Las texturas están de moda. Toda decoración texturizada mezcla y combina acabados y se siente enriquecida y de tendencia. Con esta idea, los suelos también sienten la necesidad de incorporar texturas y, además de hacerlo con el revestimiento en sí, las alfombras son los grandes complementos que visten con todo tipo de efectos. Nos centramos en ellas como elemento que aporta textura al suelo. Hay varias ideas de aplicación y te las contamos.
Formas geométricas y colores
La alfombra con patrón geométrico y ordenado y colores tiene un efecto muy llamativo en la estancia. Solo por la combinación de formas y tonos, la textura que aporta está asegurada. Si juegas con un modelo de patrones que incorpore líneas sinuosas, lograrás además sensación de volumen. Se trata de un diseño de la colección Elnath, de Maisons du Monde.
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Alfombras de pelo largo
Largo o rizado. Este tipo de alfombra es perfecto para aportar textura y volumen sin necesidad de sumar color ni estampado. Su tejido ya es extra texturizado y es perfecto para un suelo liso. Funcionan muy bien en tono neutro para dar sensación de sosiego. Ahora bien, debes saber que todas las alfombras de pelo largo acumulan más suciedad y es necesario sacudirlas para su mantenimiento. Alfombra Tasty Vloekleed de venta en La Oca.
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Los degradados en las alfombras funcionan
Este efecto degradado en una escala de color es perfecto para añadir textura al suelo y delimitar visualmente un espacio. Pueden tener un efecto de acotar demasiado, es decir, de que la zona parezca más pequeña de lo que es, sobre todo en la dirección de tono fuerte en el exterior y claro hacia el interior. Conviene usar alfombras de gran tamaño con esta disposición. Juega con la dirección del degradado como le convenga al espacio porque, por el contrario, un degradado desde dentro hacia fuera puede ampliar. Es un proyecto de Alberto Aranda.
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Más efectos ópticos con alfombras de patrón rayas
Las rayas son un clásico que según el grosor y los colores se renueva. Tanto en recto como en curva, ¡texturizan al máximo! Mira este efecto. Un modelo de alfombra con rayas sinuosas, combinadas en distintos colores, que crea un efecto óptico de movimiento. Logra desdibujar las líneas rectas, por lo que te ayudará en espacio con irregularidades en las paredes. El patrón de rayas finas, casi líneas, crea textura. Es un diseño de The Rug Company, de la colección Colour Therapy.
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Sí a las superposiciones
Es evidente que si una alfombra texturiza la superficie, ¡con dos es el doble de efectivo! Puedes superponer los diseños que imagines. Solo debes tener en cuenta que se suman centímetros de grosor y que, por tanto, la composición levantará "más de lo habitual" del suelo. Evita esta opción de colocación de alfombras en una zona de paso. Son dos modelos de la firma Lorena Canals.
Motivos abstractos
Mezclan formas, desdibujan los límites, aportan mucho colorido… Las alfombras de patrones abstractos aportan mucha textura al suelo. Es una buena opción si el suelo es especialmente liso, incluso, el mobiliario. Este es un espacio que pertenece a un proyecto integral de Kris Moya Studio. Aquí, una zona de lectura delimitada por ala alfombra, junto a la chimenea. Un oasis de desconexión que brilla con la butaca Nuez de Andreu World, lámpara de Santa & Cole, y la alfombra de forma redonda.
Alfombras de fibras naturales
Este tipo de alfombra siempre aporta textura, en un acabado natural. Porque no todo el mundo quiere introducir color o estampados. Son una buena opción para no recurrir al pelo largo. Las alfombras de fibras naturales -como la usada en este salón- son atemporales y no entienden de estaciones. Si apuestas por una de gran tamaño, tendrás un agradable efecto moqueta, que texturizará el suelo por completo en el espacio. Esta propuesta es de uno de los apartamentos de UKIO.
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Alfombras que se inspiran en texturas de la naturaleza
Una opción para texturizar el suelo es que la alfombra introduzca un estampado inspirado en el agua, en una piedra, en elementos naturales que tengan textura. El veteado del mármol, las aguas de una superficie como el mar o la caliza. Este salón, decorado por el interiorista Alberto Aranda, sirve como ejemplo del efecto que se logra con una base neutra, que no llena visualmente ni oscurece, y la textura que aportan los brochazos de color.
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Formas especiales sobre el suelo
¿A qué nos referimos? A esas alfombras que no son rectangulares o circulares. Con siluetas irregulares también se favorece la sensación de textura, de cambio. Una forma de lograrlo es con la superposición de alfombras o escogiendo diseños que tengan formas especiales, que rompan con la simetría. ¡Un toque de originalidad sobre el suelo! Mobiliario de Roche Bobois.
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Pasamanería en general en las alfombras
Borlas, pompones, tiras, tejidos entrecruzados… Las alfombras con estos elementos aportan un extra de textura. Los remates alrededor de una alfombra puedes hacer que se note mucho más su presencia. Los hay más discretos y otros que permiten marcar no solo con el tipo de borde (hilo o cinta, por ejemplo) sino con el color de terminación y el material y su ancho. Este es un ejemplo de habitación infantil con un suelo muy liso sobre el que destaca una alfombra neutra con discretos elementos de color y distintas texturas. Se vende en La Redoute Interieurs.
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