Raúl Oliva: “La iluminación es un recurso poderoso para crear ambientes cómodos y acogedores”
El director del curso “Experto en diseño y cálculo de iluminación” de la Escuela Madrileña de Decoración nos explica las claves para dotar de luz a todos los ambientes de nuestra casa
La iluminación juega un papel decisivo en el interiorismo de nuestros espacios, tanto en salones como en dormitorios, o en estancias más prácticas como la cocina o el baño. No solamente hemos de tener en cuenta la cantidad de luz que necesitamos, sino también el tipo, la temperatura de color o la forma en la que la integramos en las diferentes zonas de la casa. Hemos hablado con Raúl Oliva, quien nos ha dado algunas pautas para iluminar correctamente nuestros interiores.
A la hora de decorar nuestra casa resulta decisivo tener en cuenta la iluminación de cada estancia. Para Raúl Oliva, “es esencial contar con la suficiente cantidad de luz en todos los espacios, en función de a qué actividades estén destinados: en la cocina no necesitamos la misma luz que en la zona de estudio o en el sofá. Debemos planificar la luz adecuadamente de manera que podamos ver bien, pero sin que nos moleste. Hemos de cuidar de que no se produzcan reflejos ni deslumbramientos, y de que el tono de luz sea agradable”, explica Raúl Oliva. Esto es especialmente importante en las zonas de estar de la casa, donde nos reunimos y pasamos mucho tiempo, pero también hay que evitar los deslumbramientos en las habitaciones de estudio o de trabajo.
En cualquier caso, planificar la iluminación es esencial si queremos tener éxito al decorar nuestra casa. La luz estará en función de las necesidades de las personas que viven allí y deberá tener en cuenta también sus preferencias, pensando en el confort y en la funcionalidad. Hay que valorar la cantidad de puntos de luz que se necesitan, dónde tenemos que situarlos, la tecnología a elegir, etc. Raúl Oliva recomienda acudir a un especialista en iluminación que nos aconseje sobre cómo calcular la cantidad y el tipo de lámparas que nos hacen falta.
A la hora de decorar un espacio el confort es fundamental. Cuando pensamos en crear ambientes cómodos tendemos a pensar más en los muebles y en las tapicerías. Sin embargo, la iluminación tiene gran importancia la hora de conseguir más comodidad en los interiores. “La luz nos proporciona tranquilidad y bienestar. Nos permite disfrutar de nuestro entorno, influye en la forma en que vemos los objetos y cambia la manera en que percibimos los ambientes. Es un gran recurso para crear espacios confortables y acogedores”, explica Raúl Oliva. Por eso una buena iluminación puede enriquecer un salón anodino y hacerlo acogedor, y una mala iluminación puede arruinar una estancia elegante.
Este es un aspecto importante en el momento de planificar la iluminación de un espacio. Debemos tener en cuenta si necesitamos una luz más o menos general, o si queremos que sea más focalizada. Lo mejor, según el experto, es combinar ambos tipos eligiendo una luz general que garantice que veamos bien en todas las circunstancias, y una luz focalizada donde sea necesaria: en un escritorio, para iluminar un cuadro, etc. Esta combinación creará la iluminación perfecta y podremos cambiarla y adaptarla a cada momento, en función de las necesidades. La luz general procederá sobre todo de las lámparas de techo o de apliques. Lo recomendable es tener más de una fuente de luz de este tipo. La luz puntual se emplea para iluminar una zona determinada: la mesa de comedor, un escritorio, un rincón de lectura, etc. Después podemos incluir otro tipo de iluminación, como la decorativa, para resaltar un elemento concreto, por ejemplo, un cuadro.
Cuando planificamos la iluminación, es importante tener en cuenta el tamaño de la estancia. No es lo mismo decorar un salón amplio que un espacio reducido. “Las dimensiones de la habitación juegan un papel importantísimo en la iluminación. Hemos de tener en cuenta las leyes de la perspectiva. Si en un espacio pequeño ponemos una lámpara demasiado grande, se convertirá en la protagonista del salón e impedirá ver la estancia en su conjunto”, explica Raúl Oliva. “Una lámpara colgante de gran tamaño quedará bien si respira en el lugar en el que está suspendida. Si la pegamos mucho al techo para que no moleste, no funcionará. No ha sido diseñada para eso”.
En habitaciones muy grandes y diáfanas la iluminación ha de adecuarse a las características y el tamaño del espacio. “Cuando se trata de iluminar salones con muchos metros cuadrados se requieren varios puntos de luz y diferentes tipos de iluminación. Tendremos que calcular luces con mayor potencia lumínica, e instalar luminarias más grandes e imponentes”.
Cuando escogemos la iluminación que queremos para la casa, uno de los aspectos que debemos tener en cuenta es el tono o color de la luz. Conviene elegir luces más cálidas en zonas de estar y de descanso, y neutras en la cocina, el baño y la zona de vestidor. “Un tono de luz cálido, de 2.500 a 3.500 K, resulta relajante ya que se parece a la luz de las velas. Es adecuada para iluminar el dormitorio. Sin embargo, la luz azulada resulta más excitante por la noche, menos adecuada para el descanso”, dice Raúl Oliva.
Pero eso no es todo; el experto explica que “un led será más o menos cálido en función del fósforo que se le añade en su fabricación. No solo influyen los grados Kelvin de la luz, sino también el fabricante. Puede haber diferencias en cuanto a la tonalidad de la luz en función de la marca elegida, y esto puede ser un problema ya que las pequeñas diferencias de tono no quedan bien en un ambiente. Por eso conviene guardar algún led de repuesto como los que instalamos en casa, de la misma marca y fecha de fabricación”.
Una lámpara imponente no solo ilumina un salón, sino que también lo decora. Le aporta estilo y elegancia, o crea contrastes interesantes. “A la hora de elegir luminarias, podremos hacerlo entre una variedad increíble. Yo me decantaría por lámparas esculturales que sean también obras de arte. Además de dar luz, son un valor en sí mismas. Existen luminarias espectaculares, dignas de estar en un museo, como los modelos firmados por Tiffany, Frank Lloyd Wright, Achille y Pier Giacomo Castiglioni y otros nombres ilustres del diseño”, cuenta el experto.
Dado que las lámparas son un objeto de decoración es importante elegir con acierto el estilo de las mismas. ¿Han de estar acordes al resto del interiorismo? En opinión de Raúl Oliva, “no es necesario mantener el mismo estilo a la hora de elegir las lámparas. En un espacio minimalista no siempre hay que optar por luminarias de diseño, de líneas contemporáneas. Es buena idea decidirse por modelos clásicos, que pueden encajar perfectamente”. La clave está, por tanto, en elegir las lámparas que realmente nos gusten y se integren bien en cada ambiente.
La cocina y el baño, por ser espacios húmedos, necesitan una iluminación especial. Además de elegir luces neutras en estos ambientes, estas deben estar protegidas ante la humedad y las salpicaduras de agua. Raúl Oliva indica que “debemos tener un cuidado especial tanto en la cocina como en el cuarto de baño, instalando luminarias especiales a las que no les afecte la humedad. El agua y la electricidad no se llevan bien. Además, la cocina es un sitio que suele ensuciarse con facilidad. Aunque contemos con un buen extractor, se producen humos y se genera grasa que termina ensuciando también las lámparas, por lo que estas deben llevar la protección adecuada y ser fáciles de limpiar”.
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