan con los grandes cambios es un momento primordial de su desarrollo. Para que lo consiga necesita que su dormitorio infantil cuente con los elementos básicos que potencien esa estimulación, al estilo María Montressori.
Una cómoda alfombra en la que puedas tumbar a tu bebé para que aprenda a gatear o un espejo a su altura son algunos de estos objetos que te ayudarán. ¿Más ideas? Coloca sus juguetes a una altura a la que pueda alcanzarlos y no necesite la ayuda de un adulto.
Que levante la mano quien no vea estos tipis y se le despierte un poco la envidia recordando su infancia. Nosotros que fuimos la generación de hacer refugios bajo las mesas y utilizando las mantas como improvisadas tiendas de campaña, vemos ahora estos tipis y queremos uno para el dormitorio infantil. Son perfectos para empezar a crear una zona de juegos infantil y que tus hijos tengan un refugio dentro de su refugio en el que leer o jugar a solas o en compañía.
Aunque esta idea es algo parecida a la del papel pintado, aunque dando rienda suelta a la creatividad de tu pequeño. Y es que sí que puedes instalar un bonito papel pintado infantil o, mucho mejor, decantarte por un modelo efecto pizarra en el que tus hijos puedan pintar y garabatear todo lo que quieran sin miedo a manchar las paredes. Aquí la imaginación manda y hasta te hará ilusión que llenen las paredes con sus creaciones. No te olvides de añadir un montón de tizas blancas y de colores, así como un par de borradores.
Si tus hijos son algo más mayores, ha llegado el momento de destinar una zona de su dormitorio a un escritorio con una cómoda silla. Seguramente ya tengan preferencias decorativas y es una buena idea que le preguntes qué prefiere antes de elegir tú un modelo que puede que no le guste. Piensa que va a pasar muchas horas ahí sentado, por lo que lo ideal es que se sienta cien por cien cómodo. Añade una silla confortable que sujete bien la espalda. Y no te olvides de añadir un panel para sus recordatorios y, por supuesto, una luz para estudiar.
Otra de las cosas de las que te darás cuenta según crecen tus hijos es del poco espacio de almacenaje que tiene su habitación. Con la edad tienen más juguetes, más libros, más ropa… y todo eso ocupa muchísimo espacio. Una gran idea es aprovechar la pared del cabecero para colocar un armario en el que puedan guardar todas sus cosas. Si hay un retranqueo en la pared, como en esta propuesta de Espejo&Goyanes, encajará a la perfección.
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