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Si tienes la suerte de disponer de una piscina en tu jardín para disfrutarla con los tuyos, puedes considerarte afortunado. Es la mejor solución para combatir el calor de los meses estivales, y una alternativa de entretenimiento perfecta para grandes y, sobre todo, para los más pequeños, que convertirán la piscina en el escenario de sus juegos veraniegos y en su lugar favorito de toda la casa. Para analizar qué cosas debes tener en cuenta a la hora de utilizar tu piscina de una manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, hemos hablado con David Tapias, director de Innovación y Sostenibilidad de Fluidra. Descubre las claves que nos ha dado para conseguirlo.
© Covet HouseUna piscina en el jardín
Las piscinas de exterior son un tesoro de incalculable valor durante el verano. Y más cuando el calor no da tregua, ola tras ola como está sucediendo estas últimas semanas. Sea como sea, una piscina en el jardín nos mantiene a salvo cuando el termómetro se dispara, y nos ayuda a pasar buenísimos ratos en familia o con amigos. Pero hay ciertas cosas que no podemos olvidar si tenemos una piscina que cuidar.
Es fundamental que el agua esté convenientemente tratada para el baño y que, además, esto lo hagamos de una forma sostenible y respetuosa con el planeta. En el siglo XXI esto no podría ser de otra manera. David Tapias, de Fluidra, nos ha dado algunas recomendaciones muy útiles para lograr que este verano nuestra piscina esté perfectamente cuidada durante toda la temporada de baño sin dejar a un lado la sostenibilidad.
© DekoriaApuesta por un uso sostenible
Que el agua de la piscina ha de estar limpia, clara y ser segura para los bañistas es una obviedad. Pero, además, es necesario destacar la importancia de utilizar la piscina de una manera sostenible. Pero, ¿qué factores debes tener en cuenta para lograrlo?
David Tapias explica que "es esencial hacer una gestión eficiente del agua. Esto se consigue mediante tres puntos clave que debemos tener en cuenta: hemos de evitar que nuestra piscina tenga fugas; trataremos de conseguir que el agua no se evapore (o que lo haga en la menor medida posible); y hacer un tratamiento del agua que sea, además de eficaz, sostenible mediante el uso de sistemas de recirculación y filtración eficientes", nos cuenta el experto.
© FastAhorrar agua: una piscina sin fugas
En los tiempor que corren ahorrar agua es una prioridad en cualquier aspecto doméstico, y la piscina no iba a ser una excepción. Para evitar que el líquido elemento se desperdicie, es esencial que nuestra piscina no tenga ninguna fuga. "Debemos hacer un mantenimiento regular y frecuente de la piscina para detectar y reparar fugas lo más rápido posible, y asegurarnos de que los sistemas de tratamiento del agua funcionen correctamente", explica David Tapias. Si crees que tu piscina pierde más agua de la que puede ser "normal", revísala concienzudamente porque puede tener alguna grieta.
© FluidraEvitar la evaporación del agua
Según explica el experto David Tapias, "más del 60% de las pérdidas de agua que se producen en una piscina son debidas a la evaporación. Sin embargo, este problema tiene una fácil solución: colocar una cubierta de piscina (mientras no se usa) que impide el contacto del aire con el agua de la piscina, con lo que se evita que esta se evapore. Existe una gran variedad de cobertores o cubiertas de piscina, por lo que no es difícil encontrar un modelo adecuado a nuestras necesidades. Hay cubiertas que contribuyen a mantener la temperatura del agua, por lo que el ahorro y la sostenibilidad son mayores (no solo de agua, sino también de energía)". Las cubiertas son una solución muy efectiva, si se utilizan correctamente.
Un dato interesante y muy revelador: "el agua de una piscina doméstica, a la que no se coloca una cubierta, puede llegar a renovarse por completo en un plazo de entre 1 y 3 años", aclara Tapias.
© Linea Light GroupCobertores líquidos
Es una opción alternativa que puede ayudarnos a ahorrar y a prevenir las pérdidas de agua en la piscina. Se trata de productos líquidos, como polímeros, que se añaden al agua y crean una capa muy fina que reduce la evaporación. Funcionan mediante la creación de una barrera molecular que minimiza la pérdida de agua y calor, manteniendo la temperatura y reduciendo la necesidad de rellenar la piscina. Aunque no son tan efectivos como una cubierta física, los cobertores líquidos pueden ayudarte a lograr que se evapore menos agua. Si una cubierta física reduce la evaporación en un 90 o 95 %, el cobertor líquido consigue una eficacia máxima de un 20%. Se puede utilizar sin problemas durante la época de baño, ya que no se nota ni es perjudicial, aunque debes estar pendiente de dosificarlo adecuadamente.
© TalentiFiltros que necesiten menos agua
Para disfrutar de agua limpia y saludable en la piscina necesitarás un buen sistema de filtración que resulte eficaz. Cuando los filtros de la piscina se ensucian han de limpiarse con agua. Si eliges filtros que utilicen menos agua para limpiarse estarás trabajando el ahorro del líquido elemento de otra forma también muy interesante. Al final, tal como nos cuenta el experto de Fluidra, el ahorro y la sostenibilidad en la piscina no dependen de un único factor, sino que es una cuestión global que podemos trabajar desde diferentes frentes.
© NedgisClaves para ahorrar energía
Además de tratar de economizar el agua, hay otras estrategias que podemos poner en marcha para hacer un uso más sostenible de nuestra piscina. Según nos explica David Tapias, "lo que más energía consume es calentar el agua de la piscina. Sin embargo, siempre podemos elegir tecnología eficiente para hacerlo. Podemos emplear una bomba de calor que hace que toma el calor del aire y lo cede al agua de la piscina. Cuanto más eficiente sea la bomba, mayor será el ahorro de energía. En lugar de una bomba con motor de una velocidad, podemos optar por una bomba con motor de velocidad variable: bajando la velocidad de funcionamiento del motor, aunque funcione durante más tiempo, ahorrarás hasta el 60%.
© FluidraEl adecuado tratamiento del agua
Para conseguir que el agua de la piscina sea apta para el baño y agradable para los bañistas es fundamental que la tratemos adecuadamente, mejor si lo hacemos mediante un uso sostenible de los productos químicos, evitando el exceso de los mismos. El agua ha de desinfectarse añadiendo productos específicos como cloro, bien en pastillas o líquido. También hemos de mantener el pH en los niveles adecuados, en torno al 7 o 7,8, de forma que el cloro sea efectivo y el agua agradable. Elegir un sistema de limpieza y tratamiento del agua de la piscina que resulte menos químico es una buena alternativa.
© TalentiLa cloración salina, una opción a tener en cuenta
Se trata de un sistema de tratamiento del agua sostenible que genera cloro a partir de sal común, reduciendo la necesidad de utilizar productos químicos adicionales, lo que supone un menor impacto ambiental. Basta con poner sal en la piscina en una concentración baja (ha de estar entre 4 y 5 gramos por litro de agua), y mediante un proceso de electrolisis la sal se convierte en cloro activo para desinfectar la piscina. Lo importante de la cloración salina es vigilar que la concentración de sal sea la adecuada, para lo cual puedes hacer un test de salinidad al agua de forma periódica. También es posible contar con un sistema de automatizado que, mediante sensores, es capaz de controlar que el agua tiene el nivel adecuado de sal.
Un consejo: elige un sistema de baja salinidad que necesita menos concentración de sustancias químicas.
© HolzDesignPurInstala un tanque de recuperación del agua de lluvia
Aquí tienes una última idea para utilizar la piscina de una manera todavía más sostenible. Si instalas junto a la piscina un tanque para recuperar el agua de la lluvia podrás reutilizarla de diversas maneras. Puedes utilizarla, por ejemplo, para limpiar los filtros del sistema de limpieza de la piscina. Como los filtros se lavan con agua, podemos instalar una bomba que aspire el agua del depósito y lo utiliza para lavar los filtros, Incluso puedes usar este agua de lluvia, una vez tratada, para rellenar la piscina y reponer el agua que se evapora.
