Puede ser por el caos y el desorden, tan difícil de eliminar, o por la falta de tiempo que nos impide prestar más atención a nuestra casa. Sea como sea, si estás atravesando un momento de estrés en tu vida, céntrate en mantener la paz y la serenidad en tus espacios, porque eso será justamente lo que te salve y te mantenga a flote. Descubre las claves esenciales para lograr el bienestar en tu hogar.
Acabar con el estrés en casa
El trabajo, las obligaciones familiares, las compras, los recados... Nuestra vida está repleta de cosas por hacer, prisas y exigencias laborales y personales. Por eso necesitamos un espacio seguro al llegar a casa. Al entrar por la puerta es importante que nos reciba un entorno amable, ordenado y relajante. Pero, ¿qué ocurre si nuestro hogar es otra fuente de estrés? Aquí tienes algunas claves que funcionan para convertir tu casa en ese espacio de bienestar que tanto necesitas.
Potenciar la luz natural
Todo es mejor cuando hay luz y más agobiante cuando no la hay. Esto es una verdad universal y cuanto antes lo asumamos, tanto mejor. Por eso es tan necesario cuidar la iluminación en estancias en las que pasamos mucho tiempo, como el salón. Potencia la luz natural en lo posible y, si escasea, busca soluciones para crear ambiente luminosos y serenos que te hagan sentir mejor.
Para conseguirlo emplea colores claros, utiliza estores y visillos de telas ligeras que dejen pasar la luz y cuelga espejos en las paredes. A la hora de diseñar la luz artificial puedes conseguir que tu salón parezca más amplio y desahogado, más relajante. Para empezar, coloca diversos puntos de luz (nunca uno solamente) y elige luces que no sea muy blancas y frías para las zonas de estar. Va mejor la luz ligeramente cálida. Una buena idea es instalar reguladores para las luces del salón de forma que puedas reducir su intensidad por las noches, en momentos en que necesites una iluminación más tenue.
El orden es esencial
Un espacio desordenado nunca podrá proporcionarte el descanso que necesitas. El ambiente será caótico, hostil, y conseguirá estresarte de forma considerable. Por eso es importantísimo que tu casa esté ordenada y recogida. Y para lograrlo se requiere la colaboración de todos los habitantes de la casa, no solo para no desordenar, sino también para contribuir al orden de alguna manera. Busca soluciones efectivas: colocar los muebles auxiliares que necesitas, soluciones de almacenaje prácticas en cada caso, buscar los complementos adecuados, etc.
Una paleta cromática más simple
Este es el primer paso para crear ambientes serenos, sin estrés ni distorsiones que no necesitamos. Comienza por elegir colores que armonicen entre sí y que no resulten estridentes. Para empezar, selecciona pocos tonos distintos para no saturar el espacio. Los colores naturales y suaves crean ambientes más tranquilos. Como los neutros, desde el blanco hasta el gris claro, pasando por el beige, los tonos arena, etc.
También los colores pastel, el verde claro que nos acerca a la naturaleza. Son gamas de color que no estresan, sino que calman. La clave, si quieres un ambiente más relajante, está en huir de los colores brillantes por mucho que sean tendencia. Para crear interés visual hay otros métodos, más allá de incorporar colores fuertes: combina los neutros con madera, añade plantas de interior, etc.
Personalizar la decoración
Aquí tienes uno de los secretos para lograr espacio que destaquen sin romper la armonía ni la serenidad que se respira en ellos. Piensa en tus gustos, analiza tus preferencias, pregúntate qué elementos te estresan más y cuáles te relajan. Qué cosas nunca pondrías en casa, y cuáles te gustan para añadir dinamismo e interés a los espacios. Puede que quieras prescindir por completo de los estampados, o puede que te apetezca poner un papel pintado en una pared, con un diseño vegetal discreto. Apuesta por la combinación de colores y los elementos que te relajan, y aleja todo lo que te parece agobiante.
Crea un rincón para el relax
Si vives solo, cualquier espacio de tu casa puede ser perfecto para encontrar la concentración, el relax, para el descanso. Sin embargo, eso es más difícil que suceda cuando convives con varios niños o sois muchos en la familia. En estos casos el salón o las zonas de mayor actividad familiar puede que no sean las más adecuadas para encontrar la paz.
Sin embargo, por ello no debes de dejar de buscar tu rincón de relax. Busca ratos de desconexión y retírate a una zona más reservada de la casa, como el dormitorio, donde sepas que vas a estar tranquilo. Decóralo a tu gusto, con los tonos suaves que más te gusten, y muebles que aporten confort. Tendrás el espacio perfecto para leer, para meditar, etc.
Elige bien los objetos que te rodean
Para lograr que tu casa sea ese espacio de relax y bienestar que necesitas, es muy importante que las cosas que te rodean, ya sean muebles, piezas decorativas, etc., estén bien escogidas. Para empezar, es clave que priorices lo esencial: lo que realmente te gusta y necesitas, ya sea porque es funcional o porque te ayuda a sentirte bien.
Por otro lado, es importante deshacerse de lo superfluo. No necesitas un exceso de muebles o de objetos decorativos que solo te darán más trabajo a la hora de limpiar la casa. Hazte la vida más fácil y cómoda y rodéate de cosas que te gusten.
El efecto terapéutico de las plantas
Cultivar en casa plantas de interior es una buenísima idea ya que tiene multitud de ventajas. Además de decorar cualquier espacio, aportan un toque natural muy especial. Muchas especies purifican el aire y lo limpian de sustancias poco saludables. Además, favorecen la concentración (ponlas en el espacio de trabajo) y mejoran la productividad, y también nuestro estado de ánimo. Decorar tu salón con plantas de interior favorecerá el relax y la serenidad. Son un elemento muy destacado en una decoración antiestrés para tu casa.
Elige texturas agradables
Un factor para sentirse bien en casa es el confort. A la hora de elegir los textiles para el salón o el dormitorio, es importante elegir texturas cómodas y agradables. Evita en lo posible los tejidos sintéticos y apuesta por las telas naturales para la ropa de cama o los textiles del salón.
No hace falta que tengas muchos juegos de cama, con dos será suficiente, pero mejor elígelos de calidad, 100% algodón, ya que son más confortables y transpirables. Proporcionan un mayor bienestar, y también en el salón, en las tapicerías, cojines, plaids...