Hay muchas plantas que, sin llegar a ser espectaculares por su tamaño o por su floración, resultan muy prácticas y también decorativas en el jardín. Es el caso del liriope (Liriope muscari), una especie de la familia de las liliáceas que te ayuda a tapizar ciertas zonas, a crear pequeños macizos que destilen belleza y naturalidad. Te contamos cómo debes cuidarla.
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Una planta de pequeño tamaño
El liriope, normalmente de la variedad Liriope muscari o Liriope platyphylla, es una planta de exterior muy resistente que no suele superar los 30 cm de altura. Se trata de una especie vivaz y compacta, originaria de Japón y de algunas otras zonas de Asia. Suele crecer de forma natural en entornos de sotobosque, umbríos y templados. Puede que no sea la planta más espectacular, pero seguro que te ayudará a crear ese entorno bello, armonioso y equilibrado que tanto te gusta para tu jardín.
Follaje frondoso y bellas flores
El liriope hace gala de unas hojas peculiares largas y estrechas, con forma de cinta. Surgen desde el centro de la planta consiguiendo que esta parezca una fuente. El follaje es perenne, por lo que mantiene su porte todo el año. A mediados del verano comienza la floración del liriope. La planta se llena de espigas florales grandes de un bello color malva, aunque también pueden ser blancas. La floración dura hasta finales del otoño y, una vez termina, surgen las bayas negras que le dan a la planta un aspecto invernal de lo más curioso.
Liriope variegado, diferente y peculiar
Entre todas las variedades de liriope que podemos encontrar, destaca el liriope variegado (Liriope muscari variegata). Su secreto está en sus hojas, que son variegadas y por tanto muestran diferentes matices de color. Tienen los bordes de color blanco o amarillo, lo que le da a la planta un aire diferente, muy decorativo. Esta planta se adapta bien a las condiciones de cultivo del jardín, porque es tan resistente y fuerte como las otras variedades. Si la eliges, plántala en zonas de luz indirecta para disfrutar de los matices de sus hojas, y para que se conserven bien sus colores. Combínalos con otras especies para crear composiciones de gran atractivo visual. La mejor época para plantar el liriope variegado es en primavera y en otoño.
En invierno, protégelo del frío
El liriope es una planta de exterior fácil de cuidar, fuerte y resistente, con una buena capacidad de aguante ante las altas temperaturas, aunque en los climas más calurosos prefiere estar a la sombra. Sin embargo, en invierno necesita una mayor protección, ya que cuando el termómetro se desploma la planta sufre y puede perder las hojas (aunque después rebrota en primavera). Protégelo también de los vientos fuertes.
Un consejo: un buen acolchado en el suelo puede ayudar a proteger las raíces de la planta en invierno.
Sus aplicaciones en el jardín
Si tienes dudas sobre cuál es la mejor ubicación para los liriopes en el jardín, ten en cuenta que lo esencial es que estén en zonas de sombra o semisombra, especialmente si vives en una zona geográfica de veranos calurosos y altas temperaturas. Los liriopes son plantas perfectas para cubrir el suelo bajo los árboles, donde obtienen esa sombra tan preciada para ellos, y también para crear macizos decorativos. Puedes crear con ellos borduras y plantarlos en zonas de rocalla y en taludes. Las aplicaciones de los liriopes en el jardín son muchas y variadas. Además, también se puede cultivar en maceta en el porche o la terraza.
¿Qué tipo de suelo necesita el liriope?
No se trata de una planta muy exigente en cuanto a la calidad del suelo, aunque como ocurre con muchas especies, prefiere los sustratos ricos, de calidad, que presenten un buen drenaje, frescos y ligeros. Y también es mejor que sean ácidos o neutros. Sin embargo, el liriope crece de forma adecuada en suelos pobres, secos y calizos, por lo que no se puede decir que las características del suelo sean una condición decisiva para su cultivo.
¿Cómo regar el liriope?
Llegamos a un punto más peliagudo en el cultivo del liriope: el riego. A la hora de regar esta planta debes ser muy moderado con la cantidad de agua que le aportas, en especial si está plantado en zonas de sombra. No te excedas con el riego, porque el liriope no tolera los encharcamientos, ya que provocan con relativa facilidad que se pudran las raíces. Sin embargo, durante el primer año de la planta sí necesita un riego abundante para que pueda establecerse adecuadamente en el terreno. Cuando el liriope esté bien establecido solo necesitará un riego moderado, ya que soporta bastante bien la sequía.
Claves para potenciar la floración
La época más bella de los liriopes comienza con la aparición de las primeras flores. Y es que contemplar la planta repleta de espigas florales de color morado claro es realmente precioso. Para potenciar que los liriopes florezcan podemos hacer ciertas cosas que, si bien no son totalmente determinantes, sí ayudan a conseguir una mejor floración, más larga, abundante e intensa. Estas son algunas de las claves que debes tener en cuenta si quieres más y mejores flores:
- Procura que el suelo en el que crecen tus liriopes sea rico en nutrientes. Enriquécelo de vez en cuando con un aporte de materia orgánica, ya sea humus de lombriz o compost.
- En primavera puedes utilizar un fertilizante específico para promover el crecimiento y la floración.
- Retira las flores marchitas para que la planta pueda ahorrar energía y concentrarla en las flores nuevas. Al final de la floración puedes darle a la planta una poda para eliminar hojas y tallos dañados.
División de matas, para multiplicar la planta
Si te encantan tus liriopes y quieres multiplicarlos para tener más, estás de suerte, porque este proceso es bastante sencillo y fácil de culminar con éxito. El liriope es una planta rizomatosa, por lo que debes multiplicarla por división de matas. Para hacerlo, cava el suelo alrededor de la planta, extráela y separa los rizomas y las raíces en dos o tres partes. Después solo tienes que plantarlas en el suelo donde quieras, más o menos a la misma profundidad que estaban. A continuación riega el sustrato y procura que esté húmedo hasta que las nuevas plantas queden establecidas.
Protección ante las plagas
Aunque el liriope es una planta resistente al ataque de las plagas que no suelen afectarle, no debes relajar la vigilancia, por lo que pueda pasar. En ocasiones puede verse atacada por caracoles y babosas, que son los insectos más dañinos para el liriope. Para prevenir su ataque puedes emplear barreras físicas, trampas o productos naturales que protejan a tus plantas.