Así son los suelos de madera que triunfan en 2024: claves para elegirlos

Si estás pensando en renovar el pavimento de tu casa has de saber que se abre ante ti un panorama increíble de opciones. En la actualidad existe una enorme variedad de materiales y diseños para poner en el suelo, cada uno con sus particularidades, sus ventajas e inconvenientes. Sin embargo, a pesar de esta diversidad y de las cualidades técnicas de muchos materiales, somos legión los que seguimos amando la madera sobre todas las cosas. Si tú eres unos de los nuestros, sigue leyendo.
 

La madera sigue siendo protagonista de los pavimentos más naturales

En el siglo XXI no existe un único material genial para pavimentar nuestra casa, sino que son muchas las alternativas que merecen la pena. Podemos valorar, por ejemplo, los suelos de porcelánico de última generación, las piedras naturales de belleza espectacular o los microcementos orgánicos y superfuncionales.

Sin embargo, una gran mayoría de personas sigue queriendo para su casa suelos de madera. Y en este universo, el parqué es el rey. Se trata de un suelo infalible para cualquier espacio de la casa, exceptuando las zonas húmedas de cocina y cuartos de baño.

Dentro del grupo que forman los suelos de madera natural se distinguen las tarimas macizas, el parqué multicapa y los parqués chapados.

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Un suelo de madera como los de antes

Las tarimas macizas son hoy un auténtico lujo que vemos en los pisos con solera de las zonas más nobles. Sin embargo, y aunque requieren de una inversión considerable, puedes elegirlas para tu casa si no quieres renunciar a su belleza.

Un suelo de tarima no resulta barato (el precio puede oscilar entre 35 y 60 €/m2), pero tiene la ventaja de que será para siempre, ya que podrás acuchillarlo cuantas veces necesites. La tarima de madera es bella, duradera y muy auténtica. Además, se trata de un material sostenible, siempre que recurramos a maderas cuya producción no suponga un impacto negativo para el planeta. Para ello es importante cuidar el patrimonio forestal y gestionar los bosques de forma sostenible.

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Tan bello como el primer día

Todos sabemos que la madera natural es un material noble y bellísimo y, aunque es duradero, también refleja las señales del paso del tiempo y del uso cotidiano. Es posible que el trasiego de la vida diaria deje huella en los suelos de madera, arañazos y manchas, señales...

Sin embargo, estas marcas no tienen por qué ser para siempre. Cuando tu tarima esté estropeada puedes acuchillarla para dejarla como nueva. La frecuencia recomendada por los expertos para hacerlo es entre 8 y 10 años.

Este proceso de acuchillado consiste en retirar el barniz con una máquina especial, lijar la madera primero con una lija de grano grueso y después con otra de grano fino, y volver a aplicar la capa protectora de barniz. El suelo te quedará impecable.

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Parquet multicapa, una solución a tu medida

Es una de las mejores opciones para contar con un suelo de madera en casa sin tener que hacer una inversión económica excesiva (cuesta entre 15 y 40 €/m2). Se trata de un pavimento de madera en el que las lamas están formadas por varias capas de madera, siendo la superior la de madera más noble y decorativa.

Una ventaja de los parquets multicapa es que resultan muy estables y resistentes. Por otro lado, en función del grosor de la última capa podrá acuchillarse más o menos veces, aunque este tipo de suelos no suelen admitir mucho más que un par de acuchillados.

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¿Flotante o encolado?

Existen dos formas de instalar el parquet de madera, tanto si es de tarima maciza como si es multicapa. En la técnica flotante, el suelo se coloca sobre un soporte o una base elástica que deja un pequeño espacio de unos milímetros. Las lamas van encajadas, sin ir pegadas al suelo, por lo que son más fáciles de montar y desmontar por lo que es una buena alternativa para locales comerciales, por ejemplo.

La técnica de encolado para instalar parquet es más eficaz. Las lamas van pegadas a la solera de cemento. Si bien la instalación es más compleja, se consiguen mejores resultados: el suelo no suena a hueco al pisarlo y es más estable.

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Los diseños que triunfan en 2024

Los colores de la madera natural son los preferidos a la hora de elegir los suelos de madera para la casa. Si antaño se preferían los suelos oscuros como reflejo de elegancia, en los últimos tiempos se prefieren los tonos más claros o, incluso, medios. Los matices naturales de la madera de roble son un buen ejemplo, más apreciados hoy que los suelos con matices grisáceos.

En cuanto a los acabados, todo depende de la capa de barniz que es la que protege la madera de las agresiones externas. Impermeabiliza ligeramente el suelo y lo hace más resistente. Las últimas tendencias apuestan por acabados satinados o, incluso, mates, en detrimento de las superficies de alto brillo que se llevaban hace años.

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Lo último en suelos de madera: el poder de la geometría

¿Quién dijo que las lamas o las piezas cuadradas son los únicos formatos posibles para los suelos de madera? Lo más novedoso no son las lamas, dispuestas en espiga o no. Lo último en suelos de parquet para por una instalación peculiar muy poco vista.

Como las piezas de madera con formas geométricas irregulares de la colección Slide Natural Genius, de Listone Giordano, que se salen de lo común. Diseñado por Daniel Lago para la firma italiana de parquet, se trata de un pavimento de madera de primera calidad, inspirado en la magia de la geometría.

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¿Y si elijo madera sintética?

Si prefieres las ventajas de un buen pavimento de madera sintética, que te aporte la belleza de este material pero sin sus inconvenientes, el suelo laminado puede ser una buena opción.

Se trata de un revestimiento moderno, con muchas prestaciones, y que imita de maravilla la apariencia de la madera. Además, su textura y su tacto son bastante reales, más que los suelos de cerámica de imitación madera, que no pueden evitar ser un poco fríos.

Los laminados son versátiles y tienen muchos adeptos, gracias a su buena relación calidad precio. Su precio varía entre 10 y 30 €/m2.

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Pros y contras de los laminados

Son muchas las ventajas que tienen este tipo de pavimentos y por eso conviene valorar la opción de elegirlos, frente a los suelos de parquet.

Para empezar, resultan muy fáciles de instalar, lo que abarata los costes de mano de obra. Además, presentan diseños muy logrados, irregulares como los de madera auténtica, a la que imitan de maravilla. Puedes elegir entre una gran variedad de colores, diseños y acabados. Además, no requieren mantenimiento, más allá de la limpieza cotidiana. Por último, pueden instalarse sin problemas en cocinas y baños porque son resistentes al agua.

Pero, como no todo pueden ser ventajas, también tienen algún inconveniente. Por mucho que sean buenas imitaciones, no son de madera natural y eso siempre se nota (aunque depende de los modelos).

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