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La planta suculenta Cotyledon tomentosa es comúnmente conocida como 'garrita de oso' debido a la forma distintiva de sus hojas. Se trata de una planta atractiva y fácil de cuidar. Pero esta planta no solo es llamativa por su apariencia única, sino que también es bastante resistente y se adapta bien a diferentes entornos, lo que la convierte en una excelente suma a cualquier colección de suculentas. Te contamos cuáles son las características de la garrita de oso, sus necesidades de cuidado y las razones por las que es una opción ideal para tu casa.
© AdobeStockCaraterísticas de la garrita de oso
La Cotyledon tomentosa o garrita de oso pertenece a la familia Crassulaceae, una familia extensa de suculentas que incluye otras especies conocidas como la Crassula y la Echeveria. Es original de Sudáfrica y conocida por sus hojas carnosas y peludas que se asemejan a pequeñas garras de oso, de ahí su nombre. Las hojas de la Cotyledon tomentosa son de color verde claro, con pequeñas puntas marrones o rojizas en los bordes que imitan las garras. La planta tiene un crecimiento compacto y puede alcanzar hasta 30 cm de altura.
Además de su follaje distintivo, la Cotyledon tomentosa produce flores de color naranja o rojo en forma de campana durante la primavera y el verano, agregando un toque extra de color a su atractivo general.
© AdobeStock¿Cómo es el riego de la garrita de oso?
Como la mayoría de las suculentas, la Cotyledon tomentosa tiene necesidades específicas de riego para evitar problemas de pudrición de raíces. Esta planta prefiere riegos moderados pero profundos. De hecho, es muy importante dejar que el suelo se seque completamente entre riegos para evitar el exceso de humedad.
Durante la temporada de crecimiento, en primavera y verano, lo más recomendable es regar aproximadamente cada dos semanas. En invierno, el riego debe reducirse significativamente, ya que la planta entra en un período de latencia y requiere menos agua. El riego excesivo es uno de los errores más comunes con las suculentas, por lo que es crucial seguir un régimen de riego adecuado para mantener la Cotyledon tomentosa saludable.
© AdobeStock¿Dónde colocar la garrita de oso?
La Cotyledon tomentosa prospera en condiciones de luz brillante y directa, aunque puede tolerar algo de sombra parcial. Para un crecimiento óptimo, es ideal ubicarla en un lugar donde reciba al menos seis horas de luz solar directa al día. Lo mejor de esta planta es que se dará muy bien dentro de casa, pero si vives en un clima templado también podrás tener en el jardín o la terraza.
© Adobe Stock¿Qué temperaturas tolera la 'Cotyledon tomentosa'?
Esta suculenta es bastante adaptable a las distintas temperaturas. Prefiere temperaturas cálidas, entre 20 y 30 °C, pero puede soportar temperaturas más bajas siempre que no desciendan por debajo de los 5 °C. Así, en regiones con inviernos fríos, es recomendable mantener la planta en interiores o, si la tienes fuera, protegerla de las heladas.
La Cotyledon tomentosa también se beneficia de una buena circulación de aire, lo que ayuda a prevenir problemas relacionados con la humedad excesiva.
© AdobeStockEl mejor sustrato para la garrita de oso
El sustrato es un aspecto crucial para el cuidado adecuado de la Cotyledon tomentosa. Esta planta requiere un sustrato bien drenado para evitar el encharcamiento y la pudrición de las raíces. Una mezcla ideal para suculentas incluye una parte de tierra para macetas, una parte de arena gruesa y una parte de perlita o piedra pómez. Esta combinación asegura un drenaje rápido y eficiente, lo que es vital para el bienestar de la planta. Es importante evitar el uso de suelos compactos que retengan demasiada humedad. Además, se recomienda utilizar macetas con agujeros de drenaje para facilitar la eliminación del exceso de agua.
© AdobeStock¿Hay que podar la garrita de oso?
La Cotyledon tomentosa no requiere una poda frecuente, pero debes tener en cuenta que una poda ocasional puede ser beneficiosa para mantener la planta en forma y promover un crecimiento saludable. Debe realizarse para eliminar hojas muertas o dañadas, así como para controlar el tamaño de la planta si es necesario. La mejor época para podar es a principios de la primavera, antes de que comience el período de crecimiento. Al podar, es importante usar herramientas limpias y afiladas para evitar dañar la planta y reducir el riesgo de infecciones.
© Cynthia 郭 en PixabayNecesidades de abono
Aunque la Cotyledon tomentosa no es particularmente exigente en cuanto a nutrientes, un abonado ocasional puede mejorar su crecimiento y floración. Se recomienda utilizar un fertilizante específico. Durante la temporada de crecimiento, se puede aplicar fertilizante una vez al mes para proporcionar los nutrientes necesarios.
Es importante que no te pases con el fertilizante, ya que un exceso de nutrientes puede provocar un crecimiento excesivo y debilitar la planta. En invierno, no hace falta fertilizar la planta, ya que está en reposo y no requiere nutrientes adicionales.
Cómo se propaga la 'Cotyledon tomentosa'
Propagar la Cotyledon tomentosa es relativamente sencillo, al igual que la mayoría de suculentas, ya que puede hacerse mediante esquejes de hojas o tallos. Para propagar a partir de esquejes de hojas, basta con cortar una hoja sana y dejarla secar durante unos días hasta que forme un callo. Luego, se planta la hoja en un sustrato bien drenado y se riega ligeramente.
En unas pocas semanas, deberían comenzar a aparecer nuevas raíces y brotes. La propagación por esquejes de tallo sigue un proceso similar, pero implica cortar un segmento de tallo con varias hojas y plantarlo en el sustrato después de que haya formado un callo.
Plagas y enfermedades
La Cotyledon tomentosa es generalmente resistente a plagas y enfermedades, pero no está completamente libre de problemas. Las plagas más comunes que pueden afectar a esta suculenta incluyen cochinillas, áfidos y ácaros. Estos insectos pueden controlarse con el uso de insecticidas orgánicos como el jabón neutro o el aceite de neem.
En cuanto a enfermedades, la pudrición de raíces es el problema más frecuente y suele ser consecuencia de un riego excesivo. Para prevenir este problema, es esencial asegurarse de que el sustrato drene bien y no mantener la planta en un ambiente demasiado húmedo.
Además, una buena circulación de aire y una exposición adecuada a la luz solar ayudarán a mantener la planta sana.
