Con un presupuesto muy diferente, inversión de tiempo también distinta y otros matices; las cocinas pueden renovarse y sentirse actualizadas con cualquier de estos tres tipos de reforma. Desde la reforma integral hasta la parcial o la opción de renovación sin obra. Te contamos qué conlleva cada una para que elijas.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La reforma integral de la cocina
Se trata de una reforma que cambia completamente el diseño del espacio. Se podría decir que no queda nada de lo que había. Se modifica la distribución, el mobiliario, los revestimientos e, incluso, las tomas. Si la cocina está muy deteriorada por los años y el uso, es el tipo de reforma más aconsejable. Este es un diseño de Inspira Design, con Paula Piris al frente.
Te puede interesar: Cocinas en línea con isla: las más deseadas, las que mejor aprovechan el espacio, las que no fallan
¿Cuál es la mayor ventaja de una reforma integral?
El poder adaptar el diseño a las necesidades de un espacio concreto, disfrutando de una cocina a medida. Se modifica la ubicación de electrodomésticos, se puede generar un espacio de trabajo más estético y cómodo, ganar mobiliario de almacenaje… Proyecto de Luis Higueras.
Te puede interesar: Cocinas en color negro: claves para que no reduzcan visualmente el espacio
Los inconvenientes de la reforma integral de la cocina
Es el tipo de reforma que conlleva una inversión mayor y la más “engorrosa” puesto que supone realizar una obra con profesionales en casa. Ten en cuenta que para una cocina sencilla y pequeña, con un frente de muebles en línea en un espacio de 6 m2, con una calidad media con encimera de piedra y nuevos revestimientos, el precio ronda los 10.000 €. En la imagen, un proyecto de Mexid Interiorismo.
Te puede interesar: Una nueva cocina de muebles blancos con península, barra y 'office' gracias a su planta cuadrada
¿Qué puedes lograr con una reforma integral?
Además de, como hemos mencionado, reformar el espacio por completo, una reforma integral te permite ubicar toda la cocina en un punto distinto de la casa o abrirla e integrarla, derribando tabiques o instalando un cerramiento acristalado. Proyecto de Coblonal Interiorismo con cocina integrada en el salón.
Te puede interesar: Isla de cocina con barra: así debes elegirla
Reforma parcial de la cocina: a medio camino
Es la opción que se encuentra entre la reforma integral o total y el cambio sin obra. Es posible llevarla a cabo cuando la cocina no es muy antigua, pero necesita una actualización estética. No se modifican los revestimientos ni las instalaciones, no es necesario cambiar la distribución, aunque sí se pueden renovar el mobiliario con la encimera y los electrodomésticos o solo parte del mobiliario. Proyecto de Pia Capdevila Interiorismo con estilismo de Mar Gausachs.
Te puede interesar: 10 'offices' reformados por los hermanos Scott que se convierten en el corazón de la casa
¿Cuál es su ventaja?
No es una reforma tan tediosa como la integral. No conlleva desescombro. Bastaría, por ejemplo, con retirar el mobiliario antiguo y esperar a instalar el nuevo. Se puede demorar el uso de la nueva cocina porque se instala el mobiliario y luego se realiza la medición de la encimera, que tarda un tiempo desde ese momento.
Te puede interesar: Diez cocinas con mobiliario en madera, de estilo moderno y repletas de funcionalidad
Los inconvenientes
Puede que si la cocina está anticuada, los revestimientos también lo estén. Y cambiar una cocina nueva sin modificar el continente puede hacer que el resultado no sea el esperado. Esto se puede solventar con revestimientos vinílicos que se instalen sobre los existentes o con pintura. Hoy hay distintas opciones así que es cuestión de combinar el nuevo mobiliario con alguna idea de reforma sin obra, de las que vamos a ver a continuación. Proyecto de OAT Arquitectura.
Te puede interesar: No te pierdas las tendencias en papeles pintados para la cocina
Reforma sin obra para renovar la cocina
Y llegados a este punto, este tipo de reforma es el más ligh porque aunque se denomina reforma, no conlleva obra. Se trata de sentir la cocina como nueva sin lo que conlleva ni en tiempo, inversión o trabajo cualquiera de las otras opciones. Cocina diseñada por el estudio de Raquel González con estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.
Te puede interesar: Estores o cortinas para las ventanas: ¿qué es mejor?
¿Qué se puede reformar sin obra?
¡Prácticamente todo! En una cocina los cambios estarían enfocados a, por ejemplo, pintar los azulejos de la cocina o cubrirlos con planchas vinílicas. Como en el caso del suelo. Se pueden usar vinilos adhesivos para renovar la zona del salpicadero de la cocina en el espacio de trabajo. Se puede cambiar la encimera y sustituirla por otra, aprovechando para prolongarla en ese antepecho mencionado. Otra idea es mantener los cascos del mobiliario pero encargar nuevas puertas y frentes de cajones. Sumar tiradores nuevos. Modificar la iluminación también puede dar mucho juego, sacando más puntos para crear ambientes o escenas en la cocina. Entran en juego aspectos decorativos como la elección de las lámparas, las cortinas, los accesorios que quedan a la vista… Proyecto de Jorge Alonso Estudio.
Te puede interesar: Ideas y materiales para decorar el salpicadero de la cocina
Las principales ventajas de reformar sin obra la cocina
Es más rápido el cambio y más económico si lo comparamos con los anteriores tipos de reforma de cocina expuestos. Tampoco genera tantos residuos, por lo que es más sostenible. Se trata de aprovechar lo que se pueda. Proyecto diseño de Emmme Studio.
Te puede interesar: Ideas para conseguir una cocina nueva sin obras: ¡el sueño es posible!