Para la mayoría, pintar las paredes es una tarea sencilla que no supone demasiadas complicaciones. Pero seamos realistas, la mayoría no somos profesionales y nos lleva mucho más tiempo del esperado, lo que, además, desemboca en ciertos errores con fácil solución.
Analizamos cuáles son los errores más comunes al pintar las paredes, pero si no estás muy seguro y prefieres delegar en alguien que sepa, debes saber que pintar un piso puede oscilar entre los 5 los 12 metros cuadrados, dependiendo de factores como si hay que mover los muebles, arreglar desperfectos o retirar el gotelé. ¡Vamos allá!
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Olvidarse de los desperfectos
Pintar las paredes es el mejor momento para solucionar ciertos desperfectos que pueda haber en ellas. Grietas, antiguos agujeros, manchas en las paredes... Antes de pintar es el momento de revisar bien cada superficie y arreglar todo lo que veas mal. Puedes emplear pasta tapagrietas (se vende en polvo o ya preparada). Aplica el producto con una espátula y, cuando esté seco, lija con un taco de lija. Retira el polvo antes de pintar.
En el caso de que en los agujeros haya un taco, tienes dos opciones. Puedes cortar la cabeza o sacar el taco y rellenar el orificio con una gasa o papel. Después rellena al igual que hiciste con las grietas.
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No lanzarse a quitar el gotelé
Aunque muchas revistas de decoración afirmen que el gotelé está volviendo a conquistar los interiores, lo cierto es que todavía no se ha convertido en una tendencia tan extendida. Esta técnica que se empleaba para ocultar posibles imperfecciones de las paredes, aunque con el tiempo se utilizaba en todas las construcciones. Ahora, lo que se llevan son las paredes lisas. Así que si aún eres de los que tiene gotelé en las paredes de casa, nuestra recomendación es que inviertas un poco más y traigas a tu casa al siglo XXI.
Cierto que quitar el gotelé uno mismo puede ser complicado, por lo que nuestra recomendación es que cuentes con profesionales que dejen tus paredes bien lisas.
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No calcular bien la cantidad de pintura
No hay nada más incómodo que estar en plena faena pintando la casa y que veas que te falta pintura para terminar. Para solucionarlo lo ideal es ser previsor. Mide bien la superficie de las paredes. Para eso tendrás que medir el largo por el alto y multiplicarlo para calcular la superficie. Después tendrás que restar la superficie que ocupen puertas y ventanas.
Cuanto hayas calculado los metros cuadrados que tienes que pintar, mira bien en el envase de la pintura. Ahí figura el rendimiento de cada producto. Y recuerda que siempre es mejor que sobre que no que falte.
Una recomendación: antes de ponerte, revisa también que tienes todos los utensilios que vas a necesitar como cubetas, rodillos, cinta de pintor, protectores para el suelo, paños, etc.
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No proteger bien muebles y suelos
Aunque sea una tarea muy, muy aburrida y tediosa, cubrir bien los muebles y los suelos de tu casa no solo los protegerá de posibles manchas de pintura y polvo y suciedad, sino que te ahorrará tiempo. Y es que si los suelos se manchan, aunque sea con salpicaduras de pintura y estas desaparezcan con un paño húmedo, tendrás que dedicar algo de tiempo a limpiarlas. Y lo mismo con los marcos de las puertas, los interruptores, las lámparas y los enchufes.
No hay nada como ser previsor y destinar algo de tiempo a esta tediosa tarea. Cuando termines de pintar, lo agradecerás.
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No lanzarse a dar carácter a las paredes
Si ya te has decidido a quitar el gotelé (si lo tenías), ¿por qué no arriesgar un poco más y dar un toque elegante a las paredes? Para ello puedes colocar unas bonitas molduras que suban el nivel de la estancia. Actualmente, hay molduras de poliestireno muy sencillas de colocar con adhesivos, además de muchos tutoriales si quieres hacerlo tú mismo. Después podrás pintar las paredes del color que más te guste.
¿Lo mejor? Que son facilísimas de instalar y una opción perfecta para la pared del cabecero, en la que se apoya el sofá o la que está al lado del comedor. Incluso puedes colocarlas en las paredes del pasillo. ¡Parecerá otro!
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No elegir el día más adecuado
Aunque parezca una tontería, no todos los días valen para pintar la casa. Evita los días de lluvia, así como en los que hay demasiado viento. Lo ideal es no pintar si la temperatura exterior es inferior a 10 °C y elige mejor días frescos, en los que puedas dejar todas las ventanas abiertas. Esto ayudará en el proceso de secado y ayudará a ventilar el espacio mucho antes.
Tampoco es recomendable pintar las paredes los días demasiado calurosos, ya que las altas temperaturas pueden acelerar demasiado proceso de secado y generar problemas como ampollas en el acabado.
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No tener en cuenta el acabado de suelos y carpintería
Al pintar tu casa y cambiar los colores de las paredes, ten en cuenta los acabados de los suelos, las ventanas y la carpintería de las puertas. Deberás tener en cuenta factores como la luz natural, la distribución, los materiales del suelo y las ventanas y el acabado de muebles y otros elementos difíciles de renovar.
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Ni la decoración
Arriesgar está muy bien, pero si en la decoración de la estancia domina una gama de colores, ponerse demasiado creativo puede provocar que tengas que cambiar complementos y textiles de tu casa. ¿Nuestra recomendación? Si estás pensando en redecorar, sí, apuesta por nuevos colores que cambien el estilo e imagen de tu casa; pero si solo vas a pintar las paredes, ten en cuenta lo que ya tienes o tendrás que hacer una gran inversión en elementos que combinen con el nuevo color de las paredes.
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Equivocarse con la cinta de pintor
Debes prestar especial atención a cuándo quitar la cinta de carrocero, también conocida como cinta de pintor, y no hacerlo cuando la pintura esté del todo seca. Y es que es entonces se puede despegar la pintura que acabas de aplicar. Lo más adecuado es quitar la cinta de pintor cuando la pintura está aún un poco húmeda.
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No respetar los tiempos de secado
Cuando terminamos de pintar es normal querer volver a colocar todo en su sitio cuanto antes para ver la casa como estaba, pero con una imagen más limpia y renovada. Pero, cuidado. Es mejor esperar alguna hora más a que la pintura esté bien seca antes de ponerse a mover muebles y cajas y, tal vez, estropear el acabado.
Esto también tendrás que tenerlo en cuenta al aplicar las distintas capas. Lo ideal es esperar 24 horas, pero consulta en el envase del producto, donde figurará cuál es el tiempo de secado.
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