Los toldos se han empleado durante décadas para ofrecer confort térmico y garantizar zonas de sombra en casa. Si debes instalar uno en tu hogar, te resolvemos todas las dudas que surgen normalmente antes de comprarlo. Lo hacemos con el asesoramiento de Jesús Vitores, jefe de producto de Ventanas y Toldos de Leroy Merlin España (www.leroymerlin.es).
En esta completa guía encontrarás todos los consejos sobre cómo maximizar las prestaciones y durabilidad de los toldos domésticos instalados en terrazas, balcones o jardines.
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Beneficios climáticos y mucho más
El todo es un producto que tiene una doble funcionalidad: por un lad,o genera un espacio de sombra en la terraza o jardín, lo que se traduce en disfrutar del exterior, con comidas, cenas, y reuniones con amigos y familia... Y por otro lado, es un ‘elemento ahorrador’, porque en los meses cálidos frena la entrada de sol en la vivienda y por tanto reduce la entrada de calor y la necesidad de usar el aire acondicionado u otro tipo de refrigeración. Esto supone un menor impacto en el planeta, gracias al ahorro en energía, y un menor gasto en la factura. Como comenta Jesús, por estos motivos “en Leroy Merlin lo incluimos en las soluciones orientadas a la eficiencia energética del hogar”. En la propuesta, el modelo ‘Calima’, con brazo extensible manual, cerrado y abierto.
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Ventajas y características de los toldos
Jesús nos resume todos los beneficios que ofrecen:
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Protección contra el sol: los toldos proporcionan sombra, lo que ayuda a proteger a las personas de los rayos UV dañinos del sol. Esto puede ayudar a prevenir quemaduras solares, el envejecimiento prematuro de la piel y reducir el riesgo de cáncer de piel.
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Reducción del calor: al bloquear la luz solar directa, los toldos pueden ayudar a mantener áreas al aire libre más frescas y cómodas durante los días calurosos. Esto puede hacer que sea más agradable nuestro tiempo al aire libre, sin riesgo de sobrecalentamiento.
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Ahorro de energía: se calcula que un toldo puede bajar la temperatura de una habitación entre dos y cinco grados y es que, al reducir la cantidad de luz solar que entra en un edificio, los toldos pueden ayudar a mantener las áreas interiores más frescas. Esto puede disminuir la necesidad de usar sistemas de climatización, lo que a su vez puede reducir los costos de energía y el consumo de recursos.
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Protección de muebles, suelos y pinturas: la exposición prolongada a la luz solar directa puede causar decoloración y daño a los muebles, los suelos interiores y obras de arte, como pinturas y fotografías. Los toldos ayudan a proteger estos elementos al reducir la cantidad de luz solar que llega a ellos.
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Ampliación del espacio habitable al aire libre: al proporcionar sombra y protección contra los elementos, los toldos pueden convertir patios, terrazas y áreas al aire libre en espacios utilizables adicionales para relajarse, entretenerse o trabajar.
En este proyecto Tinda’s Project decide equipar con toldos en dos filas, junto a los ventanales y también más adelante, en la estructura construida, lo que al mismo tiempo proporciona intimidad ante las miradas ajenas.
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Distintos sistemas de toldo
El experto aclara que, normalmente, la tipología de toldo viene definida por el destino de los toldos. “Por ejemplo, si necesito un toldo para una ventana, la opción será un toldo ‘punto recto’, mientras que si lo necesito para una terraza, generalmente hablaremos de toldos de ‘brazos extensibles’. De todas maneras, una tipología de toldo podría servir para distintos destinos”. Así, podríamos definir de la siguiente manera los diferentes tipos de toldos:
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Toldos de brazo extensible: son toldos enrollables y de brazos extensibles, que pueden alcanzar hasta una inclinación de 90 grados. El toldo se queda recogido de tal manera que no ocupa espacio en la fachada.
Es el toldo más polivalente ya que es ideal para balcones, terrazas, patios y jardines. Para tomar las medidas necesitas el ancho del hueco y la salida que queramos.
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Toldo de punto recto: toldo ideal para ventanas, va fijado encima de la ventana y sus dos brazos van anclados a los laterales de la ventana. Este toldo puede fijarse en cualquier posición de apertura, pudiendo quedar pegado a la ventana haciendo un efecto de estor. Aunque hay que tener en cuenta que ofrece muy poca resistencia al viento.
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Toldo estor: son toldos pensados para balcones, ya que llevan brazos abatibles que quedan fijados a la barandilla (como el que vemos en la imagen, modelo ‘Sitges’). Como el toldo de ventana puede tener una posición inclinada que protege del sol pero permite airear, o una posición vertical que cierra el balcón.
En cuanto al aguante frente al viento, existe una normativa que clasifica los toldos según su resistencia, por tanto, en los lugares ventosos es importante verificar que el toldo que compramos es apto para esa zona.
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Sistemas avanzados
En la imagen un toldo automatizado con un sistema de control de viento y lluvia de la marca Somfy.
Jesús considera que incorporar un sensor de viento a un toldo motorizado es una muy buena opción, puesto que cuando el sensor reconoce rachas fuertes de viento hace que el toldo se recoja. Lo que sí es importante saber es que se trata de una medida que no garantiza al 100% que ante una fuerte racha de viento continua exista la posibilidad de que el toldo se rompa, porque puede ocurrir que al sensor no le haya dado tiempo a actuar.
Existen también sensores de lluvia que igualmente hacen que el toldo se cierre cuando detecta lluvia. “De hecho, otra de las causas que hacen que los toldos se puedan romper es que la acumulación de agua o la humedad en la tela deteriore el tejido del toldo, con el paso del tiempo. En cuanto al sensor de sol, éste actúa de manera distinta, ya que hace que los toldos se abran cuando detecta sol, algo muy útil y práctico”, detalla.
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Los mejores materiales para la tela y la estructura
Jesús indica que principalmente encontramos telas en poliéster, acrílicas y microperforadas. Respecto a sus características, señala que “las primeras son las más económicas y que menos durabilidad tienen, además son más susceptibles de perder color, se podrían aconsejar para usos esporádicos o intermedios. Las acrílicas son más resistentes y comunes entre los toldos de gamas medias y altas. Es una tela muy resistente a los rayos UV. Sus colores se mantienen intactos durante más tiempo. Evita el efecto invernadero, así como el deslumbramiento y el calor. Es una tela hidrófuga por lo que repele el agua y evita que aparezcan manchas de moho o humedad. Las microperforadas son menos comunes, pero además de proteger del sol y ser muy duraderas, permiten que el calor salga del lugar protegido”.
Respecto a su estructura, la mayoría de toldos son de aluminio y/o acero, ambos metales muy resistentes que tienen un muy buen comportamiento en exterior.
El jardín de esta vivienda en La Moraleja (Alcobendas, Madrid) se equipa con una sombra bicolor, por un lado la pérgola bioclimática y wind screen, en blanco, y por otra, el toldo ‘Slavia’ en negro, todo de la firma Saxun.
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Hablemos de números
Existe mucha diversidad de precios: "para una misma solución, podemos encontrar toldos desde 90 hasta 800 €", cuenta Jesús. Así que aconseja, lo primero que tenemos que pensar es el uso que le vamos a dar. Si se trata de un piso en el que solo pasamos 20 días al año, podemos plantearnos un toldo de una calidad más baja que responda durante ese tiempo. Mientras que si lo que buscamos es un toldo para un uso frecuente, entonces debemos comprar un toldo con unas prestaciones mejores, mejor tela, mejores herrajes, sistema de apertura... “Lógicamente esa calidad es proporcional a la durabilidad, pero en este punto también es importante señalar que cualquier toldo requiere de un mantenimiento, limpieza de la tela, lubricar los herrajes, protegerlo mientras esté cerrado... Existen soluciones equilibradas entre precio, calidad, estética, prestaciones o durabilidad”, señala el experto.
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¿Qué opciones de toldo requieren menos mantenimiento?
Jesús quiere aclararnos que como ha comentado antes, todos los toldos necesitan mantenimiento. No obstante, un toldo de mayor calidad con una mejor calidad de herrajes, tornillería, tejido, etc. necesitará menos ajustes y el mantenimiento será más fácil, pero al tratarse de un sistema con movilidad, requerirá igualmente de unos mínimos como son la limpieza de la tela o lubricar los herrajes.
Este balcón lo ha decorado el estudio de interiorismo y arquitectura Egue y Seta, rentabilizando hasta el último centímetro y dotando de sombra el rincón de comedor al aire libre. Las plantas contribuyen a dar un aire fresco y acogedor a este ambiente.
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Reparar, una opción sostenible
Si el toldo no está en un estado óptimo, pero se puede reparar, siempre la opción más asequible y, de paso, sostenible, será arreglarlo llamando a un profesional competente que lo vuelva a poner en marcha y recupere su estado y funcionalidad originales. Es lo que hace la empresa especializada Repar'persianas con los toldos y persianas de las viviendas, ofreciendo una soluciones rápidas y eficaces para estos elementos de protección solar.
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