Plantas con poca sed
A pesar de contar con una gestión inteligente del agua, no se debe cultivar cualquier tipo de plantas en el jardín o la terraza, especialmente en las regiones con sequías regulares.
Miguel apunta no obstante que, “definitivamente, elegir plantas que requieran poco riego es una manera de ahorro importante. Sin embargo, con la instalación de sistemas de humedales artificiales, es posible mantener una variedad más amplia de plantas, ya que el riego puede ser sostenido mediante agua reutilizada, en lugar de con agua potable”.
En la propuesta, por ejemplo, los paisajistas de La habitación Verde conforman un camino de jabre y las plantas son verónicas (Hebes), pitósporos rastreros (Pittosporum tobira ‘nana’), gauras blancas (Gaura lindheimeri), bolas de nieve (Viburnum opulus), agapantos (Agapanthus africanus), carpes (Carpinus betulus) y jazmines estrellados (Trachelospermum jasminoides).
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Una vivienda sostenible gasta poca agua
Por último, preguntamos a Miguel si se está gestionando bien el agua en las viviendas. Él tiene claro que “últimamente se habla mucho de la eficiencia energética en viviendas, pero muy poco de la eficiencia hídrica. También de la economía circular, el reciclaje de plásticos o de vidrios. Son conceptos a los que estamos muy acostumbrados en nuestras casas, sin embargo, cuando hablamos de agua, la única de las famosas tres ‘R’ (reducir, reutilizar, reciclar) que escuchamos es la de reducir. No es suficiente”.
Las medidas para reutilizar el agua residual son mucho más eficientes. Nos permiten un mayor ahorro y liberar mayor tranquilidad mental al no tener que estar tan pendientes de cada gota que gastamos.
En la imagen vemos el verde comedor de exterior de una casa de pueblo en La Manchuela reformada por Ángel Mombiedro, de Armombiedro Studio.
Tal como la instalación de placas solares se ha convertido en una tendencia imparable y ya nadie se cuestiona el valor de la inversión, vamos a ver esta misma situación con el reaprovechamiento de agua residual, tanto en viviendas y comunidades de vecinos como en agricultura, textil o cualquier industria. La demanda está creciendo muchísimo.
“¿Cuántos miles de euros le cuesta perder un jardín a una urbanización? ¿Cuál es el valor real que nos aportan estas zonas verdes en cuanto a bienestar, ocio, espacio de juego de nuestros hijos…? ¿Cuánto se devaluará el precio de nuestra vivienda si perdemos nuestro jardín? Son preguntas que debemos hacernos. Esta situación de escasez de agua va a ser la tónica a futuro”, remata el experto.
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¡Hay que tomar acción!
No sale caro implementar soluciones basadas en la naturaleza, como los humedales artificiales, lo que sale caro para el planeta es no actuar. Para Miguel apostar por estos sistemas es un paso esencial hacia la sostenibilidad. “Invito a todos a considerar estas tecnologías no solo como una inversión en el futuro de sus jardines, sino también como un compromiso con el medio ambiente y la conservación de nuestro patrimonio natural. Situaciones como el deterioro que se está dando en el Parque Nacional de Doñana son terribles y deben ser un toque serio de atención para todos”.
El porche de la imagen pertenece a una vivienda diseñada por Slow Design en la que se instala un depósito de recuperación de aguas pluviales de 8.000 litros, para su uso en limpieza e inodoros. De este modo se aprovechan al máximo los recursos hídricos.
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Fachadas que son un vergel
Las plantas deben regarse, sí, pero aportan más beneficios que inconvenientes. En concreto el ecosistema vertical del Hotel Mariposa hace mucho bien al entorno urbano y no solo a nivel paisajístico, también produce el oxígeno suficiente para 100 personas, actúa como aislamiento térmico del edificio, ayuda a regular la temperatura y a atenuar la contaminación acústica de la calle, aumenta la biodiversidad urbana, captura 230 kg de CO2, 13 kg de polvo y filtra 65 toneladas de gases nocivos al año. Todo ello sin consumir agua potable.
En cuanto a edificios de viviendas, en Milán son muy emblemáticos los rascacielos construidos en 2014 ‘Bosque vertical’, un proyecto que firma Boeri Studio (y que vemos en la imagen superior), poblado de plantas de todos los tamaños, incluidos árboles. Interesantes medioambientalmente hablando son también soluciones como las cubiertas verdes.
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El bosque puede estar en la ciudad
La arquitectura sostenible reclama los edificios rebosantes de plantas (no solo en los pisos y viviendas unifamiliares, también en hoteles y oficinas). ¿La razón? Hoy en día necesitamos la naturaleza más que nunca en nuestras ciudades. Bajar las temperaturas en olas de calor, limpiar el aire de contaminantes o la reducción del estrés y la ansiedad son beneficios enormes que nos aportan los ecosistemas y que influyen directamente en nuestro bienestar físico y mental. Sin embargo, en Andalucía, Cataluña y otras regiones, la escasez de agua es un gran reto. A eso hay que añadir la falta de espacio en densos entornos urbanos.
Miguel explica que “en junio de 2022 construimos un ecosistema vertical hidropónico en la fachada del Hotel Mariposa en el Soho, un barrio muy céntrico de Málaga. Fue un proyecto de innovación financiado con fondos europeos y en colaboración con la empresa Bioazul. El sistema recupera y trata las aguas residuales del hotel y las reutiliza para regar más de 2.500 plantas”.
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La emergencia climática nos pone a prueba y nos obliga a repensar muchas cosas a las que hasta hace poco no prestábamos mucha atención. La gestión sostenible y eficiente del agua es una de ellas. Para usar este bien escaso correctamente, hemos consultado con Miguel Villén, director de desarrollo de negocio en Biotonomy (www.biotonomy.com), empresa especializada en soluciones basadas en la naturaleza para la depuración y reaprovechamiento de aguas residuales domésticas para riego de jardines. Esta tecnología permite ahorrar un 50% de media del consumo de agua en viviendas con jardín, siendo una opción económica y de fácil instalación, sin necesidad de obras. En la propuesta un mar de gramíneas, en un proyecto de la paisajista Marta Puig de la Bellacasa.
En regiones como Cataluña o Andalucía, donde las restricciones por sequía están prohibiendo a los ciudadanos regar sus jardines con agua potable, estamos viendo un aumento altísimo de la demanda. Hay familias que han dedicado toda una vida a cuidar de su jardín, o comunidades de propietarios que han invertido mucho dinero en los jardines de su urbanización y ahora se ven abocados a ver cómo se echan a perder por la imposibilidad de regar. Para muchos es un auténtico drama”, relata Miguel. Con sistemas completamente naturales, los llamados ‘humedales artificiales’, se puede tratar y reaprovechar el 100% del agua residual que se produce en la vivienda, sin químicos, y usarla para el riego del jardín, para limpieza o para tirar de la cisterna del váter, logrando beneficios para el medio ambiente, así como ahorros muy importantes en facturas.
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¿Por qué integrar medidores de agua inteligentes?
La respuesta es clara y es que los medidores de agua inteligentes son herramientas valiosas que nos ayudan a monitorear y gestionar el consumo de agua en tiempo real. “Estos dispositivos pueden alertarnos sobre fugas y usos excesivos, permitiendo una respuesta rápida y efectiva. Además, al tener una visión clara del consumo, los usuarios se vuelven más conscientes de su uso del agua, lo que fomenta hábitos más responsables y sostenibles”, subraya Miguel.
En la propuesta vemos el showroom de BIOPASIVA Construcción Sostenible, en concreto su cocina conectada a un patio. La denominada por sus autores ‘Casa Sophia’ implementa la tecnología con control de Loxone de los contadores de Zenner.
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Seguridad del empleo del agua residual y uso de esta
“Es importante destacar que son sistemas homologados, muy seguros, y que España es un país pionero en Europa en cuanto a regulación en el reaprovechamiento de aguas residuales. Hay unos parámetros de seguridad muy estrictos que las empresas debemos cumplir”, destaca el experto.
El agua tratada se almacena y se reutiliza para el riego de jardines o las cisternas de los inodoros, reduciendo así el consumo de agua potable y asegurando espacios verdes incluso durante la sequía. Es una solución económica, fácil de instalar y sostenible. El coste de este sistema se sitúa entre 5.000 y 12.000 euros para una vivienda promedio, con un retorno de la inversión de tan solo unos pocos años.
En la imagen, el inodoro con cisterna empotrada de Laufen destaca porque tiene el sistema ‘Save!’, que disponen de una ‘tecnología de separación de fuentes' diseñada por Eoos, el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuática (EAWAG) y la Fundación Bill & Melinda Gates. Así, la orina se desvía de las aguas residuales restantes a través de un canal dentro de la taza del inodoro, lo que permite recuperar recursos de los desechos.
Respecto al gasto, por ejemplo, el cuarto de baño es un espacio que consume más agua en el hogar, hasta un 70% (sin contar el jardín). Por ejemplo, una ducha puede suponer el gasto de 100 litros de agua; lavarnos las manos, de 30 litros y usar la cisterna ocasiona una pérdida de 10 litros en cada uso (en este caso siempre se recomienda el doble pulsador, para emplear la máxima cantidad de agua solo cuando resulte necesario).
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¡Reaprovecha las aguas residuales!
Sin limitación respecto a la climatología, una acción que se puede hacer en todos los hogares es tratar las aguas residuales para reutilizarlas. La denominada ‘agua gris’ (procedente de lavabos y duchas) es más fácil de tratar que el ‘agua negra’ (que viene del inodoro). “Sin embargo, dependiendo de la facilidad de acceso a esta agua, a menudo es más conveniente tratar toda el agua residual. En Biotonomy, nuestros arquitectos e ingenieros estudian cada caso de forma individualizada para proponer la mejor solución coste-beneficio”, comenta Miguel.
Como muestra la infografía, la intervención consiste en instalar un sistema de humedales artificiales que recolecta y trata las aguas residuales de la vivienda. Estas aguas pasan por un proceso natural de depuración mediante plantas y microorganismos, que eliminan la materia orgánica y los contaminantes. En caso de tratar las ‘aguas negras’, se incluye un tratamiento previo en fosa séptica y otro posterior de purificación con rayos ultravioleta, para ofrecer las máximas garantías.
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¿Cómo puedo recolectar el agua de lluvia?
Recolectar agua de lluvia es una excelente manera de reducir el consumo de agua potable. Miguel detalla que esto se puede hacer mediante la instalación de sistemas de captación en techos y canaletas, que dirigen el agua hacia tanques de almacenamiento y el agua recolectada se puede usar fácilmente para el riego de jardines o la limpieza de exteriores. Con otros sistemas esa agua de lluvia incluso se puede emplear para lavarse (en lavabos, duchas y bañeras).
Sin embargo, “en regiones con bajas precipitaciones, el costo de instalación puede no justificarse debido a la escasa cantidad de agua recolectada. En tales casos, es más eficiente el uso de humedales artificiales para maximizar el reaprovechamiento del agua residual de la vivienda”, matiza el experto de Biotonomy.
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Atención a las fugas
Es importante señalar que las fugas de agua representan una gran pérdida y un problema que a menudo pasa desapercibido. Miguel destaca que “incluso una pequeña fuga puede desperdiciar cientos de litros de agua al día. De modo que, es crucial estar atento a nuestras facturas y si detectamos cualquier pico, revisar rápidamente las instalaciones de agua en el hogar para reparar cualquier fuga inmediatamente. La instalación de medidores de agua inteligentes puede ayudar a detectar estas fugas de manera temprana y prevenir pérdidas innecesarias”.
En la propuesta vemos la grifería termoestática ‘ShowerSelect ID’, de Axor, una opción que permite ahorrar litros de agua en cada ducha.
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Equipamientos para tener un bajo consumo
Cada vez más los grifos tienen aireadores de serie, para reducir hasta el 60% de agua, además de la energía para calentarla. La de la imagen pertenece a la serie ‘Kloe’ de Genebre y en su versión de lavabo no solo está disponible en tres alturas diferentes, también en cuatro acabados: Gold (en la imagen), Black, Cromo y Brushed Metal.
Miguel resalta que “los grifos y electrodomésticos de bajo consumo son esenciales porque están diseñados para utilizar menos agua sin comprometer su eficacia. Con la escasez, tenemos que ser conscientes de que los precios del agua van a aumentar bastante en los próximos años y muchas regiones se verán obligadas a limitar el consumo diario en viviendas. De hecho, esto ya está pasando en Málaga, por ejemplo. Las familias deben ir preparándose”.
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Cada gota cuenta
A nivel de hábitos, es vital reducir el desperdicio de agua. En este sentido, la educación es fundamental para que todos los miembros del hogar tomen conciencia sobre la importancia de conservar el agua y cómo cada pequeña acción puede contribuir significativamente.
Miguel señala que “invertir en sistemas de eficiencia hídrica o reutilización puede también contribuir de manera muy eficaz. Además de los sistemas de reaprovechamiento de aguas residuales, los electrodomésticos de bajo consumo, sistemas inteligentes de riego o el uso de plantas autóctonas, que requieren menos agua, pueden reducir significativamente el consumo y rentabilizar la inversión en unos pocos años”.
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