Los terrarios son pequeños jardines en miniatura que se crean en recipientes de cristal. Son perfectos para añadir frescor y naturalidad a cualquier espacio de la casa, tal como sucede con otro tipo de plantas de interior. Además, los terrarios aportan magia y originalidad, al igual que los bonsáis y otras formas especiales de cultivar plantas.
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La magia de los jardines en recipientes de cristal
Nos encantan las plantas en miniatura, cultivadas de una forma especial, como las miniplantas, de reducido tamaño, o los bonsáis. Los terrarios son otra forma genial y muy original de cultivar plantas en casa. Son composiciones de pequeñas plantas que crecen en un recipiente de cristal en el que se dan las condiciones necesarias y perfectas para que las plantas crezcan y se desarrollen. El resultado es de lo más decorativo. Para cultivar plantas en terrario no se necesita mucho espacio: son perfectos para casas pequeñas. Además, son muy fáciles de cuidar ya que apenas necesitan atenciones. Descubre cómo crear terrarios tú mismo y dale rienda suelta a tu pasión jardinera.
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Terrarios abiertos y cerrados
Lo bueno de crear un terrario en casa es que se trata de una tarea muy fácil de realizar. No se necesita ser un experto en plantas ni saber cultivar determinadas especies. Lo primero que debes hacer es decidir si quieres crear un terrario en un recipiente de cristal abierto o cerrado. Los terrarios cerrados recrean en su interior ecosistemas tropicales, con plantas que necesitan vivir en entornos húmedos. En ellos se produce lo que se conoce como ‘el ciclo del agua’ y se crea una atmósfera con alta humedad ambiental en la que las plantas crecen de maravilla.
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¿Qué necesitas para crear un terrario?
Además del recipiente de cristal (los más grandes suelen medir aproximadamente 30 x 30 cm) y de las plantas que vayas a poner en él, necesitarás musgo, sustrato orgánico para plantas de interior (elige uno adecuado al tipo de plantas que vas a elegir, ya sean plantas tropicales o suculentas y crasas), arlita (arcilla expandida) y pulverizador.
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Paso 1. Preparar el recipiente de vidrio
Lo primero que debes hacer es preparar adecuadamente el ‘terreno’ en el que vas a plantar las especies vegetales escogidas.
- Cubre la base del recipiente de cristal con una capa de arlita de entre 3 y 5 cm de grosor. La arlita, o arcilla expandida, se pone para evitar que el agua se pueda acumular en el fondo del terrario, echando a perder las raíces de las plantas.
- Sobre la arlita tendrás que poner el sustrato orgánico en el que van a crecer las plantas. Cubre una cuarta parte del recipiente de cristal con un sustrato adecuado para el tipo de especies que vas a cultivar. Para un terrario húmedo y cerrado elige un sustrato para plantas tropicales. Una mezcla de fibra de coco, turba, humus de lombriz y carbón activo estará bien. Es rico en materia orgánica y, además, el carbón activo protege a las plantas de ciertos patógenos que pueden causar que se pudran las raíces.
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Paso 2. Selecciona las plantas para el terrario
Este es un paso importante si quieres tener éxito a la hora de crear tu propio terrario. Seguramente es la clave que debes tener en cuenta para acertar. La salud de tu terrario dependerá del tipo de plantas que elijas para cultivar en él. Si estás creando un terrario cerrado necesitarás plantas que requieran una alta humedad para vivir y desarrollarse. Son especies que crecen lentamente pero de forma saludable. Algunas de las plantas, todas de tamaño mini o bebé, adecuadas para este tipo de terrarios son: Asparagus plumosus mini, Fittonias mini, palma areca (Chamaedora elegans mini), Pileas mini, hiedra (Hedera hélix mini), Tradescantia mini, peperomias, Maranta amabilis mini, etc. Elige tres o cuatro especies de distintos colores, follaje y estructura para crear cierta variedad.
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Paso 3. El momento de plantar
Ahora que ya tienes elegidas las especies que vas a plantar y has preparado el terreno dentro del recipiente es el momento de hacer unos agujeros en él para colocar las plantitas. Lo mejor es crear una composición en función de las especies elegidas. Coloca detrás las plantas más altas, y delante las más pequeñas, distribuyéndolas a tu gusto. Extrae las plantitas de sus pequeños tiestos, quítales el exceso de tierra del cepellón e introdúcelas en los agujeros, presionando ligeramente el sustrato alrededor de las plantas.
Un consejo: aunque se trate de plantas pequeñas necesitan espacio para crecer y desarrollarse. Deja entre ellas el espacio suficiente para que puedan hacerlo.
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Paso 4. La protección que necesitan
El siguiente paso consiste en colocar una capa de musgo en las zonas del sustrato en las que no hay plantas. El objetivo es evitar que la tierra del terrario se reseque. El musgo es un buen material para conservar la humedad. Tiene propiedades antifúngicas por lo que protegerá a las plantas de los hongos dañinos.
Paso 5. El aporte de agua
Ya tienes las especies plantadas en tu terrario. Has creado el entorno perfecto para ellas y ya están establecidas en él. Ahora llega el momento de aportar la humedad que van a necesitar para vivir. En un terrario húmedo y cerrado las plantas viven gracias al 'ciclo del agua'. Es decir, parte del agua que pones ahora en el terrario es absorbida por las plantas y el sustrato y parte se evapora. Después se condensa en la parte superior del recipiente y a continuación precipita sobre las plantas y el sustrato, de forma que el ciclo vuelve a comenzar.
La clave para que las plantas crezcan sanas es cuidar de que este ciclo del agua no se interrumpa. Cuando pulverices agua sobre el terrario lo mejor que puedes hacer es emplear agua destilada o agua de lluvia, ya que es mejor para este tipo de plantas. Cierra el terrario colocando la tapa y búscale el emplazamiento adecuado.
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Errores que debes evitar al crear tu propio terrario
Aunque se trata de un proceso sencillo y que no presenta grandes dificultades, puedes cometer ciertos errores a la hora de crear un terrario que conviene evitar.
- Elegir las especies es la parte más complicada. Déjate asesorar por un experto si no sabes qué tipo de plantas son las más adecuadas. Las plantas que elijas deben tener necesidades similares de luz y riego, para que su cultivo sea exitoso.
- No pongas las plantas demasiado juntas. Deben tener espacio suficiente para crecer: deja, al menos, 3 cm libres entre ellas.
- Cuidado con pasarte con el riego. También en los terrarios solemos cometer este error tan perjudicial para las plantas.
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Los cuidados esenciales
Ya tienes listo tu terrario cerrado de plantas. Ahora tendrás que buscarle el lugar más adecuado y cuidarlo como necesita. Ponlo en un lugar donde reciba la cantidad de luz recomendada y donde esté protegido de cambios drásticos de temperatura. Por lo demás, no necesitará muchas atenciones, más allá de vigilar que se produzca el ciclo del agua y se mantenga la humedad adecuada en el interior. A la hora de regarlo, bastará con que lo hagas una vez al mes aproximadamente, pulverizándolo con agua a primera hora de la mañana o al caer la tarde, cuando las temperaturas sean frescas, para evitar que se evapore el agua por el calor.