Un jardín vertical no es otra cosa que una estructura que permite cultivar plantas en una pared o fachada, aprovechando el espacio vertical disponible. Las plantas pueden colocarse en sistemas con sustrato, donde crecen en tierra u otros medios de cultivo tradicionales, o bien en sistemas hidropónicos, donde se sustituye el sustrato por un geotextil y los nutrientes se añaden a través del agua. “Los sistemas hidropónicos son especialmente eficientes porque permiten un control preciso de los nutrientes, consumen menos agua que los sistemas con sustrato y ofrecen un crecimiento mucho más espectacular. Además, son ligeros y ocupan menos espacio”, apunta el experto consultado para realizar este reportaje, Miguel Villén, director de desarrollo de negocio en Biotonomy (www.biotonomy.com).
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Argumentos a favor de instalar jardines verticales naturales
Los jardines verticales que cuentan con plantas naturales ofrecen muchos beneficios, tal y como nos cuenta Miguel Villén:
- Estética: transforman espacios grises en áreas llenas de vida y color y permiten la creación de áreas verdes en lugares donde el espacio horizontal es limitado.
- Contribuyen a una arquitectura más sostenible: actúan como aislantes térmicos y acústicos, mejorando el confort y reduciendo el consumo energético.
- Ecología: mejoran la calidad del aire al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno. También ayudan a la mejorar biodiversidad, no solo vegetal, sino también de aves y polinizadores.
- Salud: crean un entorno más agradable, reduciendo el estrés y mejorando el bienestar general. Son una solución ideal para crear espacios únicos para el bienestar y que provocarán el ‘efecto wow’ de cualquier invitado.
En la propuesta, un jardín vertical a base de sustratos y fibras, cuyo porte de nutrientes es mediante el riego y la bomba de dosificación de abono, de MyD Jardines Paisajismo. En cuanto a la selección botánica se emplearon helechos de exterior, hiedra de hoja pequeña, tradescantia púrpura y cintas.
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Colocados en fachadas, ¿son peligrosos en caso de incendio?
Al contrario de lo que cuenta el falso mito, “los jardines verticales modernos están diseñados con materiales ignífugos que minimizan el riesgo de propagación del fuego”, afirma Miguel. No solo eso, además, muchas plantas utilizadas tienen un alto contenido de agua, lo que las hace menos inflamables. Incluso, gracias al control remoto que suelen emplear, en caso de incendio, podemos incrementar el riego para reducir la propagación del fuego. En este proyecto Biotonomy emplea 18 especies diferentes de plantas cuidadosamente seleccionadas para adaptarse al entorno, como costillas de Adán (Monstera deliciosa), begonias, helechos (Polypodiophyta), bignonias o ficus.
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¿Qué hay del riego?
Los jardines verticales en general son jardines superintensivos donde el marco de plantación se reduce al mínimo, ¿precisan mucha agua de riego? Miguel afirma que requieren riego como cualquier otro jardín, pero hay varias estrategias para minimizar el uso de agua. Una de las principales es el uso de sistemas hidropónicos, que son especialmente eficientes porque permiten un control preciso de los nutrientes y consumen significativamente menos agua que los sistemas con sustrato. La hidroponía promueve el desarrollo óptimo de las plantas y su crecimiento rápido, lo que reduce la necesidad de riego constante y hace que el sistema sea más sostenible. Se trata de un sistema que permite reproducir fielmente las condiciones que se dan en la naturaleza, fomentando la simbiosis entre especies con el propósito de crear no solo jardines, sino auténticos ecosistemas verticales.
La fachada ajardinada de la imagen es un proyecto de Terapia Urbana. Esta empresa se manifiesta optimista respecto a las fachadas verdes (también llamados ecosistemas verticales) y explica que “hasta hace poco, los espacios utilizables por la naturaleza en los edificios estaban limitados a los horizontales. Sin embargo, con el auge de los sistemas de fachadas ajardinadas, las posibilidades técnicas para el aprovechamiento del plano vertical como medio de cultivo se han expandido y progresan a un ritmo acelerado”.
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Un control inteligente del estado de las plantas
Por otra parte, “integrar tecnologías avanzadas para la monitorización del jardín es fundamental. En Biotonomy usamos sistemas de riego automatizado y sensores que monitorean la humedad del jardín y las necesidades de las plantas en tiempo real. Esto asegura que las plantas reciban solo la cantidad necesaria de agua, evitando el desperdicio. Asimismo, nos permite ofrecer garantías y evitar sorpresas. Hay muchos casos de jardines verticales que se han secado por no incorporar la tecnología adecuada. Nos aseguramos de que tenemos todo bajo control”, revela el experto.
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Reaprovechamiento del agua, una opción muy sostenible
Sin duda, para ahorrar en el riego otra opción eficaz es el reaprovechamiento de aguas residuales. Una opción que ahorra el uso de agua potable, sino que también promueve un ciclo de agua más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. ¿De qué tipo de aguas hablamos? Tanto de la denominada ‘agua gris’, procedente de lavabos y duchas, como del ‘agua negra’, que viene del inodoro.
“Hace dos años, Biotonomy colaboró con Bioazul para crear un innovador proyecto piloto de jardín vertical hidropónico de 100 metros2 en un establecimiento malagueño, Hotel Mariposa. Este cuenta con un sistema de riego único que reutiliza aguas grises de las habitaciones. Este proyecto ha transformado el hospedaje en una atracción única en el vecindario y ha establecido el camino hacia un futuro más verde y responsable con los recursos. Un verdadero oasis urbano sostenible”, detalla Miguel. De hecho, la empresa Biotonomy está especializada en soluciones basadas en la naturaleza para la depuración y reaprovechamiento de aguas residuales domésticas y, con un enfoque holístico, ayuda a que las estructuras, edificios y ciudades se conviertan en una fuerza para restaurar el mundo natural.
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La correcta selección de plantas
Hay que tener en cuenta que para reducir el consumo de agua también conviene hacer una buena selección de especies. Miguel en su empresa dan prioridad a las plantas autóctonas y resistentes a la sequía, porque están adaptadas a las condiciones locales y requieren menos agua. Y señala: “esta selección cuidadosa no solo reduce la necesidad de riego, sino que también asegura la salud y longevidad del jardín”.
Este jardín vertical lo ha instalado Verdtical y pertenece a ‘Casa Sophia’, la vivienda-showroom de BIOPASIVA Construcción Sostenible en Guadalix de la Sierra (Madrid), una construcción bioclimática con el sello Passivhaus Premium. Se apuesta por plantas autóctonas o adaptadas también para favorecer la biodiversidad animal.
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¡Cuidado con la fijación!
El experto advierte que es muy recomendable que la instalación de un jardín vertical la realicen profesionales, para garantizar la seguridad y durabilidad. Es importante considerar la capacidad de carga de la pared o fachada y utilizar anclajes adecuados para soportar el peso del sistema, incluyendo el sustrato y las plantas. “Por otra parte, es fundamental asegurarnos de que no hay contacto directo con la pared, así evitaremos que se produzcan humedades”, aconseja. En este jardín con piscina el proyecto de paisajismo lo firma Simbiosi Estudi.
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Jardines verticales, también en espacios interiores
Las plantas contribuyen a que no padezcamos en Trastorno por Déficit de Naturaleza (TDN), algo que se da cada vez entre más gente, pues las personas se acumulan en las ciudades. Según la ONU, en 2050 un 88% de la población de España vivirá en ciudades. ¿Y qué mejor que acumular plantas en un paño de pared en casa, propiciando un diseño biofílico?
Los jardines verticales no solo son una tendencia de diseño, sino que crean espacios de confort que nos permiten reducir el estrés y la ansiedad, limpian el aire que respiramos, reduciendo el riesgo de enfermedades respiratorias y alergias, entre muchos otros beneficios. “Otra excelente opción para interiores son las unidades móviles de jardines verticales”, propone Miguel.
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¿Puedo instalar un jardín vertical en espacios oscuros?
Las plantas son seres vivos y como tales aman la luz natural, en espacios luminosos es como se sienten más felices. Incluso así, existen soluciones si queremos decorar un interior con poca luz natural con un jardín vertical. De nuevo es clave acertar con la selección botánica. En estos casos Miguel recomienda “utilizar plantas que prosperen en condiciones de baja luz, como helechos, potos, alocasias, costillas de Adán y plantas tropicales en general. Además, se pueden instalar luces de crecimiento LED, de bajo consumo, para suplementar la falta de luz natural”.
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Los jardines verticales no son exigentes en los cuidados
Como todos los jardines, necesitan un pequeño mantenimiento. “Dependiendo de la escala del proyecto, los usuarios pueden hacerse cargo ellos mismos del cuidado de la estructura del jardín y de sus plantas o contratar a profesionales para su mantenimiento”, revela Miguel.
Básicamente aparte del riego , también hay que abonar, poder y estar atentos a que no sean atacados por plagas . Totalmente sano está este jardín vertical en un proyecto de la empresa Landscapers, que ha empleado un sistema con sustrato orgánico y riego por goteo. Las especies más destacadas que se combinan en esta estructura son: hierba del Japón ( Hakonechloa macra ), pitosporo ( Pittosporum tobira 'nana' ), tulbalgia ( Tulbaghia violacea ), Eucheras de distintos colores, esparraguera ( Asparagus officinalis ), zebrina ( Tradescantia zebrina ), salvia morada ( salvia x superba ) y abelia ( Abelia grandiflora ).
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