A medida que los niños crecen, su habitación pide un cambio. Lo que hasta hace bien poco era perfecto, ya no funciona tan bien y es hora de adaptar el espacio para que se ajuste a sus nuevas necesidades, intereses y gustos. ¿Por dónde empezar? Aquí tienes algunas ideas para dar un cambio de look al dormitorio de tus hijos sin necesidad de una varita mágica ni grandes presupuestos.
Decora la pared con un mural
Este tipo de revestimientos son geniales para añadir un toque de personalidad al cuarto de los niños; solo tienes que escoger un diseño que refleje sus intereses, como una escena de la naturaleza, un paisaje urbano o incluso personajes de sus películas o libros favoritos. Lo suyo es colocarlo en la pared de la cama, como hizo en este caso el estudio de Alberto Torres, para convertirlo en punto focal de la habitación.
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Móntale un rincón de estudio
Tarde o temprano llega el momento de destinar una zona del dormitorio a crear un rincón donde puedan sentarse cómodamente a hacer sus deberes. Según la planta y dimensiones de la habitación, puedes situar este espacio en una esquina libre, aprovechar un pequeño rincón bajo la ventana o apostar por una composición modular como ésta, de la serie Smasta de IKEA. Incorpora un escritorio adecuado para su edad, junto con una silla cómoda y ergonómica. Instala estanterías o baldas para organizar libros, cuadernos y material escolar, de manera que lo tenga todo al alcance y bien ordenado. Este rincón no solo les proporcionará un espacio dedicado para concentrarse en sus tareas del cole, sino que también fomentará hábitos de estudio positivos desde una edad temprana.
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Busca soluciones para guardar sus juguetes
Aunque cueste creerlo, encontrar el lugar perfecto para guardar cuentos, muñecas, fuguritas, coches, legos y todos esos juguetes es posible. La clave está en escoger muebles que se ajusten a las dimensiones de la habitación, donde haya un sitio para cada cosa y que sean accesibles para los niños. Esos sí, si son armarios o estanterías altas, como este modelo de La Redoute Interiérus, asegúrate de fijarlos bien a la pared para prevenir posibles accidentes. Así, ellos mismos podrán coger sus juguetes cuando quieran y devolverlos a su lugar sin complicaciones. Con el espacio despejado, tendrán más sitio para moverse y dejar volar su imaginación.
Pinta las paredes de forma original
Si los frentes lisos te aburren, hay una forma de decorar las paredes y lograr que queden muy atractivas: pintar con patrones geométricos como se ha hecho en este dormitorio, decorado con muebles y complementos de Leroy Merlin, donde líneas paralelas y perpendiculares adornan y dotan de personalidad a la estancia. Un frente decorado con un zócalo de color amarillo y un gran triángulo rosa en el otro ayudará a poner un punto divertido en la decoración.
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Necesitas una alfombra
Más allá de añadir ese toque extra de calidez, una alfombra suave crea el escenario perfecto para un rincón de lectura donde los niños pueden sumergirse en sus libros favoritos, o simplemente tumbarse para relajarse o jugar. Además, una alfombra bien acompañada hará de cualquier rincón el lugar favorito para relajarse y disfrutar de momentos especiales en su propio mundo de fantasía. Con unos cojines de suelo o con un peluche gigante, como este de Lorena Canals (de donde también es la alfombra), comodidad y diversión se fusionarán para crear momentos inolvidables de juego y relax.
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Cambia el aspecto del armario
Empapelar los frentes de armario es una simple pero efectiva transformación que, además de su valor decorativo, puede ayudar a ocultar cualquier desgaste o imperfección. Además, es una manera económica y fácil de actualizar la apariencia de la habitación sin necesidad de realizar grandes cambios. Con el papel adecuado, los frentes de armario añadirán un toque de alegría y estilo al espacio. Busca un diseño que encaje con el resto de los colores de la decoración, como hizo en este dormitorio la interiorista Pia Capdevila.
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Optimiza el espacio
Además de las ideas decorativas, renovar la habitación de los niños puede implicar la necesidad de sustituir muebles por otros más acordes a su edad y etapa de desarrollo. Es hora de decir adiós a las cunas y cambiadores para dar la bienvenida a una cama nueva que refleje su crecimiento y autonomía. Asimismo, tendrás que integrar un rincón de estudio para fomentar hábitos de estudio y reemplazar los muebles de almacenamiento por armarios más funcionales y accesibles. Eso sí, es importante buscar diseños funcionales que se ajusten como un guante al espacio disponible, como se ha hecho en este dormitorio, con mobiliario de Tegar.
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Customiza los muebles
Ya sea cambiando los pomos por otros más llamativos y divertidos o asignando un motivo específico al contenido de cada cajón (estos son de PullCast), como estrellas para los juguetes o corazones para la ropa, estas pequeñas modificaciones tendrán un gran impacto en la apariencia y funcionalidad de la habitación de los niños. Además de añadir un toque de estilo y originalidad, es una forma de ayudar a los niños a asociar visualmente cada compartimento con su contenido correspondiente. Como ves, con un poco de imaginación, puedes convertir mesillas y cómodas en piezas únicas.
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Anima las paredes
Desde láminas y fotografías, hasta sus dibujos o perchitas de colores. Existen miles de recursos tan ideales como éstos de la firma Bloomingville con los que poner un toque personal en la habitación de los niños. Lo ideal es que cada pieza colgada cuente una historia y contribuya a hacer del espacio un lugar acogedor y lleno de vida.
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¡Y los textiles!
Optar por nuevos juegos de sábanas, fundas nórdicas o edredones con diseños frescos y coloridos transformará por completo el ambiente. Ya sea con motivos divertidos, personajes de sus películas favoritas o patrones modernos, cambiar la ropa de cama es una manera rápida y fácil de darle un nuevo aire a la decoración.
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