Sophie Bonvin en su casa© MATTIA BETTINELLI

Entramos en la fabulosa casa vertical de la emprendedora suiza Sophie Bonvin en una colina y con impresionantes vistas a la bahía de Palma

Dividida en cuatro plantas, la construcción cuenta con un magnífico jardín descendente de palmeras y naranjos


16 de julio de 2024 - 10:15 CEST

Estamos en Mallorca, la mayor isla de las Baleares, encantadora hermana mayor de la glamurosa Ibiza y la virgen Menorca. Las colinas de Palma, la capital, esconden una gran riqueza de importantes villas, y su famoso puerto deportivo alberga megayates y las famosas regatas de la Copa del Rey. El centro histórico de la ciudad está lleno de ambiente: palacios, la Catedral-Basílica de Santa María, el mercado del Olivar y casas populares que hablan de la riqueza cultural de la isla, con pasados romanos, bárbaros, sarracenos, bizantinos y aragoneses.

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HOLA 4172 CASA SOPHIE BONVIN© MATTIA BETTINELLI
Sophie Bonvin, a la que vemos sobre estas líneas, adquirió el terreno hace unos cuatro años. 'Tuve que ver muchas parcelas hasta que encontré esta, que tenía una casa inmensa. La derribamos y construimos dos casas desde cero', nos comenta nuestra anfitriona sobre la propiedad, que está en la exclusiva urbanización de Son Vida.

La emprendedora suiza Sophie Bonvin, financiera y ahora dedicada al mundo de la moda, pasa aquí la mayor parte de las vacaciones de verano. Su magnífica casa tiene una extensión de 750 metros cuadrados, está rodeada por un jardín de 2.000 metros cuadrados y con unas vistas espléndidas de la naturaleza y el mar. La propiedad se adapta a la topografía, desplegándose en varios niveles, que se alinean con los contornos naturales del terreno. Todo está construido en vertical y con una arquitectura extremadamente geométrica. Las cuatro plantas albergan el hall de entrada, el salón principal y la piscina; más abajo, las habitaciones de invitados y aún más habitaciones. El jardín descendente alterna altas palmeras con arbustos floridos de matorral mediterráneo y fragantes naranjos.

"Quería estar muy conectada a la naturaleza. Por eso hay grandes ventanales y materiales como mármol y piedra. El techo inclinado es de cedro, madera que se utiliza en los Hamptons y en Martha’s Vineyard"

© MATTIA BETTINELLI
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Sobre estas líneas, la zona de entrada a la casa, con una obra de la colección de gafas escultóricas del artista keniata Cyrus Kabiru
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—Después de recibirnos en tu chalet de Verbier, aquí estamos en tu casa vertical de Palma.

—Me encanta Palma, porque siempre hemos tenido barcos aquí y es una isla donde es muy fácil viajar; además de ser una ciudad con mucha historia. Tuve que ver muchas parcelas hasta que encontré esta, que tenía una casa inmensa. La derribamos y construimos dos casas desde cero.

Los dos monumentos más importantes

—¿Dirías que Son Vida, donde estamos, es el lugar más exclusivo de Palma?

—Para mí sí, porque está inmerso en la vegetación. Al estar en una colina, en la parte alta de la ciudad, tiene unas vistas maravillosas al campo de golf y al mar; del otro lado de la ciudad y los dos monumentos más importantes, la Catedral de Santa María y el Castillo de Bellver.

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En las imágenes, se aprecia el techo inclinado de madera de cedro, muy utilizada en Estados Unidos

—¿Cuándo adquiriste esta casa?

—Hace aproximadamente cuatro años que compré el terreno. La hicimos desde cero. Cuando planteamos el proyecto, tuvimos que hacer terrazas porque estamos en una zona en pendiente. Hubo una tromba de agua muy importante, la tierra se desmoronó y tuvimos que rehacer los diferentes niveles de tierra.

"Mis muebles son muy modernos, con piezas con un toque clásico. Quería colores porque, al estar en una zona de mar, son más alegres y los complementos son naranja y turquesa"

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En la imagen, la financiera suiza, que ahora se dedica a la moda, en el salón de la casa. La chimenea de mármol, sobre la que vemos una escultura de Olafur Eliasson, se utiliza en invierno y conecta también con el salón exterior de la casa.

—El estilo de la casa es muy moderno. ¿Qué arquitecto supervisó el proyecto?

—Maurice Sainz, de Marbella, aunque es de origen mexicano. Quería estar muy conectada a la naturaleza. Por eso hay grandes ventanales. Hay materiales como el mármol, piedra, temas que recurren a la naturaleza. El techo inclinado está hecho con una madera especial: es cedro. Esta madera se utiliza mucho en Estados Unidos, en los Hamptons y en Martha’s Vineyard. Me encanta el volumen, el corte geométrico y la mezcla de materiales. Tenemos también la chimenea en mármol, que usamos en invierno y que se comunica con la parte de fuera de la casa, donde está el salón exterior y las cascadas de agua. El suelo también es de madera, es roble del norte de España, de Grato. Y los marmoleados son de Grey Osiris Limestone. 

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'Toda mi vida he sentido pasión por la moda. Cuando era niña, lo que más me gustaba era comprar ropa para mi Barbie. Quería estudiar moda, pero me di cuenta de que iba a ser muy difícil hacer una carrera en la moda viviendo en Suiza. Decidí cambiar y estudié Finanzas y Economía, porque tenía mucha facilidad para los números', nos cuenta Sophie que, con el tiempo, se decidió a lanzar su propia firma de moda, The Collector, Geneve.

"Me apasiona el arte"

—Destaca una decoración muy moderna, ¿no? ¿Esto es usual en un lugar como Palma?

—En general, en Mallorca las casas son más tradicionales. Mis muebles son muy modernos, con un toque de piezas también un poco clásicas. Son de Porrada, Minotti y unas piezas de B.B. Italia. Y yo quería colores porque, al estar en una zona de mar, son más alegres. Así que los complementos son en tonos naranja y turquesa.

"Me apasiona el arte y tengo piezas muy importantes, como un mueble-escultura de madreperla de una artista coreana; también tengo muchos libros de fotografía, que me encanta"

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El comedor principal, exquisitamente decorado y adornado con flores de colores que van en sintonía con el resto de la decoración, en azul y naranja
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—Se nota que te apasiona el arte.

—Sí, me apasiona y tengo piezas muy importantes, como la de Olafur Eliasson, que trabaja con la luz y el cristal. Esta pieza sobre la chimenea tiene una piedra de Islandia que gira, y hay un espejo que refleja esta piedra con la luz y hace que se vea mucho más grande. También tengo obras de artistas españoles, como Jordi Alcázar. Después tenemos obras grandes de una artista joven de Omán, Radhika Khimji, que descubrí en Art Basel, hace cuatro años. Vive en Inglaterra y me dio mucho gusto que, hace dos años, la escogieran en la Bienal de Venecia para representar a Omán. Allí pude conocerla en persona. Tengo un mueble-escultura de madreperla, de una artista de Corea del Sur, y también una escultura de Jean-Luc Moulène, que es uno de los mejores escultores actuales de Francia. En el cuarto principal hay una flor, que es de un artista que ahora se está haciendo muy famoso: Jean-Marie Appriou. 

"Tengo la suerte de tener una chef italiana que es buenísima. Cocina una pasta maravillosa. También comemos mucho pescado y siempre ensaladas y legumbres"

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La cocina, que sigue la impronta decorativa del resto de la casa, con líneas muy modernas.
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Detalle de la mesa decorada en el comedor de exterior con vajilla y vasos de Aquazzura Home

—Tienes muchos libros grandes de fotografías. ¿Te gusta la fotografía?

—Sí, me gusta. Hay uno que es un libro maravilloso del famoso fotógrafo David Yarrow. Son fotos sobre la naturaleza en diferentes partes del mundo. Es increíble cómo ha podido captar los animales salvajes y las expresiones de su gente. Tenemos otro libro sobre el mundo de la vela y la historia de la vela, y tengo también muchos libros sobre colecciones de moda y diferentes artistas y fotógrafos.

—¿Qué es lo que te gusta de esta isla?

—Esta isla me encanta porque es grande, tiene un mar precioso, en el centro hay unos pueblos con mucha historia, muy auténticos; tiene montañas y, si te gustan los deportes, puedes jugar al polo, al tenis, al golf... lo que quieras, hay de todo. Palma es una ciudad con mucha vida, con todo tipo de restaurantes y con muchos hoteles y palacios muy especiales. Y es divertida. Suelo trabajar mucho, pero cuando no lo hago, aquí me gusta quedar con amigos, ir a restaurantes, salir al mar... En verano hay un festival cultural de música clásica y muestras de arte. Mi preferido es el pueblo de Deià, que tiene el hotel La Residencia. Desde ahí puedes pasear por un camino de 45 minutos y llegar a una zona sobre el mar que es preciosa, donde hay un restaurante que es espectacular, Ca’s Patró March. Es mi lugar favorito. Otro lugar que me encanta, y al que solo se puede ir en barco, es Sa Foradada, un sitio de paellas sobre el mar que es muy auténtico y tiene unas vistas increíbles. Acaban de renovar también el hotel Gran Hotel Son Net, que tiene un restaurante y un bar preciosos y un ambiente colonial espectacular.

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Aunque a Sophie le gusta explorar los restaurantes de la isla, también disfruta con sus amigos en casa.

"No soy de rutinas"

—Durante el día, ¿qué sueles hacer?, ¿cómo pasas tu tiempo aquí en verano?

—Me relajo mucho. Por la mañana, siempre hago mi gimnasia. Después depende, a veces voy a jugar al tenis, salgo al mar, pero siempre cambio, no soy de rutinas. Y me gusta disfrutar de la casa con amigos.

"Hay gente que siempre se viste igual y a mí me gustan diferentes marcas, diferentes estilos, según el momento. A veces puedo llevar prendas excéntricas, y a veces cosas más clásicas"

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Arriba, Sophie Bonvin en la zona de hamacas de la espectacular piscina con forma rectangular, en la parte más alta de la casa y desde la que se tienen impresionantes vistas al campo de golf y a la bahía de Palma de Mallorca

—Creo que tienes una chef muy buena. ¿Qué menú preparas en verano?

—Sí, tengo la suerte de tener una chef italiana que es buenísima. Cocina una pasta maravillosa, comemos mucho pescado y siempre ensaladas y legumbres.

—Tienes un estilo muy especial, vistes de una forma muy original.

—Hay gente que siempre se viste igual y a mí me gustan diferentes marcas, diferentes estilos, según el momento. A veces puedo llevar cosas excéntricas, y a veces cosas más clásicas.

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"Para mí esta es la zona más exclusiva de Palma. Está inmersa en la vegetación y, al estar en la parte alta de la ciudad, tiene unas vistas maravillosas al campo de golf y al mar, al otro lado de la ciudad y a la Catedral de Santa María y el Castillo de Bellver"

—Hablemos de tus pasiones: la moda y el arte. Y la que compartes con tu pareja, el mar y la vela.

—Sí, hemos navegado mucho aquí, pero también en todo el mundo. Hemos tenido cuatro veleros y, después, un barco a motor de expedición. Hemos navegado hasta el sur de Chile y Brasil. Hemos pasado el canal de Panamá, las islas de San Blas, hemos estado en el norte de Estados Unidos, bajando desde Maine hasta Nueva York y llegando a la ciudad con nuestro velero, que ha sido algo muy especial: fue el mismo recorrido que hacían los inmigrantes cuando llegaban a Nueva York. Hicimos también dos viajes a Polinesia, a Fiji, Tonga, y hemos participado en muchas regatas: la Copa Superyacht de Loro Piana, en Porto Cervo, y Antigua; en Saint Barth, la Bucket Cup, y aquí, en Mallorca, la Palma Super Cup.

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Dos de los dormitorios de la casa, el de abajo con terraza propia.

—Creo que también hiciste un viaje fabuloso por el Ártico, a Groenlandia.

—Sí, hice un viaje maravilloso, fue un crucero especial de expedición en Groenlandia, el Commandant Charcot. Después del barco nuclear de los rusos, este es uno de los pocos que puede romper el hielo. Entonces, estuve ahí en medio de bloques de hielo de entre tres y cinco metros de altura, navegando por Groenlandia, y fue un viaje muy espectacular. Me inspiró para hacer una colección especial sobre los colores que he visto.

"Cuando estoy aquí, me relajo mucho. Por la mañana, siempre hago mi gimnasia. Después, depende, a veces voy a jugar al tenis, o salgo al mar"

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El salón exterior, donde se puede ver la chimenea de mármol que conecta por el otro lado con la principal del interior

Moda, arte y solidaridad

—¿Por qué pasaste del mundo de las finanzas al de la moda?

—Toda mi vida he sentido pasión por la moda. Cuando era niña, lo que más me gustaba era comprar ropa para mi Barbie. Quería estudiar moda, pero me di cuenta de que iba a ser muy difícil hacer una carrera en la moda viviendo en Suiza. Decidí cambiar y estudié Finanzas y Economía, porque tenía mucha facilidad para los números. Ahí empecé una carrera en la banca en finanzas. Y después creé mi firma de moda, The Collector. La idea era hacer piezas únicas y tener una conexión con el mundo del arte, que siempre me gustó también. Entonces, cuando lanzamos la marca, hicimos un evento benéfico en Miami, durante Art Basel. Pedimos a un par de artistas que eligieran una de nuestras carteras e hicieran una obra de arte. Después, se subastaron en Sotheby’s para Make-A-Wish Foundation. A este proyecto artístico ahora lo llamamos Bag Art Big Heart. Cada tres años, realizamos esta acción en Art Basel. Hicimos uno hace dos años en Basilea, donde se celebra la feria principal, y ahí escogí únicamente artistas mujeres, que son más difícil de conseguir, y tenía ahí a Sylvie Fleury, que es la mejor artista de Suiza; a Joana Vasconcelos, que es la mejor de Portugal; Mónica Bonvicini, que es una italiana que vive en Berlín; Ghada Amer, que es una artista muy conocida de Egipto que vive en Nueva York; tenía una de Brasil, Ana Mazzei, y otra más joven de Sudáfrica, Teresa Kutala Firmino, porque quería diferentes estilos de cada país. Celebramos una cena de gala y, en esa ocasión, la subasta apoyó a Make-A-Wish Foundation y Sumbandila Scholarship Trust (dedicada a la educación en Sudáfrica). Igual que lo que hicimos en Art Basel, todo tenía que ser muy creativo, tuvimos un peluquero famoso, Pablo Kumin, que hizo las pelucas para las modelos. También teníamos una cantante y una bailarina, y todo era una escenografía sobre cada cartera. Me encantó lo que hizo Joana Vasconcelos, con su trabajo de tejidos con perlas, que se ve increíble sobre un bolso, ¡lo podríamos haber vendido varias veces!

"Me encanta Palma, siempre hemos tenido barcos en este puerto. Hemos navegado mucho aquí, pero también en todo el mundo", comenta Sophie sobre su afición al mar y la vela, que comparte con su pareja

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Sophie pasea por el puerto deportivo con uno de los bolsos de la colección que ha creado junto a la artista portuguesa Joana Vasconcelos, que fue presentada el pasado 24 de junio, durante la Semana de la Moda de Alta Costura en París.

—¿Habéis vuelto a trabajar juntas?

—Sí, después nos acercamos a Joana para hacer una colección. Al ser una artista tan ocupada, se demoró. La colección finalmente salió el 24 de junio y la hemos presentado en la Semana de Alta Costura de París, en el hotel Ritz. Esta colección es de alta costura y arte, y solo son 12 piezas, cada una es única. Eso es lo que me encanta de trabajar con los artistas: ellos aprenden porque salen de su rutina de trabajo y nosotros también aprendemos a trabajar con otras técnicas.

—¿Una de tus creaciones saldrá en una famosa serie de Netflix?

—Bueno, esto no se puede decir todavía. Eligieron un modelo nuestro, pero no es oficial. Lo que podemos decir es que hay una serie muy famosa que ha elegido dos diseños nuestros para el rodaje, porque quieren cosas originales.

© Alamy Stock Photo
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Sobre estas líneas, una parte de las murallas de Palma. Y arriba, vista panorámica de la ciudad y su bahía

 

Realización y texto: NANÀ BOTTAZZI

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