Cultivar plantas de interior tiene muchos secretos, y hacerlo de la forma más sostenible posible, todavía más. Hemos hablado con Lidia Andreu, más conocida por Plantulinas, quien sobre esta temática considera que hay que tener en cuenta que las acciones que hagamos en relación con las plantas sea lo más respetuosa con el medio ambiente posible y que el impacto hacia la naturaleza sea el mínimo.
La selección de plantas
Las plantas de bajo mantenimiento son aquellas que necesitan de pocos cuidados para mantenerse bien. Ya sea de riego, resistentes a zonas con poca luz y que, sobre todo, no sean imanes para plagas.
No obstante, Lidia considera que realmente en el interior de la casa no existe la jardinería sostenible como tal, porque todas las plantas necesitarán unos cuidados de la mano humana. Y no todas las especies botánicas, por mucho que sean nativas y vivan felices en nuestros jardines, pueden crecer adecuadamente dentro de casa.
En este proyecto la interiorista Sandra Vergara integra plantas, la mayoría de gran verticalidad, en el ambiente de salón y comedor.
Cuatro plantas resistentes y muy estéticas
Lidia hace una selección de bellas plantas fáciles de cuidar y, sobre todo resistentes:
- Poto, una planta muy versátil ya que puedes tenerla colgando o trepando en tutor.
- Sansevieria (o actualmente dracaena) que puedes encontrarla en diferentes colores (verdes, amarillas, plateadas…) o formas (planas, cilíndricas…).
- Aglaonemas, que le encantan por su variedad de colores y estampados.
- Dieffenbachias, que sorprenden por el tamaño que pueden llegar alcanzar sus hojas en interior. Es el ejemplar de la imagen superior.
Hacer un uso inteligente del agua de riego
Mientras que el riego de las plantas cultivadas en exterior debe tener muy en cuenta el horario para hacer esta tarea (para que el agua no se evapore en verano, o el sustrato se mantenga muy húmedo en los meses fríos y puedan aparecer hongos), en interior solemos tener una temperatura constante, así que no suele suponer tanto problema el cuándo. Lidia aconseja que “el mejor momento para regar es durante la mañana, antes de que empiece a hacer calor porque si te has pasado con el riego, durante el día el exceso de agua tiene más probabilidades de evaporarse. Aun así, las plantas notan las estaciones sobre todo porque hay más horas de luz, así que depende de la época en la que estemos, las plantas estarán más activas y demandarán más agua que en invierno, que pueden estar en reposo”.
Una alternativa práctica: el riego automático
La experta explica que una manera de tener las plantas contentas sin estar muy pendiente de ellas, sobre todo en verano, es con macetas de autorriego, unas macetas que tienen un depósito integrado en la base y solo hay que ir rellenándolo. La planta absorbe la humedad que necesita y evitas excesos de riego y desperdicio de agua. Los modelos de maceta con este sistema en la imagen son de la firma alemana Lechuza.
Aprovechar es siempre sostenible
Para regar las plantas se puede aprovechar el agua que usamos en diferentes situaciones, así se desperdicia el mínimo. Hay muchas maneras de reutilizarla, que nos propone Lidia: el agua que sobra después de hervir las verduras, por ejemplo. Cuando vamos a ducharnos el agua fría que sale previa a la caliente y que estamos acostumbrados a dejar correr, también se puede guardar en cubos o bolsas que han creado empresas con ese fin. Otra opción, si tienes la posibilidad, es recoger el agua de lluvia en recipientes o sacar las plantas, no solo se regarán solas, sino que el agua limpiará sus hojas de polvo y podrán hacer mejor la fotosíntesis. ¡Dos en uno!
Consejos para elegir los fertilizantes
Cada vez tenemos más productos en el mercado libres de fertilizantes químicos. “A mí me gusta usar los productos de la marca Cultivers porque son 100% ecológicos -cuenta Lidia-. Es interesante apostar por aquellos que sean sostenibles, es decir, que se produzcan de la manera más respetuosa posible con el medio ambiente. Solemos encontrarlos con la etiqueta de bio”.
Fertilizantes e insecticidas para disolver
A la hora de nutrir el sustrato encontramos productos de los cuales una pequeña parte se diluye en agua a la hora de regar. De este modo, el contenido del recipiente da para fertilizar muchas veces.
Lidia explica que, “en el caso de los insecticidas preparados para usar son muy cómodos porque viene la mezcla hecha, pero si queremos evitar consumir mucho recipiente de plástico, venden unos en los que la mezcla la haces tú”. Otra ventaja, aparte de ser más respetuosos medioambientalmente. es que estos normalmente son también más económicos en relación con el precio por litro.
Contenedores con la mínima huella ambiental
Las macetas o los cubremacetas son algo que se emplea para dar el toque final en la decoración con plantas y flores de los hogares. Hay marcas que cada vez se hacen más responsables del impacto que supone la creación de sus productos para el medioambiente y hacen uso de energías renovables para producir estos contenedores, los fabrican con materiales reciclados usando residuos…
En la fotografía, dos modelos de la firma holandesa Elho. Esta marca entre otros residuos para fabricar emplea las redes de pesca antiguas que se van a tirar y, más recientemente ha sacado una colección que está hecha con el grano de café sobrante.
La siempre útil labor de concienciación
Lidia quiere compartir, por último, lo interesante que es hacer una labor pedagógica sobre el cuidado sostenible de las plantas por redes sociales, una plataforma estupenda en la que los usuarios intercambian experiencias, comparten ideas y conocimientos.
“Personalmente me gusta es mostrar cómo cuido las plantas de la manera más natural posible, compartiendo mis experiencias del día a día, intentando usar productos ecológicos y libres de tóxicos, sobre todo porque al tener animales en casa [dos gatos] no quiero que se pongan enfermos si muerden las hojas”, concluye la conocida en redes como Plantulinas.