¿Alguna vez te has preguntado quién marca las tendencias en color? Como imaginarás, estas tendencias no surgen por casualidad, sino que son el resultado de un minucioso análisis de factores sociales, económicos y culturales. Expertos de organizaciones como el Instituto Pantone, la agencia de predicción de tendencias WGSN (Worth Global Style Network) o el Color Marketing Group estudian desde movimientos artísticos hasta cambios en el estilo de vida global para predecir qué tonos dominarán no solo en decoración, sino también en el mundo de la moda o del diseño gráfico. Así, un simple color se convierte en el reflejo de la sociedad y sus emociones, tiñendo todo a su paso, desde muebles y complementos hasta textiles y revestimientos.
Pero este artículo no va de predicciones, sino de colores que triunfan este verano 2024 y que, con toda seguridad, seguirán estando de moda en 2025. Desde tonos brillantes y atrevidos hasta tonalidades suaves y naturales, las opciones son variadas para adaptarse a diferentes gustos y estilos.
El color negro también es para el verano
Esta primavera tuvimos ocasión de descubrir cómo el uso del negro en paredes con textura crea un impacto visual sofisticado y moderno. Así, en Casa Decor 2024, los interioristas de Cargo Interiores eligieron pintura de arcilla en negro mate de la firma Ecoclay para decorar las paredes de la casa modular de Modular Home (el color fue especialmente formulado para el proyecto con óxido de hierro). En el frente de la cama se combinó con una espectacular piedra natural Taj Mahal de Gómez Grau. Lo ideal es combinarlo con colores serenos que aporten calidez, así como con muebles de madera oscura, y evitar los tonos vibrantes y saturados (naranjas, amarillos intensos, verdes ácidos…) que no recargar el ambiente.
Verde menta, oliva, salvia, bosque…
Llámalo como quieras, porque el verde, en sus tonalidades más calmadas, está en el top de los colores tendencia de este verano. Lo verás, sobre todo, en tapicerías, complementos y muebles auxiliares combinados con otros colores inspirados en la naturaleza: desde blancos y cremas, hasta terracotas, maderas, o toques muy sutiles de gris para sumar una dosis de modernidad. Como ves, un fondo neutro ayudará a realzar cualquier pieza de mobiliario con color; en este caso, un mueble verde oliva de la firma Mustard.
El verde calmado y el azul intenso
Azul marino, índigo, cobalto, petróleo, zafiro… Los azules más intensos y vitalistas son también protagonistas de las tendencias de color este verano 2024 y son geniales agregar un toque de frescura y energía a cualquier espacio. Si quieres equilibrar su intensidad, combínalo con blanco o tonos neutros como el gris suave o el beis, que añaden calidez y serenidad, más aún si en la estancia ya existen piezas en colores oscuros como en este proyecto de Covet House, con suelo en blanco y negro. Pero también funciona de maravilla con acentos en amarillo mostaza o naranja, con los que crea decoraciones de gran impacto visual. Son una opción estupenda tanto para complementos textiles y pequeños accesorios, como para tapicerías y paredes. En cualquier caso, pondrán un toque contemporáneo y sofisticado a cualquier ambiente.
Colores naturales en modo 'soft'
El mundo natural sigue de moda (y lo que le queda). Así que, si te van las propuestas más clásicas o atemporales, los tonos cremas, arenas y amarillos pálidos son una elección ideal. Pero no pienses que estos colores están limitados a interiores tradicionales, pues también puedes darles un toque contemporáneo. ¿Cómo? Inspírate en este dormitorio, decorado con láminas de Desenio. Quedan muy bien con acentos de negro, como marcos de cuadros o muebles auxiliares, para un contraste sutil pero impactante; también con tostados y marrones en elementos como alfombras tejidas o detalles de madera en muebles que proporcionen calidez y profundidad al espacio.
¡Que se note que es verano!
Nada como los tonos vitamina para reflejar la luminosidad, vitalidad y alegría que nos trae la temporada estival. Este año, el naranja, en sus tonalidades más vivas e intensas, es tendencia. Y, aunque a priori cueste creerlo, también puede resultar elegante y moderno, sin recargar el ambiente. La clave está en salpicar la decoración pinceladas de colores serenos que aporten equilibrio, como el blanco roto o el gris perla. Para no arriesgar demasiado, siempre puedes empezar por pequeños detalles textiles, o si quieres lanzarte al estrellato, no dudes en incorporar un sofá (este es de la firma Bloomingville) o pintar una pared de acento. Los muebles de madera le van de maravilla.
El color arena o vainilla
La que fuera la tonalidad preferida en los años 90 para pintar las paredes de salones y dormitorios regresa al panorama decorativo y toma fuerza con papeles pintados (este es de la marca Woodland) y revestimientos murales en un neutro y cálido tono vainilla. Y te guste más o menos, de lo que no hay duda es de que es un color muy útil a nivel decorativo: aporta luminosidad y sensación de amplitud a cualquier espacio, y es excelente para crear ambientes tranquilos. No tendrás problema a la hora de combinarlo con el resto de la decoración, porque todo le va bien, incluidos los colores que están de moda este verano. Será el fondo perfecto para realzar tus muebles de madera, ya sean claras como el roble o el abedul, o más oscuras como el nogal.
Burdeos y terracotas
Los tonos terracota, con su conexión a la tierra, aportan a los interiores una sensación de confort y rusticidad, y son ideales para paredes de acento y textiles. Por otro lado, el burdeos, con su intensidad y profundidad, conviene reservarlo a muebles tapizados, alfombras y detalles decorativos con los que poner un toque de lujo. Aunque, si te atreves, también convertirá cualquier pared en un punto focal dramático y elegante. (ya sabes lo que dicen: “quien no arriesga, no gana”). Combinados con neutros cálidos como el beige y el crema, con negro, o con materiales naturales como la madera y el mimbre, estos tonos crean una paleta armoniosa y envolvente que transforma cualquier espacio en un refugio elegante y sofisticado. Basta con ver este ambiente, decorado con un mural de la nueva colección de Les Dominotiers, que distribuye Pepe Peñalver. Además, detalles en metal dorado o cobre irán de maravilla con estos colores, sumando un toque de brillo y modernidad.
Rosa palo
El éxito que tuvo a principios de año se mantiene y este verano, el rosa sigue siendo uno de los colores de moda. ¿Será por ese toque suave y elegante que aporta a la decoración? ¿O por qué es perfecto para crear ambientes serenos y acogedores? Puedes combinarlo con blancos y grises claros para un efecto neutro o con tonos más profundos como verde oscuro si eres más de contrastes y de decoraciones modernas. Fíjate lo bien que queda en esta zona de trabajo, donde se ha alternado con frentes en azul marino y accesorios en terracota (entre ellos, una lámpara de suspensión de Nedgis).
Rosa carmesí
Nos gusta en pequeñas dosis: un plaid a los pies de la cama, unos cojines en el sofá, jarrones, la pantalla de alguna lámpara… y combinado con tonos neutros como el blanco roto o el gris piedra, que creen un contraste elegante sin saturar el ambiente. Incorporar accesorios en rosa carmesí es una forma de añadir capas de color y dinamismo a la decoración, haciéndola contemporánea y acogedora. Además, detalles en texturas naturales como el lino, el ratán o la madera clara suavizarán la intensidad de este rosa, proporcionando un equilibrio perfecto entre lo natural y lo sofisticado. Este dormitorio, con textiles de The Fine Cotton Company, es una fuente de inspiración perfecta.
El gris
Este tono, tan característico de la temporada invernal, está de plena tendencia este verano 2024. ¿La clave para combinarlo? Utilizar colores que creen un fuerte contraste, como los tonos pastel o más vivos, como naranjas, morados y amarillos. Si eres más de neutros, perfecto: también le van y el look será más suave y sofisticado. En esta terraza, ha sido el color elegido para revestir las paredes con una piedra natural de Antolini.