Un baño para dos es un espacio dedicado al cuidado y al bienestar de la pareja. Es el placer de compartir lo cotidiano, pero debe tener "hueco" para ello. Vamos a ver ambientes que apuestan por lo doble, tanto para la zona de lavabo como en otros detalles del espacio que conforma el baño.
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La zona de lavabo estilo tocador
Este es un ejemplo de zona de lavabo doble. Es el rincón que habitualmente se amplía con dos lavabos cuando se va a usar por dos personas. Así, en caso de que coincidan en el baño a la misma hora, no habrá que realizar turnos. Dos lavabos, en este caso, sobre encimera, de forma circular. El resultado se inspira en una zona de tocador con una luna de espejo ahumada en la pared sobre la que cuelgan dos espejos circulares. El mueble es tipo consola con patas elevadas y cajones, en color azul. Es el espacio de Jacob Delafon, diseñado por Dorotea Estudio para Casa Decor.
El espacio que necesita un mueble de lavabo para dos
La funcionalidad del lavabo doble está más que demostrada, por eso se tiende a llevarlo al baño principal cuando se comparte. Para contar con este doble elemento hay que valorar el espacio. Las medidas de lavabo doble más comunes son 120, 140, 160 o 200 cm. Cuanto más grande, más espacio de encimera ganas. Entre lavabos, para un uso cómodo de dos personas al mismo tiempo, el hueco que debe quedar es de entre 60 y 90 cm (para que no choquen los brazos). Y esto es independiente del tipo de lavabo, estilo del mueble o del baño. Este es un baño de inspiración tradicional, diseñado por Erico Navazo con lavabos de Strohm Teka para su espacio en Casa Decor.
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Lavado doble: cuestión de simetría
Más allá de la funcionalidad que tiene la instalación de dos lavabos en un baño, a nivel estético también tiene sentido. Se juega con la simetría y esto resulta muy armonioso, lo que aporta serenidad al espacio. ¡Ideal para un lugar del culto al bienestar! Esa percepción de simetría se puede potenciar o romper con el resto de elementos que entran en juego en la decoración de un baño, como los espejos, las lámparas y la colocación de bañera, ducha e inodoro. Esta propuesta de Miguel Muñoz Estudio combina líneas rectas con curvas y convierte la zona de lavabo en una pieza central del baño, con un mueble de estructura alta y cajones de frentes espejados. Es el espacio Geberit, diseñado para Casa Decor.
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Almacenaje que se multiplica por dos
A la hora de diseñar el baño para ser usado en pareja hay que tener en cuenta que se necesitará espacio suficiente para que cada uno de los miembros de esta guarde sus enseres. Lo ideal es que se respete el mismo espacio. Cajones en el mueble, que se pueden complementar con armarios auxiliares en la pared o alguna balda. Baño con suelo de la firma Gabarró. Aquí al lavabo doble con dos cajones se suma una zona extra de almacenaje con armarios de frentes en madera junto a la bañera exenta.
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Soluciones diferentes en un baño compartido
En muchas ocasiones no es posible crear una cabina o un murete, por la falta de espacio, para darle algo de privacidad al inodoro. Es el elemento menos estético del baño. Por eso se cuida especialmente su ubicación. Una solución es ubicar el inodoro de tal manera que el mueble del lavabo lo semi oculte. En este baño, del estudio María del Valle Interiorismo, se ha optado por un mueble de gran des dimensiones, con un gran lavabo rectangular en piedra, con capacidad para dos personas. Es otra forma de resolver este espacio. Las griferías se llevan a la pared, de manera que es posible reducir el fondo del mueble y/o despejar la encimera.
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Integrar la zona de vestidor en el baño, una idea perfecta
Una opción interesante cuando se diseña un baño para dos es integrar la zona de armarios para incorporar el vestidor en el espacio de cuidado. Con esta solución, es posible usar la zona de lavabo para separar. Que se convierta en una isla que organiza la circulación del espacio, dejando a un lado los armarios y a otro la ducha, inodoro y/o bañera. Es perfecto, si el tamaño lo permite, crear una ducha también para dos, con doble grifería. Para mantener la privacidad, en el caso de espacios abiertos, el uso de cabinas es interesante. Ahora ahondaremos en este tipo de distribución. Aquí, un baño para dos, diseñado con las características mencionadas. Los frentes de los armarios se escogen en acabado espejo para ampliar el espacio. Es una propuesta de The Room Studio.
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La distribución con cabinas: sí a la privacidad
El gran inconveniente de un baño diseñado para dos es que se pierde privacidad. Porque precisamente será un baño compartido en el que dos personas coincidan. Para mantener la intimidad, una buena opción es organizar el espacio con cabinas con puerta. Crear compartimentos también funciona, con muretes y cristal. Pero las puertas permiten cerrar por completo. Es una buena idea hacerlo con el inodoro. En busca de esa simetría de la que hemos hablado, se puede hacer lo mismo con la ducha. Este es un proyecto realizado por De Lucio Construcciones y Reformas.
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Opciones para separar o integrar en función del estilo decorativo del baño
A la hora de diseñar el baño con cabina hay muchas posibilidades en función del espacio y según el estilo decorativo que se quiera. Es posible delimitar solo la zona de inodoro con puerta y dejar el resto abierto. Jugar con la continuidad del suelo en todos los ambientes o demarcar con revestimientos distintos que creen una separación visual entre la zona de lavabo y las cabinas. Y lo mismo sucede con los revestimientos de las paredes. Con ellos es posible zonificar. Hay zonas en contacto con agua que se deben revestir con materiales adecuados que garanticen la durabilidad. Pero hay otras que no precisan azulejos. Este es un baño para dos, con cabinas, en un efecto de continuidad entre ambientes, con iluminación de Vibia.
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Con ducha y bañera (e inodoro oculto)
Este es un ejemplo de baño tipo spa, pensado para ser compartido. Y en ese concepto suma el instalar una zona de ducha y otra de bañera, para tener las dos opciones. Sobre todo es útil cuando un miembro de la pareja prefiere disfrutar de un baño y el otro es más de ducha y salir corriendo. Al mismo tiempo, el inodoro queda oculto sin necesidad de puerta, al ubicarse en un retranqueo tras un murete (se ve en la imagen de la derecha, junto a la ducha). Este baño que usa el color blanco y la madera en su interiorismo está firmado por la interiorista Pia Capdevila.
Baño completo, abierto al dormitorio, y con un diseño para compartir
Otro ejemplo de baño para dos, diseñado por Düem Studio. Una zona de lavabo con mueble de patas altas, en negro, con cajones y dos lavabos integrados en la encimera. En la pared, un único espejo redondo, de grandes dimensiones. La bañera exenta se sitúa enfrente, delante del ventanal. La presencia de líneas curvas es constante para romper la linealidad y darle delicadeza al conjunto. Y al fondo del espacio (que está integrado en el dormitorio), una zona de cabinas simétricas, creadas con cristal ahumado. Ambas con puerta, para ducha e inodoro. Un detalle que aporta profundidad: la continuidad del suelo en las paredes de las cabinas.
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