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Trucos maestros que preservan el agua
Sara revela que en el patio inglés “cada cactus está plantado en una maceta para restringir su crecimiento. Las macetas quedan ocultas en una cámara de 50 cm de profundidad que está rellena de grava y cantos de mármol Macael”. Se trata de un jardín sin riego, las piedras de la cámara preservan la humedad ambiental suficiente para el mantenimiento de estas especies. Algunas son: cactus erizo (Echinocactus grusonii, en forma de bola), árbol candelabro (Euphorbia candelabrum, que es una suculenta de porte arbóreo en forma de candelabro, que se confunde con un cactus), cactus San Pedro (Echinopsis pachanoi, alto con espinas) y garambullos (Myrtillocactus geometrizans).
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Impresionantes vistas aunadas con ideas prácticas
El terrado se convierte en otra estancia exterior pero esta con unas privilegiadas vistas al mar y al cerro del Espíritu Santo. Se crean dos zonas diferenciadas: una estancia con un sofá de obra en esquina (que vemos), y otra alrededor de una mesa alta, idónea para tomar un aperitivo.
¿Qué ventajas ofrece todo el mobiliario de obra que hemos estado viendo en exteriores e incluso en interiores? “En los espacios al aire libre el motivo principal es el mantenimiento de las piezas y poder dejarlos a la intemperie todo el año. En cuanto a las piezas de interior, permite hacer formas caprichosas y dimensiones cualesquiera”, apunta Sara.
Para lograr una correcta impermeabilización en una casa ubicada en una localidad en la que apenas llueve pero que cuando lo hace, es a lo grande, se usa una capa de PVC. Por otra parte, esta cubierta transitable se ha configurado como si fuera una piscina con un suelo elevado por encima, para poder ‘guardar’ agua mientras los sistemas de evacuación la van sacando lentamente.
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Moderno y funcional
El baño principal tiene una configuración en ‘L’ porque las duchas de ambos cuartos de baño se solapan, optimizando mucho el espacio. “Las abocinamos [fuimos ensanchando, como una bocina] para, una vez más, dar mayor sensación de espacio”, detalla Sara. Otra idea que logra rentabilizar los metros es que se emplea un inodoro con una cisterna empotrada, una solución que frente a las tradicionales resulta más silenciosa, resta ‘ruido visual’ y, además, reduce el consumo de agua.
El diseño sostenible también impera gracias a la celosía exterior, que al tiempo que ofrece intimidad también consigue una buena protección solar en este espacio con orientación oeste.
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Soluciones ahorraespacio
La planta primera era algo justa para conseguir tres dormitorios y dos baños, así que todas las piezas tuvieron que ajustarse mucho. En la habitación principal de la imagen, se decide hacer las mesitas de noche en formato de estante para que ocupen lo mínimo y, por ese mismo motivo se usan apliques tipo flexo (el modelo ‘Pin’, diseño de Ichiro Iwasaki para Vibia), que no consumen espacio. El toque de pintura azul en la pared del cabecero, nos recuerda que esta es una casa moderna de relajantes aires mediterráneos.
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Acceso a la zona de noche
Subimos a la planta superior por esta escalera en espiral cuyo hueco deja ver la mesa de comedor del sótano. Con peldaños en madera de roble, “presenta unas formas curvas porque, ‘desdibujan’ los límites dando mayor sensación de amplitud y permiten jugar más libremente con la geometría. Por ejemplo, la escalera se ensancha en su arranque en planta baja, mientras que se reduce al mínimo en el trazado del resto del desarrollo”, revela Sara.
El estudio de arquitectura con sede en Madrid tresunouno (tresunouno.com) firma este proyecto en el que se ha optimizado el aprovechamiento de la parcela de tres casas adosadas en la localidad costera de Vera (Almería) para que compartan una zona comunitaria de jardín y piscina, pero que a la vez cuenten con espacios exteriores de carácter privativo. Visitaremos una de las viviendas, pero en todas se ha seguido la misma estrategia: inspiración en la arquitectura tradicional mediterránea de pueblos blancos de la zona y soluciones de protección solar pasiva, para garantizar un buen confort térmico tanto en interior como en exterior.
Para relatarnos las claves del proyecto hemos hablado con Sara Solé Wert, arquitecta y socia fundadora de tresunouno.
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Un patio para inundar de luz
En el sótano se han habilitado múltiples ambientes que, para nada resultan sombríos dado que se iluminan de forma natural a través del patio inglés. Así, la luz reverbera en el interior del espacio. Estamos viendo un ambiente versátil de comedor y sala de estar donde el sofá líneas redondeadas (nuevamente hecho de obra) dialoga con la curvatura de la escalera y que, gracias a su dimensión, maximiza la sensación de amplitud.
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¿Interior o exterior? El triunfo del ‘outdoor living’
En la cocina-comedor, una gran isla se convierte en el corazón del espacio. Se realiza con el porcelánico Dekton (modelo ‘Aeris’ en tonalidades claras con detalles cremas inspirados en la caliza Piedra Paloma) y permite preparar los platos aparte de comer, en el extremo que se acompaña por taburetes.
Los muebles de la firma Dica son de madera lacada y fueron instalados por Azahar Interiores. En la zona de armarios blancos (la más alejada del salón), se integra la placa vitrocerámica y el fregadero, para evitar molestos ruidos que por ejemplo generan los extractores; mientras que el almacenaje se oculta en un mueble en color azul cobalto que se extiende en el espacio del salón, consiguiendo unificar los diferentes ambientes.
El uso de grandes ventanales correderos en este nivel, en las dos fachadas opuestas, abre este espacio interior a una zona exterior a cubierto perfectamente integrado en el jardín, protegido del sol y atemperado gracias a la ventilación cruzada. El cristal es absoluto protagonista porque “conocíamos muy bien las condiciones climatológicas de la zona y queríamos conseguir esa ventilación cruzada, para permitir estar en verano a cubierto protegidos del sol, frescos y con la sensación de estar al aire libre”.
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Una concepción ‘open space’
“La superficie disponible en esta planta no era mucha, por lo tanto, hacer un espacio continuo permite que todo sea más amplio. Si hubiéramos fraccionado los ambientes habrían quedado mucho más reducidos”, relata la arquitecta.
Indudablemente, la planta baja completamente diáfana también permite que los rayos solares se propaguen hasta el último rincón, logrando multiplicar la luminosidad, permitiendo hasta pintar una pared de acento en otro color más oscuro, el azul.
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Aciertos del salón
La vivienda (igual que las otras dos vecinas), cuenta con una superficie útil de 160 metros² distribuidos en tres plantas conectadas entre sí mediante una escalera liviana de trazado sinuoso. Estamos viendo el salón de la planta baja, que integra también la cocina y el comedor, en la planta superior se encuentras tres dormitorios y un baño, mientras que el sótano cuenta dos dormitorios, dos baños, una sala, un trastero, un lavadero, un tendedero y un patio inglés.
La construcción es sostenible, pues debido al enorme aislamiento térmico y a las contraventanas, apenas requiere climatización y se adapta al clima cálido de esta región, mediterráneo subdesértico.
“El salón es un espacio estancial, sin televisión, donde leer, escuchar música, charlar o simplemente descansar a cubierto, pero con la sensación de estar en el exterior si es lo que apetece (abriendo las cristaleras en ambos lados la brisa corre cruzando la casa y es muy agradable)”, relata Sara. Aquí se disfruta a tope de las vistas al jardín, ofreciendo muchísima paz, algo a lo que también contribuye la silueta orgánica de las mesas de centro y la lámpara.
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Un bucólico comedor (y muy bien aprovechado)
En esta zona íntima estilo jungla se acomoda otro espacio al aire libre, para el que se vuelve a recurrir a mobiliario de obra: el banco y la mesa de comedor (que, de nuevo, no se deben recoger con la llegada del frío). Además, apostar por la combinación del banco y las sillas permite optimizar el espacio, que es algo estrecho.
Para regalar una agradable y necesaria sombra, igual que el salón de exterior, el comedor se cubre con una pérgola que permite regular la entrada de luz con sus persianas móviles.
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Un oasis verde
El salón al aire libre se equipa con una alfombra artesanal de algas, típicas de la zona, pufs, mesas auxiliares y lámparas de factura moderna (de Gandía Blasco) y un sofá de obra, porque como su uso es temporal, cuando se tiene que guardar tan solo se hará sus colchonetas fabricadas a medida (más ligeras y menos aparatosas).
De fondo, la frondosa vegetación contribuye a sofocar los cálidos veranos almerienses. “El paisajismo lo hemos proyectado también nosotros [tresunouno], empleando especies autóctonas y con bajo requerimiento de agua”, comenta Sara.
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Protección contra las fuertes lluvias
De este proyecto en el que las tres viviendas comparten el jardín con piscina destaca que al estudiar las condiciones climatológicas de la zona, el estudio de arquitectura decidió tomar diferentes decisiones a nivel de proyecto que evitasen que fuesen afectadas por las inundaciones habituales que se producen en el entorno y medidas que facilitasen la ventilación cruzada. Por esa razón, se elevó la planta baja de las viviendas hasta el máximo permitido por la normativa y se trabajó la parcela en tres niveles: una cota de acceso a la parcela, situada al nivel de la calle; un nivel intermedio donde se ubica la piscina, para preservar su privacidad; y un nivel superior, que permite el acceso a la planta baja de las viviendas.
El proyecto sigue el estilo propio de la arquitectura tradicional mediterránea, haciendo uso de los revocos blancos, las celosías cerámicas y las persianas mallorquinas (toldos correderos transpirables). Estos últimos elementos en verano protegen muy bien los ventanales. Además, la diferencia de temperatura entre las fachadas opuestas potencia la ventilación cruzada que atempera la vivienda con los ventanales abiertos. En invierno, con las mallorquinas recogidas, los paños de vidrio absorben mucha energía y climatizan muy bien la casa sin tener que gastar en calefacción.
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