La casa, ubicada en la localidad mallorquina de Cala Santanyí, es una vivienda de 350 metros cuadrados de estilo mediterráneo. De una línea actualizada de esta tendencia que mezcla tradición y modernidad. A través de sus creadores hemos querido saber las claves de este estilo, aplicado a un proyecto que nos traslada hasta Mallorca. Esta es la historia y sus claves.
Bloomint Design y las claves del estilo mediterráneo 'slow', ideal para el verano
Caroline Savin y Manu Bauzá son Bloomint Design (www.bloomintdesign.com), un estudio internacional de diseño de interiores que cuida especialmente el concepto de interiorismo responsable. Ellos y su equipo son los artífices de este proyecto, ubicado en Mallorca. "Nuestros procesos están arraigados tanto en la multiculturalidad del equipo como en la esencia particular de cada uno de los proyectos que desarrollamos alrededor del mundo". En este caso, su trabajo nos traslada hasta esta isla del Mediterráneo para desgranar las claves, precisamente, de un estilo muy deseado: el mediterráneo que abraza la calma y el bienestar a través de interiores que combinan la tradición de la artesanía y materiales naturales con el diseño, culpable de actualizar los espacios.
¿Cómo definiríais el estilo mediterráneo 'slow' que hace tan apetecibles los proyectos de cara al verano?
"Cuando se acerca el verano idealizamos lugares donde poder descansar al aire libre o en interiores soleados y frescos, donde la vida justamente se ralentiza. Creemos que el estilo mediterráneo abraza ese tipo de espacios donde podamos conectar con el exterior, ventanas abiertas y cortinas de telas livianas, espacios blancos y tonos piedra cálidos propios de la arquitectura local", declaran Caroline Savin y Manu Bauzá.
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¿Cuáles son las claves para vosotros de una decoración mediterránea y con ese aire personal tan artesanal?
"Para nosotros se ha convertido en una oda a los orígenes artesanales, incluyendo diseños innovadores de marcas del arco mediterráneo. Tenemos una rica industria del mueble y un sinfín de artesanos que siguen creando piezas únicas", nos aseguran desde Bloomint. Para ellos, conocer el cómo y el dónde se fabrican esas piezas es donde reside la verdadera clave para lograr el interiorismo deseado.
Una casa con tradición: esta es su historia
Muchos extranjeros tienen una segunda residencia en Mallorca desde hace años, incluso en algunos casos desde hace un par de generaciones. Con el boom turístico de los años 70, esto era frecuente. Se construyeron numerosas segundas residencias a lo largo de toda la costa de la isla de Mallorca durante las décadas siguientes. Esta situación dio lugar a la construcción de grandes casas que se alejaban de la arquitectura tradicional mallorquina, aunque conservaban algunos rasgos identitarios. Cala Santanyí es un ejemplo de este tipo de arquitectura. "No se trataba de una casa con un encanto arquitectónico especial, pero estaba ubicada en primera línea de mar, elevándose con unas vistas increíbles de los acantilados y pinares del sur de la isla", explican desde Bloomint. El salón se abre nada más entrar y en él se mezclan elementos destacados, más atrevidos como el aparador en color o el sofá.
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Los colores de este proyecto se basan en la arquitectura original y características de la zona
Los colores elegidos para este proyecto se inspiraron en los materiales ya existentes en la casa, como las baldosas en tonos terracota, beige y blanco roto, que sirven de telón de fondo. Además, se agregaron toques de color turquesa y algunos más vibrantes. Esta imagen de la zona de asientos del salón muestra la combinación atrevida y perfecta de líneas y acabados. Los dos sillones, coordinados con el sofá, se suman a una bancada y mesas de diseño moderno, de líneas depuradas, materiales de calidad y tonos empolvados que suman matices.
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Un porche para hacer vida fuera, clave en el estilo mediterráneo
"En el porche exterior pusimos especial atención. Muchas veces se deja el exterior como un espacio menos “vestido”. Dentro del estilo mediterráneo, las zonas intermedias tienen que habitarse como si fuera el interior, es la transición entre ambos, aportando vegetación diversa en macetas, pero también mobiliario y objetos decorativos como en el interior de la casa", explican los responsables del proyecto. Este cuenta con dos ambientes: comedor exterior y estar.
¿Qué ideas podemos extraer de este proyecto que representan el estilo mediterráneo?
A Caroline Savin y Manu Bauzá les cuesta quedarse solo con un par de ideas porque este casa mallorquina tiene mucho que copiar. "Desde el pavimento original de la planta baja en baldosas de barro cocido, paredes en tonos neutros, selección de tejidos que se mueven entre colores naturales del entorno, los turquesas del mar balear o el verde del pino o el olivo. También el uso de la madera y hornacinas de obra sin pretensiones, llenas de objetos decorativos artesanales, ayudan a esa percepción rústica del espacio".
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¿Hay algún truco para mezclar diseño y artesanía con un buen resultado?
"La clave está en no ir a extremos y ser sensible con el lugar en que estamos diseñando. Si estás en un entorno natural espectacular y hay una tradición en cuanto a materiales y artesanías, no podemos obviarlo". Para acertar es mejor ir con calma, probar y pensar mucho. Combinar materiales, colores, telas, acabados y probarlos qué tal funcionan juntos con la luz natural.
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Mucho recuperado: un proyecto de reforma parcial
La reforma de esta casa fue parcial. "Para que el resultado fuera el que esperábamos, hubo mucho tiempo dedicado a pensar cómo encontrar el balance entre materiales y mobiliario que ya había en la casa". Queríamos aprovechar elementos existentes y tuvimos claro que la dinámica del interiorismo debe ir hacia este lado: sacar ventaja de lo existente para tener una huella ambiental mucho menor, e incluso una reducción económica considerable en la ejecución del proyecto".
La cocina, abierta al comedor y renovada con contraste
Este espacio sí que se renovó especialmente, como los baños. "Se remodeló para lograr una apariencia más ligera, donde la isla tuviera un papel protagonista", explican desde Bloomint. El estudio quería crear un punto de sociabilización, que permitiese cocinar mientras se disfruta de la vista al mar y se conversa con las personas sentadas en el comedor. El mobiliario oscuro contrasta con las paredes blancas y la encimera del mismo color.
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La distribución de la cocina
La distribución de la cocina aprovecha las paredes, por un lado, con un mueble alto lateral donde se instaló el frigorífico. Allí también hay algún mueble de almacenaje con puertas en madera oscura. Como en la zona de fregado. La ausencia de módulos altos da ligereza. En el estante de la pared se pueden exhibir objetos decorativos.
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¿Cómo se actualiza el estilo mediterráneo más tradicional?
Esta casa es un ejemplo de cómo se mezcla la tradición con piezas más antiguas y recuperadas, también materiales; con otras de diseño más actual. Esas piezas más actuales de diseño le dan una vuelta al típico estilo mediterráneo. "Creemos en ir siempre más allá de las modas. El uso de mobiliario más contemporáneo está mezclado con la recuperación de elementos antiguos y la fabricación de otros más artesanales. En esa evolución es donde pensamos que el estilo mediterráneo tiene mucho que decir y que innovar. Podemos evolucionar sin perder la esencia y creo que en este proyecto lo hemos conseguido", resuelven Caroline Savin y Manu Bauzá.
El recibidor, del barro al mármol abujardado
Mientras que en la planta baja se mantiene el barro, en la alta se sustituye por mármol, el mismo que reviste la escalera de acceso. De esta manera, este elemento constructivo se integra mejor con el tono blanco de las paredes y adquiere menos protagonismo en el distribuidor de doble altura, donde las vistas al mar son el punto focal de la estancia.
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La esencia: mucha recuperación de materiales
Esta casa bebe de la arquitectura mallorquina en su parte constructiva, pero sus acabados en origen eran en muchos casos una versión de los años 70-80 donde se habían añadido elementos que poco tenían que decir. El trabajo del estudio Bloomint consistió en decidir qué se quedaba y qué se iba, intentando "salvar" la mayoría de materiales y, aun así, que la casa tuvieran un nuevo comienzo. "Hemos aplicado lo que podríamos denominar un interiorismo amable o consciente, no invasivo, intentando aprovechar todos los materiales que podíamos. Hoy en día se piensa más en tirar todo y empezar de nuevo para hacer el interior perfecto. Nosotros estamos dispuestos a usar más tiempo en pensar cómo encajar lo que existe y así poder ir hacia un futuro más sostenible. Pensar más y tirar menos", declaran.
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El dormitorio principal, otro ejemplo de mezcla de estilos
Mientras que en la planta baja se conservó el suelo de baldosas de barro hechas a mano, en la planta superior se optó por sustituir el pavimento por un mármol beige abujardado de gran formato para dar más luminosidad. Así, además, se lograba una continuidad en toda la planta, ya que aquí el trabajo del estudio sí modificó muros. Todos muebles de este proyecto "se ajustan a una estética mediterránea, utilizando materiales naturales, siempre que sea posible, y combinando formas orgánicas con piezas más sencillas y rústicas. De este modo, se logró un equilibrio entre la modernidad y la tradición", apuntan desde Bloomint Design.
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Un baño con mármol, barro y líneas en negro
En el baño se combinó el mármol abujardado con baldosas de barro hechas a medida y esmaltadas para sellar la
porosidad. La zona de lavabo se diseña con dos de mármol, para lograr uniformidad. Los muebles a medida siguieron el diseño de las persianas de madera lacada en blanco que ya estaban presentes en muchos armarios de la casa. Y este es el resultado, actualizado con griferías y otros detalles en color negro.
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