En la región del Languedoc-Rousillon francés rodeada de exuberante vegetación, se encuentra esta casa, una vivienda que se decide ampliar a la que se le da el nombre de ‘Maison Carmel’. Precisamente Carmel Carletti es la clienta y alma del proyecto, quien dio carta blanca al estudio Rossendcortesinteriors (www.rossendcortes.com) a la hora de proyectar los espacios arquitectónicos y se involucró en todo el proceso de diseño interior. La propietaria vive con su pareja, sus dos hijos y sus dos perros.
Este proyecto es una obra de arte
“El encargo inicial era muy claro y complejo a la vez, se trataba de la ampliación de un pequeño apartamento existente en la planta primera de una pequeña casita. La nueva construcción se eleva a una planta superior para conectar con la primera planta de la finca adyacente y así conformar un volumen único”, explica Rossend Cortes, director creativo de Rossendcortesinteriors.
El resultado es un hogar de dos plantas (que, tras agrandarse, cuenta con 290 metros2) del que vemos el recibidor arty. “La zona de entrada a la casa es un espacio sublime, con una pared con más de 6 metros de altura y se decidió crear una gran galería de exposición, el tema es la mujer y todas las pinturas (la mayoría vintage) se buscaron y enmarcaron para crear este ‘efecto wow’. Además, el espacio se acompañó de tres lámparas-escultura en latón de Gervasoni que potencian aún más la gran altura”, detalla Rossend.
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Un estilo setentero
Esta entrada se encuentra abierta por un vano al salón comedor con cocina. En toda la casa la decoración tiene un confort supremo y chic inspirado en los años setenta con su refinamiento y sus referencias luminosas y acompañado de materiales nobles como el terciopelo, el ante, el lino, las maderas, las cerámica y el latón.
La mayoría de mobiliario ha sido diseñado y realizado a medida por Rossendcortesinteriors, el resto ha sido escogido de reconocidas marcas de diseño, como Andreu World, Flexform, Meridiani, APM France o Gervasoni, también se eligen piezas de reconocidas tiendas y mercados vintage. Las luminarias, por su parte, son de las marcas como Flos, Marset, Ay Illuminate o Martinelli Luce.
Respecto a la paleta de materiales, el artífice del proyecto revela que es muy diversa: dominan los colores oscuros y negros de las carpinterías y pavimentos que contrastan con el hormigón en crudo y las paredes y techos con pintura a la cal en tono hueso. Asimismo, los toques de verde son una constante en todos los ambientes, igual que las pequeñas pinceladas en naranja.
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Una zona de día diáfana
Distribuir el comedor completamente relacionado con la cocina es cada vez una opción más habitual. En palabras de Rossend, “la principal comodidad es la de disfrutar toda la familia junta en un único espacio. Por ese motivo no hemos decantado por una organización espacial lo más diáfana posible, con grandes ambientes tanto de comunicación como de uso”.
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Una cocina que queda a la vista
La cocina se distribuye con una isla central que alberga el fregadero (con encimeras de la firma Dekton) y una barra para los desayunos y que se emplea como elemento de transición entre los ambientes. Frente a este módulo, otra encimera de trabajo que acoge los fuegos (con la superficie, en este caso, de Inalco).
Por su parte, en la gran pared de madera que vemos al fondo, se sitúa un gran espacio de despensa, un armario desayunador, las neveras y también esconde la puerta al aseo de cortesía.
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Un baño con infinidad de detalles
El aseo para los invitados es pequeño, pero muy resultón y su decoración se ha cuidado al máximo. Por un lado, se da distintos acabados a las paredes para contrarrestar el ‘efecto tubo’ de su planta alargada: papel pintado floral y panelado en madera. Por otro, la iluminación no se conforma con los focos empotrados en el techo y se refuerza con apliques que flanquean el espejo. En definitiva, una delicia de baño.
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Ricos y alegres coloridos
El salón es una pieza más que queda englobada en gran zona de día junto a la cocina y al comedor. Rossend narra que “el gran sofá de terciopelo verde oliva (de Fexform) es el punto de partida para su configuración y se ha contrapuesto a un conjunto de butacas vintage en ante color naranja, porque queríamos un espacio vibrante y cálido junto a la zona de salida al jardín”. La gran alfombra en damero contribuye a ofrecer todavía más calidez a esta acogedora sala.
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Exquisitez en acabados y texturas
La televisión se ubicó entre las dos ventanas y bajo ella se diseñó un mueble de chapa de latón con un acabado pulido, para almacenar los elementos técnicos de la pantalla de televisión.
Seleccionar y mezclar estas texturas (brillo en el mueble y terciopelos en los asientos, junto al verde de la vegetación) nos transporta al mundo especial y sofisticado de Carmel.
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Bodega, un nuevo imprescindible
En casas amplias como lo es esta, cada vez es más habitual encontrar un área destinada a bar o incluso, como ocurre aquí, que exponga licores y botellas de vino. En este caso la bodega vista se sitúa bajo la escalera. Para ella el estudio de interiorismo diseña a medida un cerramiento de cristal con cuarterones de hierro que ofrece una atractiva estética industrial.
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Un luminoso despacho en casa
El programa de la vivienda destina la planta baja a la zona de día y la superior a los dormitorios, aparte de esta oficina en casa que se integra en una zona de paso, en concreto el acceso a la terraza. ¿Por qué se decide darle esta ubicación? “En este caso, solo se precisaba un pequeño espacio de escritorio, por lo que la ubicación es fantástica bajo la gran ventana y en un área tranquila, un poco aislada del resto de la casa”, afirma Rossend.
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Estilosa y aprovechada zona de paso
Este pasillo es el acceso al dormitorio de los niños y, para ganar capacidad de almacenaje, se crean unos armarios a medida. De nuevo, como ocurría en la cocina, Rossend sigue la misma estrategia de escamotear la puerta de acceso al baño.
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Dormitorio con un coqueto tocador
El dormitorio principal es muy luminoso gracias a las ventanas y a las dos grandes balconeras que lo conectan con una terraza. Este ambiente es polivalente y acoge un mueble tocador. Tras el cabecero de cama, dos puertas correderas simétricas conectan la zona de baño y el vestidor, interconectados asimismo entre ellos.
En este espacio las plantas tienen un gran protagonismo. Pretendidamente “son un elemento decorativo natural y vivo de gran expresión y que hacen los espacios más humanos, cálidos y vividos”, opina Rossend.
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Sofisticación en el baño
El lujo y la elegancia propia de los años 70’ también hace acto de presencia en el baño principal con el verde bañando la pared de cortesía gracias a las piezas cerámicas esmaltadas de la firma Vogue. Aquí se deja a la vista los dos lavabos de sobreencimera y la bañera exenta (todo de Duravit y acompañado por griferías Fantini), mientras que el inodoro y la ducha se instalan en cabinas independientes.
El proyecto de ampliación de la casa ha sido un éxito y Rossend explica que “los clientes están encantados. Los niños quizá los que más, porque habitar en un espacio así les hace crecer con una mente más abierta y libre”.
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