La conquista silenciosa. Así ha sido cómo las fibras naturales han ido colándose en el interior de nuestras casas, casi sin darnos cuenta. El material que hace años protagonizaba tan solo jardines, terrazas y porches, ahora es tendencia en muchos de los objetos decorativos que lucimos en salones, dormitorios y hasta cocinas o baños.
Ratán, mimbre, sisal, coco o bambú son fibras naturales que ahora vemos en alfombras, lámparas, cestos y hasta muebles. Y razones no faltan. Una de las ventajas de estos materiales es que son capaces de aportar frescura a cualquier espacio al mismo tiempo que dan calidez. Te mostramos 10 ejemplos de cómo llevarlo a tu casa y estas virtudes se demuestran.
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Calidez y personalidad en una cocina moderna
Una de las características que más nos gusta de las fibras naturales es que encajan en todos los estilos. Son un básico en ambientes rústicos, pero también encajan perfectamente bien en estancias de estilo moderno. Incluso si tenemos en cuenta su carácter artesano. Es aquí donde se convierten en el material perfecto para dotar al entorno de ese punto fresco y cálido que nos ocupa, además de aportar un toque desenfadado.
Es lo que hizo la interiorista Laura Yerpes en esta modernísima cocina en acabado en madera y blanco para darle un aspecto más cálido y ligero. Añadió una original lámpara de sisal que remarca la presencia del office, así como unas sillas de cuerda. ¡La naturalidad está servida!
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La mejor pareja de la madera
Si tienes un salón de estilo moderno, no dudes en añadir algún elemento de fibra natural. La manera más sencilla de hacerlo es mediante objetos decorativos como un puff, un espejo de pared o una lámpara de techo, como en esta propuesta. Las fibras naturales se encargarán de aportar un toque fresco a la estancia, así como un punto cálido, que hará la mejor pareja con muebles y objetos de madera.
Ahora, evita abusar demasiado de materiales como el mimbre, el yute o el sisal, ya que podrían eclipsar el estilo moderno de la estancia.
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Clave en estilos rústicos
Madera al natural y fibras naturales no son solo la mejor pareja en espacios de estilo moderno. Llevamos años siendo testigos de esta infalible colaboración en espacios donde domina lo rústico. Y, de nuevo, no es necesario abusar y que parezca la casa de tus abuelos. Con tan solo algún detalle será suficiente para recrear la calidez y frescura propia de las fibras naturales. En esta propuesta las vemos tan solo en la pantalla de una lámpara de sobremesa. Y es suficiente para deleitarnos con sus virtudes.
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También en muebles grandes
Las fibras naturales son perfectas para añadir esa calidez y frescor mediante pequeños detalles. Pero también puedes llevarlas a tu casa a través de la estructura de piezas más voluminosas que presuman de diseños modernos y contemporáneos que encajen con tu decoración y queden genial en cualquier estancia de tu casa. Una butaca con estructura de mimbre, un cabecero de cannage o unas sillas son respaldo de rejilla son una manera muy válida de incluir las fibras naturales en la decoración sin eclipsar otros elementos decorativos y materiales.
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Ideales en la cocina
Incluso en una cocina de estilo clásico, las fibras naturales pueden desplegar sus virtudes de frescura y calidez. Se encargarán de aligerar la fuerza del estilo clásico sin robarle protagonismo al mismo tiempo que suman calidez. En este caso, nuestra recomendación es que incluyas elementos con esos entramados de toda la vida, como los que lucen estos taburetes con respaldo de mimbre y que lucen también los tradicionales muebles de mimbre de jardín.
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Entramados que aportan estilo
Una de las claves para que tu pieza de fibras naturales encajen en un estilo u otro sin desentonar es el entramado. Diseños sencillos y ligeros quedarán genial en un salón moderno, de estilo wabi-sabi o donde domine lo japandi. Pero si quieres incluir este tipo de material en estancias más clásicas o rústicas, apuesta por diseños más laboriosos, que encajen con las formas y resto de materiales, más señoriales, propios de estos estilos. Y lo mejor es que, sea como sea el entramado de tu pieza de fibra natural, no perderá de vista su objetivo de conseguir un espacio fresco y acogedor al mismo tiempo.
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Veraniego y acogedor
Si quieres un comedor con un aspecto veraniego, pero sin perder la calidez, ¡apuesta por las fibras naturales! Puedes emplear como base el color blanco, que llenará de luz y amplitud el espacio y añadir piezas de mimbre o yute que se encarguen de potenciar ese efecto veraniego y fresco, al tiempo que consiguen hacer el entorno más acogedor. La clave está en elegir piezas con un diseño ligero, que no saturen el ambiente, como unas sillas con respaldo de yute y unas lámparas con una base con un bonito entramado de mimbre, como en esta propuesta.
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Las fibras lo conquistan todo
Se puede abusar de las fibras naturales siempre y cuando el entorno cumpla una serie de requisitos. Para empezar es mejor evitar que esté presente en los muebles más voluminosos. Asimismo, trata de no mezclar muchos tipos de fibra natural, es mejor apostar por un solo materia y acabado y mantener la homogeneidad. Y, por último, trata de incluir uno o dos tonos a mayores como máximo. Demasiados colores saturarán la decoración. En esta propuesta, el blanco es la base y las fibras naturales se encargan de llevar un toque más cálido que hace este salón más acogedor sin renunciar a la frescura.
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Un clásico en el exterior
Lo hemos comentado al iniciar este artículo. El espacio natural en el que las fibras naturales sacan todo su potencial es en el exterior. Y es normal. Es aquí donde, huyendo de muebles de metal o plástico, buscamos sumar al espacio cierta calidez sin saturarlo de muebles o decoración. Y todo esto sin sacrificar el necesario aspecto refrescante que necesita todo jardín, terraza o porche.
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Funcionan también en el baño
Aunque se trata de una estancia húmeda, es precisamente este carácter el que hace necesario que el baño presuma de elementos que aporten calidez. Y las fibras naturales aquí juegan un importante papel. Eso sin desmerecer a la madera, que puede llevarse mediante materiales que la imitan o piezas con tratamientos especiales. Pero las fibras naturales lo aguantan casi todo. También las características propias del baño. Inclúyelas en la decoración mediante unas cestas para tenerlo todo ordenado o con unos decorativos cestos de la ropa sucia.
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