El buen tiempo invita a disfrutar de los espacios al aire libre. Contar con uno en casa, es un tesoro. Ana Robles es ingeniera, diseñadora y paisajista. Está al frente del estudio de interiorismo, decoración y paisajismo Alterespacio (www.alterespacio.com). Ella es la artífice de este proyecto que convierte un jardín en un oasis vegetal. En un lugar que conecta con la naturaleza, exuberante de vegetación y donde el elemento agua está presente (y no es con una piscina).
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Un jardín de planta triangular
Este jardín completo cuenta con una superficie de unos 100 m2. Tenía una forma muy irregular y alargada, similar a la silueta de un triángulo isósceles. Esto "nos obligó a hacer un gran trabajo de regularización en el diseño", indica la paisajista Ana Robles. Para ello, se plantearon borduras, que son elementos para zonificar espacios y delimitar el terreno, de forma escalona para disimular esa forma irregular. "Se crearon quiebros rectangulares que hacían parecer más regular y dimensionado el jardín", añade su creadora. Todo el estilismo de este proyecto es de Cristina Rodríguez Goitia.
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Con una gran pérgola de madera
En este espacio exterior, se creó una gran pérgola de madera laminada. El objetivo era atraer las vistas hacia allí, en lugar de hacia el resto de pisos del bloque, puesto que este jardín se ubica en la planta baja de un piso bajo de un edificio residencial. De esta manera se logra una sensación de jardín aislado. En esta imagen se ve cómo se resuelve uno de los rincones del fondo con bancos a medida y zona de asientos.
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La zona del invernadero
Este espacio queda protegido por un cerramiento de cristal que lo convierte en el invernadero del jardín. La propia Ana Robles explica que "se creó un invernadero acristalado en la zona norte, que sirve tanto para lecturas o cenas de invierno como oficina separada de la casa".
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Varias zonas diferenciadas
El espacio cuenta con varios ambientes abiertos, además del invernadero. "Se dotó el jardín de una zona de comedor, otra de asientos y, entre medias, se creó un estanque con fuente que aporta frescor, vertebra el diseño e incluye los beneficios del agua en el jardín en un entorno urbano", aporta la diseñadora.
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Mezcla de vegetación, soluciones y texturas en el jardín
A nivel vegetación, se estructuró una franja perimetral en la que se mantuvieron los grandes cipreses que ya existían en el jardín. "A estos se sumaron herbáceas y trepadoras variadas para romper la linealidad y la monotonía existente", aporta Ana Robles, de Alterespacio. Se usaron cerramientos de corteza natural de pino, además de grava de un tono variado para aumentar las texturas naturales del jardín. Esta imagen muestra la belleza del espacio donde la vegetación es clave. La mezcla de revestimientos, las estructuras delimitadas de acero corten (de Slabon Forja Creativa), los elementos verticales, el estanque… La variedad convierte este proyecto en único, resultando muy personal y refrescante.
Zonas pavimentadas para mayor comodidad de uso
La vegetación también concede privacidad y aumenta la sensación de oasis vegetal a pesar de encontrarse el jardín en una vivienda urbana. En la zona donde se crean el comedor y el salón exterior, el suelo se pavimenta para mayor comodidad. Entre el comedor y el estar, queda el estanque central. El mobiliario es de iSiMAR.
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El estanque central, una ubicación que soluciona la transición entre espacios
Su ubicación concede más protagonismo a este elemento que hace especial el jardín al llevar la presencia del elemento agua. Se trata de un estanque que aporta frescor y permite disfrutar del sonido del agua fluyendo. Algo muy relajante y que genera bienestar. Se apoya en la pérgola de madera, con un enrejado decorativo sobre él. Y además, el suelo también cambia entre la zona de comedor y estar, de manera que en un tono más oscuro, la estructura blanca del estanque resalta. El trabajo de cerrajería es de TCI.
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La zona de estar 'outdoor'
Este ambiente ocupa un lateral del jardín, junto al espacio de invernadero. Allí se ubica un sofá y dos sillones con varias mesas de centro, que permiten componer el espacio en función de las necesidades. De diseño sencillo y ligero, crean un ambiente actual en el que no falta el color. Los cojines son de telas de las firmas Lizzo y Sumbrella, en Pepe Peñalver.
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