Hacer limpieza (de cosas) en casa es siempre una tarea a la que cuesta enfrentarse. Abrir armarios y cajones y descubrir todo lo que tenemos dentro puede ser un ejercicio tedioso y hacerse, en muchas ocasiones, interminable. Por eso es importante tener las cosas claras desde el principio. Saber por dónde empezar y qué tirar. Si sigues unas pautas en todas las estancias de tu casa, el resultado será muy satisfactorio.
Y el verano es un buen momento para hacerlo. En esos ratos muertos en los que salir a la calle es impensable, puedes entretenerte en casa haciendo esa limpieza que tanta falta le hace a tu hogar. Y no tienes que hacerlo todo de una vez, puedes ir estancia a estancia, poco a poco para no agobiarte. ¿Nos ponemos manos a la obra?
Empieza por el dormitorio principal
Si te has planteado ordenar toda tu casa, un truco muy válido es empezar desde el fondo hacia la entrada de casa, o de arriba a abajo. Es una manera muy visual de saber qué te queda y no ir dejando huecos sin revisar. Por eso el mejor punto de partida es el dormitorio. Es una estancia ‘fácil’ en comparación con otras y no hay que enfrentarse a demasiada suciedad (como en el baño o la cocina).
Así que empieza por vaciar los armarios (este consejo vale también para el canapé y los cajones de la cómoda). Empieza ordenando desde los estantes superiores hacia abajo. Marie Kondo, la gurú del orden por excelencia, recomendaba en sus primeros libros tirar todo aquello que no nos hace felices. Y razón no le falta.
Deshazte de toda esa ropa que nunca te has puesto (ni te vas a poner), de todo lo que esté viejo, pero no tiras por nostalgia y de todas esas prendas que ya no te valen. Si hay cosas que están bien, dónalas o véndelas. Aprovecha para lavarlo todo y guardarlo correctamente (en bolsas de vacío o perchas, dependiendo de su uso). Si te haces con unas perchas todas iguales, el efecto de tu armario será increíble. Después añade alguna de esas soluciones para que el armario huela bien.
También los cajones de la mesita de noche suelen convertirse en cajones de sastre en los que no sabes ni lo que hay. Vacíalos, revisa su contenido y deja lo imprescindible. Finalmente, despeja las superficies de los muebles (mesitas, cómoda, tocador…). Así reducirás el ruido visual en tu habitación y conseguirás que reine el orden.
Ataca el dormitorio infantil
Los dormitorios de tus hijos son estancias en las que se van acumulando cosas y no sabemos cómo. Según crecen sus necesidades cambian y hay que hacer hueco para nueva ropa, nuevos libros y nuevos juguetes. Además, la mayoría de cosas están impecables, casi nuevas. Así que ponte manos a la obra y ve quitando todo lo que ya no usan. Se lo puedes regalar a alguien, donarlo o venderlo.
Una buena forma de tener siempre el cuarto de los niños bajo control es contar con una bolsa o caja en la que ir metiendo todas esas cosas que le van quedando pequeñas o que ves que no usan. Y, cuando la tengas llena, ¡fuera! Hay muchos trucos para ayudarte a mantener el orden en el cuarto infantil.
Baños, cosméticos y toallas
Enfrentarse al orden en el baño puede ser algo muy tedioso. La cantidad de botes, cremas y potingues que almacenamos es elevada y es importante mantener un control. Lo que sí que es cierto es que, llegado un momento, estamos de nuevo en el punto de partida. Empieza por los armarios, de nuevo hazlo de arriba a abajo.
Revisa las cremas y cosméticos. Estos productos tienen la imagen de un botecito con un número, estos son los meses que dura en buen estado desde que se abre. Así que haz el cálculo y empieza a tirar cosas. Seguro que muchos de los productos que tienes llevan ahí más tiempo del recomendable.
Despeja las encimeras. No hay nada que dé mayor sensación de limpieza que una encimera despejada y libre de objetos. Deja solo un bote para los cepillos de dientes y la pasta y una jabonera. Lo demás, mejor en los cajones o estantes.
Mira bien el salón comedor
El salón es esa estancia en la que guardamos todas esas cosas que no sabemos dónde meter. Aun así, es más o menos fácil ordenarla y deshacernos de lo que no vale. Y es que, en el salón, además de guardar las vajillas, cristalerías y juegos de café, también guardamos juegos de mesa, bolis y papeles (especialmente si no tienes zona de trabajo), documentación importante y, por supuesto, tenemos otro famoso cajón desastre (a veces es armario) donde vamos metiendo todo eso que no sabemos cómo clasificar.
Revisa cada armario (de nuevo de arriba a abajo) y tira todo lo que no vale, no te gusta o no sabes qué es (sí, esto es frecuente que pase). Aprovecha para hacer un poco de limpieza en las encimeras de los muebles y quitar todos esos adornos que no te gustan y que solo provocan desorden visual.
Finalmente, mira hacia tu sofá. ¿Tienes funda? ¿En qué estado está? ¿Y los cojines? Lávalos (también las cortinas o estores) si están bien o hazte con unos nuevos si crees que ya has agotado su vida útil. ¡Y lo viejo, fuera! Por cierto, ¿sabes cada cuánto hay que lavar cada prenda de casa?
Una vuelta a la cocina
Puede que creas que no hay que hacer mucha limpieza de orden en la cocina, ¡pero estás muy equivocado! No se trata solo de revisar los utensilios, sino también de mirar qué hay en la despensa, en el frigorífico y en el congelador. Y es que muchas veces nos olvidamos de lo que compramos y se va quedando en el fondo de los armarios hasta que ha caducado. Lo ideal es que empieces por la despensa, clasificando los alimentos colocando lo comprado recientemente al fondo y lo que lleva más tiempo delante, para consumirlo cuanto antes. Lo caducado es mejor que lo tires. Lo mismo con la comida del congelador y la nevera.
Un recibidor más despejado
Aunque el recibidor es, normalmente, la estancia más pequeña de la casa, también es donde se pueden acumular más cosas que no tienen nada que ver. Más aún si el mueble de la entrada cuenta con varios cajones en los que has ido metiendo todo tipo de pequeños objetos. Así que vacíalos y mira qué sirve y qué no. Lo que no, ya sabes. Si también tienes el zapatero en la entrada, aprovecha para ver qué calzado usas y cuál no. Los que estén muy estropeados, deberías tirarlos.
Aprovecha también para quitar todo lo que haya en el perchero: abrigos, gorros, bufandas… Lleva lo que no estéis usando a los armarios y despeja el recibidor.
Zona de trabajo
El espacio en el que trabajamos puede convertirse en esa zona de la casa en la que acumulas papeles y documentación para la que nunca sacas el tiempo. Si te gusta tenerlo en papel, clasifica todo en una carpeta o archivador; aunque te recomendamos que te pases a las facturas digitales y lo guardes todo en la nube. Ahí no ocupa sitio, podrás acceder a ello cuando quieras y te evitas tener que ordenar muchos papeles.
Otros
Tengas donde tengas el armario con la ropa de cama, te recomendamos que aproveches también para revisar qué usas y qué no. En realidad, con 3 juegos de sábanas para cada cama es suficiente. Revisa las sábanas muy desgastadas o a las bajeras que se les ha dado de sí la goma. Tal vez puedas cambiarla.
En cuanto a las toallas, si hay alguna que huele mal, trata de eliminar ese mal olor poniéndola en remojo con percarbonato. Si no se va, lo mejor es que la tires. Y un consejo, evita lavar las toallas con suavizante, son las que impiden que se vayan los malos olores.
Trastero y/o garaje
Si eres de los que va acumulando cosas en el garaje y el trastero, es el momento de revisar qué tienes. Puede que aún guardas cintas de VHS, la casita de muñecas de tus hijas o la bici que hace 10 años que no usas. Empieza sacando todo (sí, para este día te vendrá bien un poco de ayuda). Revisa todo lo que tienes. Lo que esté en mal estado, roto o estropeado, ponlo en una pila para llevar al punto limpio. Haz otra pila con esas cosas que están nuevas, pero ya no vas a usar más o no las quieres guardar (como la casita de muñecas) y una tercera con lo que sí que quieres mantener (como la bici, si es que eres un optimista). Después ordena el trastero clasificando los estantes. Por un lado, las herramientas; por otro, material deportivo; más allá, los disfraces… Mira estos trucazos para mantener en orden el trastero.
Otros
Tengas donde tengas el armario con la ropa de cama, te recomendamos que aproveches también para revisar qué usas y qué no. En realidad, con 3 juegos de sábanas para cada cama es suficiente. Revisa las sábanas muy desgastadas o a las bajeras que se les ha dado de sí la goma. Tal vez puedas cambiarla.
En cuanto a las toallas, si hay alguna que huele mal, trata de eliminar ese mal olor poniéndola en remojo con percarbonato. Si no se va, lo mejor es que la tires. Y un consejo, evita lavar las toallas con suavizante, son las que impiden que se vayan los malos olores.