Los mejores consejos de orden para mantener el salón en perfecto estado de revista

El salón es, seguramente, la zona más importante de la casa. Allí transcurre la vida doméstica con su ritmo trepidante. Seguirlo no es fácil y es casi inevitable que el salón se desordene cada día.

Sin embargo, siguiendo algunas rutinas y organizando el espacio adecuadamente podemos hacer que el orden no se pierda para siempre, si no que se mantenga aceptablemente en el tiempo. Apunta los consejos que te damos a continuación y tú también podrás conseguirlo.

La magia de los espacios multifuncionales

En las casas de hoy el salón no es ese espacio impoluto en el que recibir a las visitas. Más bien es todo lo contrario: un lugar en el que se desarrolla cada día la vida doméstica. Un espacio de estar, trabajar, socializar, disfrutar, comer, descansar... de vivir en casa, en definitiva. Y eso, por supuesto, provoca desorden. Los espacios vividos se descolocan, se ensucian y, con el tiempo, se deterioran. Sin embargo, podemos establecer rutinas de limpieza y orden que palien las consecuencias que acarrea la vida doméstica.

Para tener un salón cómodo, versátil, capaz de seguir nuestro ritmo vital, es necesario organizarlo con las soluciones adecuadas: muebles prácticos que se usan de distintas formas y espacios para guardar acordes a nuestras necesidades.

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Despejar: el verbo estrella para lograr el orden visual

Si lo que quieres es conquistar el orden para tu salón, comienza por el orden visual. Después ya acabarás de recoger las muchas cosas que andan rodando de un lado para otro.

El primer paso será despejar las superficies, las paredes, el espacio. Simplifica, quita muebles que no uses y que estorban y dificultan la circulación. Puedes optar por una mesa de comedor extensible, en lugar de tener una muy grande, por ejemplo.

Revisa las estanterías y haz limpieza: si quitas todas esas cosas que abarrotan las baldas conseguirás despejar y aligerar visualmente tu salón. Parecerá más grande, más ordenado, más ligero y, además, será mucho más fácil de limpiar. Este es el primer paso para conseguir un salón en orden.

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Apuesta por soluciones modulares

Cuando se trata de amueblar un salón no demasiado grande que, además, queremos que resulte práctico además de decorativo, conviene elegir soluciones modulares en lugar de muebles demasiado voluminosos. Los muebles modulares se adaptan al espacio disponible y proporcionan la combinación más adecuada en cada caso: muebles cerrados con puertas, módulos de cajones o con estantes abiertos.

Podrás elegir la composición que prefieras según las dimensiones de tu salón, combinando armarios cerrados y estantes abiertos, por lo que el resultado puede ser muy decorativo.

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Una librería bien organizada

Si tienes muchos libros y necesitas una librería en el salón, hay muchas ideas para conseguir que resulte ligera y práctica. Para empezar, debes entender que no puede quedar abarrotada, por lo que tendrás que calcular cuántos libros puedes guardar en ella. Si no te caben todos los que tienes, haz una selección y el resto guárdalos en otra parte o dónalos a una biblioteca.

La librería debe tener huecos libres estratégicamente ubicados. En algunos de ellos puedes poner un objeto de cerámica o una pieza decorativa.

Un consejo: si la librería es muy grande y ocupa una pared completa del salón, es buena idea pintarla del mismo color de la pared, para que quede mejor integrada y pese menos visualmente.

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No caigas en el exceso en la zona de estar

El espacio del salón en el que está el sofá es, seguramente, uno de tus favoritos. Es el área de descanso por excelencia, para reunir a familia y amigos y charlar durante horas, o para ver una película o tu serie favorita, o para dormir la siesta los domingos.

Sea como sea, el confort es la clave en la zona del sofá, pero eso no significa que lo llenes todo de cojines y almohadones, o de plaids, ya que de esta forma se verá desordenado. Mejor busca un lugar donde poner los cojines y mantas de sobra (siempre que las uses) y mantén el sofá con un aire minimalista.

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Las vitrinas, superdecorativas

No es obligatorio contar con una vitrina en el salón, pero si tienes que guardar determinadas cosas como vajillas, cristalería, objetos de colección, piezas delicadas de herencia, etc., te vendrá muy bien. Podrás exponer esos objetos y mantenerlos a salvo del polvo.

Además, las vitrinas suelen ser muebles muy decorativos, con sus puertas acristaladas. Elige un modelo que se adapte a tu salón, que aporte estilo y un toque diferente.

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Que no falte almacenaje oculto

Es, sin duda, un plus a la hora de ordenar el salón. Contar con elementos que aporten almacenaje extra es una buenísima idea, de forma que las cosas queden ocultas y no distorsionen el ambiente general. Puede ser un puf con espacio para guardar, la chaise-longe abatible que ofrece espacio en su interior, una mesa de centro con cajón o un banco con tapa. Todos estos elementos que permiten quitar de la vista esas cosas que usamos a diario, pero que queremos guardar cuando no se utilizan, resultan de lo más recomendables.

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Cestas sí, pero con sentido

Somos partidarios de utilizar cajas y cestas para guardar las cosas pequeñas que solemos tener en el salón. Es una solución práctica, siempre que no se nos vaya de las manos. Si lo vamos poniendo todo en una o varias cestas, sin ton ni son, se convertirán en sí mismas en un foco de desorden, ya que las cosas que vayan a parar allí terminarán por perderse, porque no sabremos que las tenemos ni dónde las pusimos.

Conviene emplear las cestas con un fin determinado; para agrupar las cosas que no tienen sitio y evitar que anden rodando por el salón es mejor utilizar un cajón y revisarlo cada poco tiempo con el objetivo de vaciarlo y evitar acumular.

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Agrupa las cosas y vencerás

Una vez tienes el salón despejado, bien organizado y con soluciones de almacenaje a tu medida, es el momento de ocuparse de los objetos pequeños. No se trata de eliminar cualquier adorno que tengas en el salón, ya que así conseguirás que el espacio quede aséptico y sin vida, demasiado vacío.

La clave está en exponer esas cosas que nos gustan y nos hacen sentirnos bien, pero con estilo. Puedes agruparlas en una bandeja, por ejemplo: velas, plantitas pequeñas en macetas, candelabros u otros objetos decorativos. Coloca una bandeja bonita con algunas de estas cosas en la mesa de centro o sobre la repisa de un mueble.

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