A pesar de que el verano es una temporada perfecta para disfrutar a tope de tus exteriores, lo cierto es que las plantas lo padecen y tienen más sed, en ocasiones les molesta el sol directo pero, sobre todo, no lo pasan bien debido a uno de sus peores enemigos: son más susceptibles de ser atacadas por plagas. Te descubrimos cómo combatir este mal habitual en época de temperaturas cálidas.
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¿Por qué son más habituales las plagas en verano?
Muchas plagas prosperan en climas cálidos, lo que acelera su ciclo de vida y reproducción. Habrá que estar atento a detectarlas a tiempo pues son capaces de arruinar nuestras plantas de exterior en un tiempo récord. El motivo principal de que las plagas sean más habituales durante en verano es que las plantas están en fase de pleno crecimiento y producción, ofreciendo abundante alimento para estos molestos visitantes.
Aparte algunas de estas plagas, como los ácaros y las moscas blancas, se benefician de la humedad que a menudo acompaña a la estación más cálida del año. También puede favorecer la llegada de estos incómodos animales el hecho de que se precise aportar riego con más frecuencia. A continuación, te detallamos cuáles son las cinco plagas que más se dan en verano, los daños que causan, pero, sobre todo, te relatamos cómo combatirlas.
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1. Plaga de pulgones
El pulgón es un auténtico clásico de los jardines veraniegos y es capaz de causar estragos en las plantas, pues se alimentan succionando su savia, lo que puede debilitarlas considerablemente. Estos insectos, además, pueden ser vectores de virus vegetales, provocando mayores problemas de salud.
Para prevenir la llegada de estos molestos insectos chupadores no hay nada mejor que mantener las plantas bien regadas y nutridas, pues unas plantas sanas y felices son más resistentes a todo tipo de plagas. Por otra parte, evita el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados porque puede hacer que las plantas produzcan un crecimiento tierno, que es especialmente atractivo para estos parásitos.
Y, si puedes, apuesta por un control biológico, atrayendo a depredadores naturales de los pulgones, como las mariquitas, las avispas parasitoides o los sírfidos. Las albahacas y las caléndulas (flores de la imagen) son plantas que puedes cultivar a tales efectos, pues atraen a estas especies voraces consumidoras de pulgones.
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Cómo erradicar una plaga de pulgones
Ten en cuenta que, si la infestación es pequeña, puedes eliminar los pulgones a mano o usar un chorro de agua fuerte para desalojarlos de las plantas. De lo contrario, lo mejor es apostar por insecticidas naturales, por ejemplo, el purín de ortigas o el jabón potásico, tratamientos ecológicos que actúan de una forma excelente como fungicidas.
Estos diminutos insectos de color oscuro los encontraremos siempre en el reverso de las hojas. Dado que las infestaciones tempranas son más fáciles de controlar, te aconsejamos inspecciona las plantas regularmente para detectar signos tempranos de su presencia.
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2. Cómo mantener alejadas a las cochinillas
Las cochinillas son parásitos que chupan la savia de las plantas, debilitándolas significativamente. Los síntomas más comunes consisten en deformaciones en hojas y ramas, decoloración y crecimiento reducido. Además, la melaza que segregan atrae hongos como la negrilla y otras plagas como las hormigas. Para prevenir esta plaga, se recomienda el uso regular de purín de ortigas, cola de caballo o aceite de neem, productos naturales que fortalecen las plantas y repelen a estos insectos.
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Cómo actuar para combatir la plaga de cochinillas
Aplicar jabón potásico es una solución efectiva en el caso de que la plaga de cochinillas haya invadido tus plantas, ya que destruye la cobertura de los insectos. Complementa este tratamiento con la limpieza de hojas usando algodón y alcohol para eliminar más cochinillas. Otra opción es utilizar tierra de diatomeas, un insecticida ecológico a base de algas fosilizadas que se puede espolvorear o pulverizar.
Te aconsejamos también separar la planta afectada durante el tratamiento (si es posible porque está en contenedor), ello evitará que la plaga se propague a otros ejemplares.
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3. Los daños que provocan las hormigas
Aunque las hormigas pueden parecer inofensivas, facilitan la proliferación de pulgones al actuar como sus protectoras. Además, al construir túneles alrededor de las raíces, dificultan la absorción de agua y nutrientes, lo que puede debilitar o matar las plantas. Para prevenir esta plaga, es efectivo usar cebos para hormigas que las atraen y eliminan la colonia. También se pueden utilizar repelentes naturales como granos de café mezclados con bicarbonato, o plantar aromáticas como lavanda y menta, que disuaden a las hormigas con su olor.
En la propuesta unas flores de exterior cultivadas en maceta, hecho que provoca que requieran más riego, En concreto se trata de passifloras y son de Flower Council of Holland.
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Cómo actuar si las hormigas han dañado nuestras plantas
¿Las hormigas ya han invadido tu jardín? Rociar una solución de agua y vinagre o agua con jugo de limón sobre los caminos de las hormigas puede repelerlas. Otras soluciones eficaces consisten en mezclas de ajo y agua o remedios jabonosos.
Para un enfoque más orgánico, el aceite de neem es un potente pesticida natural. En el caso de esta plaga tan potencialmente expansiva, es crucial tratar tanto las plantas afectadas como las áreas circundantes, para asegurar la eliminación completa de la plaga.
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4. Caracoles y babosas, unos peligrosos invasores
Caracoles y babosas son una auténtica pesadilla para los amantes del jardín y muy especialmente del huerto, ya que se sienten atraídos por las hortalizas. Estos visitantes no solo se alimentan vorazmente de las hojas y brotes tiernos, sino que también dejan un rastro de baba que puede ser tóxico para las plantas. Para prevenir su presencia, es fundamental usar productos antilimacos específicos que repelen y controlan estos moluscos. Mantener el área limpia y libre de escondites también es una estrategia útil para evitar (o minimizar) su presencia.
Este huerto urbano de Alice’s Garden ayuda a planificar la superficie total, sin saturarla, gracias al diseño con particiones.
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Cómo actuar si la plaga ha llegado a nuestras plantas
Si por mucho que hayas queridos asegurarte de disfrutar de tus cultivos sin preocupaciones, los caracoles y babosas han invadido tu huerto, una solución que funciona es colocar cebos antilimacos. Si lo prefieres, puedes utilizar métodos ecológicos, como la colocación de barreras de cáscaras de huevo trituradas o café molido alrededor de las plantas, que les dificultará el paso. Además, ve inspeccionando regularmente tus plantas y recoge manualmente estos animales.
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5. ¡Atención con la mariposa del geranio!
La mariposa del geranio, conocida también como el taladro del geranio, es una amenaza seria para estas plantas decorativas. Originaria de África, esta plaga no tiene depredadores naturales en muchas regiones, lo que la hace especialmente dañina y crea verdaderos dolores de cabeza a los jardineros principiantes y más expertos.
Estos insectos son voraces devoradores del geranio, debilitando el estado de salud de la planta. Para prevenir su llegada, es crucial mantener los geranios en condiciones óptimas con un sustrato bien nutrido y riego adecuado. Además, es recomendable usar insecticidas preventivos.
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Cómo actuar si la plaga ha llegado a nuestros geranios
Si la mariposa del geranio ya ha invadido estas preciosas flores, es fundamental actuar con celeridad. Utiliza insecticidas específicos contra esta plaga, asegurándote de pulverizar bien las zonas afectadas y los agujeros donde las larvas puedan estar escondidas.
No temas por las plantas de alrededor del geranio, la particularidad de esta plaga es que es muy selectiva y solo ataca a una de nuestras flores favoritas del verano para decorar balcones, terrazas o jardines.