Vivir en un entorno natural, en una casa cómoda, abierta al exterior y decorada con calidez y sencillez a partes iguales. Ese es el objetivo de esta casa, ideal para el verano, con un estilo slow envidiable. Cruzar sus puertas es adentrarse en un espacio interior que se orienta al jardín, un lugar donde hacer vida, con porche, cocina exterior y piscina.
© Katherine LuUna casa 'slow' desde el exterior
Esta preciosa vivienda se encuentra ubicada en la costa australiana, concretamente en Curl Curl, una localidad playera a 18 kilómetros de Sidney. Su diseño es moderno, de espacios abiertos y conectados con el exterior. Está rodeada de formas residenciales tradicionales. "El objetivo era crear un santuario relajado, que fuera sensible al entorno natural y que al mismo tiempo tuviera su propio carácter", indican los arquitectos de Sandbox Studio (www.thesandboxstudio.com), encargados del proyecto. La silueta arquitectónica rinde homenaje a otras construcciones de la zona. Aquí se reinterpreta también el uso de paneles de madera, con disposición vertical, en lugar de horizontal, más habitual. El resultado final es una silueta que enfatiza la altura de la casa, en una paleta de acabados neutros, que se prologan en el interior para lograr esa sensación de ligereza que evoca calma.
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© KATHERINE LUDesde el recibidor, la luz fluye
La bienvenida es un espacio de recibidor de doble altura con líneas curvas en el diseño de las paredes y pasos. Desde aquí se accede a la zona de comedor y cocina, integrados y desde aquí al jardín. A la izquierda queda una zona de estar en una posición más baja, a la que se accede por unos escalones. "La luz natural entra a través de aberturas estratégicamente alineadas que enmarcan las vistas y llevan el paisaje al interior", señalan los arquitectos. Toda la construcción ha tenido en cuenta las soluciones de eficiencia para que la construcción cuente con mecanismos de enfriamiento pasivo y retenga el calor cuando es necesario.
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© KATHERINE LUTonos neutros: madera, piedra y cemento pulido
La casa tenía que reflejar las claves de un estilo costero pero actualizado. Sandbox Studio Architects contó Holly Irvine para el estilismo. En el interior, la madera natural y el revestimiento de piedra natural, junto con el uso de algunas superficies de cemento pulido, articulan todos los espacios. Todo en una paleta de neutros luminosa y cálida que da paz y se prolonga en el exterior.
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© KATHERINE LUConexión entre espacios
La casa está orientada al jardín para conectar espacios y prolongar la vida durante el verano. Fuera, un porche con cocina outdoor y una piscina. La zona del porche queda protegida por un toldo o techado metálico que protege del sol. Este cuenta con lamas regulables, de manera que según la época del año se puede abrir o cerrar. Un gran cerramiento comunica la cocina y el comedor con el porche exterior.
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Un gran porche exterior
La casa se abre hacia el exterior. Desde el porche elevado se accede al jardín con piscina. Estos espacios se convierten en una extensión de la zona de día de la casa. "La flexibilidad en la planificación de este espacio al aire libre es ideal para los años venideros y la necesidad de permitir la separación y la unión", detallan los arquitectos de Sandbox Studio. Una zona de estar de línea slow no desentona con el planteamiento. Sillones y sofá en madera y cojines blancos, con una mesa de centro redonda de microcemento.
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Una zona para verano e invierno: barbacoa y chimenea
Todo en el diseño de esta vivienda se ha realizado como un compromiso con la vida costera de la zona. El gran porche cuenta con una zona de cocina outdoor con barbacoa y chimenea, que concede encanto a los momentos de reunión al aire libre cuando no es verano. Al poder orientar las lamas del toldo, se puede proteger del frío el espacio. La comodidad en la conexión con el comedor interior hace que el uso de la cocina fuera sea propicio para preparar la comida y servirla dentro. Aquí, la madera del suelo y la piedra del muro delimitador hacen el tándem perfecto.
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Una piscina de bordes redondeados
Una barandilla de cristal transparente pone límites a la zona del porche, de manera que no se corten las vistas desde el estar exterior, pero evitando caídas y salpicaduras. La piscina de borde redondeado es un punto focal del jardín (con diseño de Contour Landscape Architecture), en línea con las líneas curvas que configuran los aleros de fachada. El vaso se integra así en la construcción. Todo rodeada de plantas, que hacen del espacio un lugar en el que relajarse.
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© KATHERINE LUCocina integrada, diseñada en dos colores para delimitar zonas
Esta vivienda de 300 metros cuadrados está diseñada para una familia joven. "El enfoque fluido y abierto de la planificación interna superpone una flexibilidad para los años venideros, conectando entre zonas e impulsando la usabilidad hacia el jardín circundante", indican los responsables del proyecto. Para ellos era importante la conciencia ambiental y social que se refleja en la elección de los materiales y sistemas sostenibles elegidos. El comedor y la cocina quedan ubicados cerca, conectados, ya que solo una isla separa los ambientes. La madera está presente en el suelo, revestimiento de la isla y comedor. Mientras que el uso del color blanco demarca la zona de trabajo, con muebles adosados a la pared que se prolongan en el frente del fondo, abierto también al jardín a través de un ventanal panorámico.
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© KATHERINE LUCocina en línea con desayunador 'escondido' y una práctica isla
Oculto tras un saliente, queda el rincón de desayunador en la cocina. Un espacio que se equipa con mueble bajo y encimera, en color blanco, y un par de estantes en madera. Desde aquí se diseña el frente lineal, con mobiliario en blanco de frentes lisos. La zona de cocción queda aquí, delante del ventanal; mientras que la isla acoge el fregadero y superficie de trabajo. También este elemento se convierte en zona de barra con taburetes. La isla destaca no solo por su ubicación en la planta, sino por el contraste que ofrece el revestimiento alistonado en madera.
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© KATHERINE LUUn rincón de estar junto a la escalera
La distribución permite llevar la luz natural hacia el interior. Este es un rincón de estar que queda junto a la escalera que comunica las plantas. Un espacio luminoso y tranquilo, protegido del jaleo de la zona social, aunque integrado también. Es otro ejemplo del diseño slow que se ha buscado, con lugares calmados en los que poder "aislarse" ligeramente de la vida familiar.
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© KATHERINE LUTragaluces para maximizar la luz natural
La inclusión de ventanas y tragaluces en la casa, bien ubicados, responde a la búsqueda de maximizar la luz natural en toda la casa. Esta es la vista de la escalera de conexión entre plantas. Una zona de paso en la que el blanco está presente tanto en superficies lisas como en alistonado vertical. Abajo queda el salón principal, el que conecta con la piscina a través de un gran ventanal. En la planta superior se ubican los dormitorios.
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© KATHERINE LUUna casa que abraza pasado y presente en cada uno de sus elementos
"Como testimonio de una vida sostenible y de la necesidad de que la casa fuera un lugar de refugio para los propietarios, la construcción -completamente nueva- ocupa su sitio con un diseño que responde tanto al pasado como al presente. Su forma reconoce y abraza los elementos naturales, centrándose en una composición que genera sensación de luz. En definitiva, la suma de sus partes crea un lugar tranquilo para desconectarse y restaurarse", concluyen desde Sandbox Studio Architects.
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© KATHERINE LUAcabados en continuidad para el baño
Tampoco el cuarto de baño se separa de la conexión con el entorno. Aquí la luz natural alcanza el espacio a través de un ventanal horizontal ubicado en la zona alta de la pared. Revestimientos neutros con sensación de continuidad crean una atmósfera relajada, donde destaca la madera del mueble suspendido del lavabo y del marco del espejo.
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