En los últimos años, la llegada del verano viene precedida de alguna ola de calor que puede afectar al estado de nuestras plantas de interior. Para prevenir que se sequen y sufran las consecuencias de las altas temperaturas, hay varias medidas que puedes aplicar previamente para que ese calor no te pille de sorpresa. Y a tus plantas tampoco.
Así que para conseguir que tu vergel de interior se mantenga en perfectas condiciones durante los próximos meses, pon en práctica estas recomendaciones. ¡Tus plantas te lo agradecerán!
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¿Cómo son tus macetas?
Una de las claves que ayudará a que tus plantas se mantengan en perfecto estado es el material de las macetas de tus plantas de interior. Lo habitual es que sean de plástico o de barro, pero hay ciertas diferencias que hacen que unas sean mejor que otras.
Mientras que las de plástico son más ligeras y más fáciles de transportar, también provocan que el agua de las raíces se acumule en su interior y no se produzca una evaporación adecuada. De hecho, lo más adecuado es que cambies tus macetas por otras de barro. Este material permite que las raíces se mantengan frescas y que el agua se evapore gradualmente a través de sus poros.
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Más riego sí, pero...
En verano, las necesidades hídricas de tus plantas crecen. Por eso deberías regarlas más, pero has de tomar ciertas precauciones. Para empezar que necesiten más agua no significa que cada vez que lo hagas te pases echando. De hecho, esto puede provocar el efecto contrario, ya que puede producirse un exceso de humedad en el suelo y provocar problemas como la pudrición de las raíces.
Lo ideal es que las riegues con más frecuencia, pero no con más agua cada vez. Así darás tiempo a que se evapore sin causar estragos en sus raíces.
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Otros recursos para regar las plantas
Uno de los momentos más delicados del verano es cuando tienes que irte de vacaciones o un fin de semana y no sabes cómo regarás las plantas. Pues deber saber que hay varios métodos para regar tus plantas que puedes poner en práctica. Uno de los más populares son las bombillas de autorriego, que cuentan con un depósito donde se acumula el agua y una pipeta que va soltando el agua poco a poco según las necesidades que tenga la planta. Otra opción son los set de autorriego, unos tapones que se ponen en botellas de plástico o geles de riego.
Estas opciones te permitirán irte tranquilo de vacaciones sin temer por el estado de tus plantas de interior.
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Coloca unas capas de mantillo
Te sonará este recurso para proteger las raíces de tus plantas de exterior de las heladas y el frío. Pero también puedes aplicar una capa de mantillo a tus plantas de interior. Un poco de turba, paja, serrín, cortezas, astillas de madera o recortes secos de césped conseguirán que tus plantas mantengan mejor la humedad y protegerá las raíces del calor excesivo.
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Refresca el ambiente de tu casa
Aunque sea verano, te recomendamos también que ventiles tu casa con frecuencia para que el aire se renueve y así evitar la condensación del calor. Asimismo, ten cuidado con el aire acondicionado y que este no reseque el ambiente.
Es preferible que coloques un ventilador en la habitación. Aumentará la circulación del aire y ayudará a enfriar las plantas. Asegúrate de que el ventilador esté en una configuración de baja velocidad para evitar que las hojas se sequen.
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Cambia la ubicación de tus plantas
Es normal que en otoño e invierno tengas las plantas todo lo cerca de la ventana que sea posible. Pero en verano, esto puede ser un problema, ya que el cristal actúa como una lupa sobre ellas y su efecto invernadero se ve incrementado. Por eso, antes de que empiece el calor extremo es aconsejable que las cambies de ubicación. Puedes colocarlas sobre un aparador o cualquier otro mueble donde reciban luminosidad, pero no sol directo.
Es posible que, al cambiar su ubicación, tus plantas de interior se vean algo afectadas. No te preocupes, tras varios días se acostumbrarán a su nueva ubicación en tu casa.
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Más humedad
Otro de los factores que debes tener en cuenta es que, con la subida de temperaturas y el verano, el ambiente tiende a ser mucho más seco, algo que no gusta a tus plantas. Por eso, es aconsejable que pulverices sus hojas con cierta frecuencia (lo ideal son varias veces al día) para aumentar los niveles de humedad.
¿Más opciones? Puedes colocar un plato con agua y guijarros debajo de las macetas (sin que la maceta toque el agua) para que su evaporación contribuya a mejorar la humedad. También puedes poner recipientes de agua fría cerca de las plantas para ayudar a enfriar el aire circundante.
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Monitorea el estado de tus plantas
La observación es clave para el cuidado de las plantas. Por eso es importante que en verano prestes especial atención a las señales de estrés en tus plantas. Unas hojas marchitas o amarillentas pueden ser una señal inequívoca de falta de agua o exceso de sequedad. Lo ideal es actuar rápidamente para proporcionarles alivio. Ahora, es importante que recuerdes que cada especie es única y tienen diferentes necesidades durante las olas de calor.
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