Con creatividad y una buena planificación, cualquier espacio, por alargado y estrecho que sea, puede transformarse en un lugar funcional, acogedor y lleno de estilo. Te lo demostramos con 10 ejemplos en los que, gracias a distintos recursos decorativos, plantas difíciles de resolver se han optimizado al máximo. Desde muebles a medida y diseños plegables, hasta colores claros y neutros en las paredes y una iluminación estratégica, son algunos de los trucos que hemos recopilado. Pero sigue leyendo porque hay más.
Todo pasa por una buena distribución
En un salón estrecho y alargado, ubicar el comedor a continuación de la zona de estar, es, sin duda, la distribución más acertada. Así se ha hecho en este caso, un proyecto de reforma integral diseñada y ejecutada por Reformas Vera, en el que, además, el sofá se ha colocado contra un tabique de cristal que define claramente los ambientes y permite el flujo de la luz natural de un espacio a otro. La decoración se basa en maderas claras y tonos blancos que consiguen ampliar visualmente el espacio. Con la estantería en la zona de comedor se aprovecha el espacio vertical y se logra una estética equilibrada y funcional, donde el orden y la organización se mantienen sin sacrificar el estilo.
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Mobiliario abatible
Es genial para disfrutar de un espacio diáfano en cualquier estancia. El sistema QBNext New de Tegar permite encajar con holgura en una habitación estrecha dos camas individuales, una zona de estudio con librería y espacio de almacenamiento. Con tan sólo 50 cm de profundidad, soluciona la distribución de un dormitorio estrecho y contribuye a tener la habitación ordenada. Cuando el sistema queda totalmente cerrado, su diseño minimalista se mimetiza con el tono de pintura de la pared, de manera homogénea o, si se prefiere, puede destacarse escogiendo una tonalidad más fuerte.
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La zona de estudio en un pasillo
Este proyecto de Arc Disseny nos inspira para crear un mini home office ideal en un pasillo, con el escritorio contra una de las paredes. Si te gusca la idea, puedes optar por un mueble a medida como se hizo en este caso, o bien por una encimera volada o plegable para maximizar el espacio disponible y mantener el área de paso despejada. Utiliza una silla que se pueda deslizar fácilmente debajo del escritorio cuando no se esté usando y coloca estantes o estanterías altas para guardar libros y demás material. Pintar o lacar los muebles de almacenaje en el mismo color de la pared es una excelente manera de integrarlos en el espacio y crear sensación de continuidad y amplitud visual.
Un vestidor con la máxima capacidad
La característica más destacada de este proyecto de Pia Capdevila es la ventana que se abrió en el tabique que separa el vestidor del dormitorio. Además de permitir el paso de la luz natural (lo que hace que el espacio parezca más amplio y acogedor), crea una conexión visual entre ambas áreas, rompiendo la sensación de estrechez. En el otro frente, los armarios de techo a suelo en el mismo tono que las paredes crean sensación de continuidad, mientras que los techos blancos y los focos empotrados proporcionan una atmósfera luminosa y acogedora.
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La iluminación adecuada hará maravillas
Combina la iluminación general con luces ambientales y puntuales para crear un ambiente acogedor y evitar áreas oscuras. En este salón (un proyecto de Paola Ribeiro Interiores) una luminaria con focos en el techo que se pueden dirigir a diferentes puntos ofrece versatilidad para resaltar colores, elementos decorativos u obras de arte, al tiempo que ilumina uniformemente el espacio. Además, distintas lámparas de sobremesa y de pie proporcionan una iluminación más suave y cálida, ideal para crear rincones de lectura o para agregar un toque de intimidad en la zona de estar.
¿Sabes cómo resolver un baño estrecho y alargado?
Este proyecto de María del Valle nos da algunas pistas. Ubica los elementos principales, como el mueble de lavabo y el inodoro, a lo largo de una pared para maximizar el espacio de circulación en el centro, y reserva uno de los frentes más cortos para instalar la ducha. Coloca un gran espejo para reflejar la luz (uno que abarque todo el frente de lavabo será especialmente efectivo); juega con una paleta de colores claros y neutros, tanto en las paredes, como en el mobiliario, y elige azulejos de gran formato.
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Un espacio versátil y acogedor
En este proyecto de Tinda's Project, una cama nido adosada a la pared maximiza el espacio libre para el movimiento, mientras que los estantes en la pared proporcionan almacenamiento sin ocupar espacio en el suelo. Las puertas correderas, no solo ayudan a separar visualmente las diferentes áreas (descanso, estudio y vestidor), sino que rompen con la sensación de tubo. Para sumar personalidad, se añadieron pinceladas de colores vibrantes y motivos juveniles en la decoración.
Todo (o casi todo) al blanco
El color blanco tiende a hacer que los espacios se vean más grandes y luminosos. Por eso, en un dormitorio estrecho y alargado, pintar las paredes, techos y muebles en blanco ayudará a abrir visualmente el espacio. Y no solo eso: también se logrará maximizar la luz natural y artificial para evitar que se sienta claustrofóbico. Y lo mejor es que, como va bien con todos los colores, bastará con cambiar los complementos para dar un aire nuevo a la decoración. En este caso, un proyecto de Thinking Home, el blanco se animó con detalles en turquesa.
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Comedor y cocina integrada
En este espacio alargado, el equipo de Ascoz Arquitectura ha logrado optimizar la distribución de manera inteligente para crear dos ambientes. En un extremo se encuentra la cocina, donde los muebles y electrodomésticos están agrupados en una sola pared y ocultos tras puertas plegables, lo que permite mantener una apariencia limpia y ordenada cuando no están en uso. En el otro se encuentra la zona de comedor, que ofrece un ambiente acogedor y práctico para disfrutar de las comidas. Una iluminación estratégica resalta las diferentes áreas.
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Una terraza estrecha y alargada
En este caso, la interiorista María del Valle colocó un sofá pequeño pegado en la pared más corta y lo acompañó de dos mesas auxiliares redondas a modo de mesa de centro, que ofrecen superficie para colocar bebidas, libros o elementos decorativos sin bloquear el paso. Un par de pufs cierran el ambiente y ofrecen asientos extras.
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