Cuando nos declaramos fans incondicionales de un estilo decorativo concreto, tenemos muy claras cuáles son las claves esenciales que nos gusta ver en un interior, los elementos que queremos descubrir y los detalles que nos apasionan. Y si encontramos espacios que reflejan con fidelidad ese estilo el resultado, simplemente, nos encanta.
Esto es lo que sucede en esta casa barcelonesa reformada por la interiorista Laura Martínez y su equipo: tras una reforma considerable se ha convertido en todo un estandarte del estilo nórdico más puro. ¿Te animas a descubrirla?
Una apuesta por la luz
Si hay una clave decorativa propia del estilo nórdico esta es, sin duda, la búsqueda constante de la luz. Ya sabemos que en las latitudes del norte de Europa la luz es mucho más suave, menos intensa, y que han de lidiar con largos periodos de oscuridad, por lo que tratar de potenciarla siempre es muy importante.
En la reforma de esta casa de Barcelona, y aunque es muy luminosa, se trató de multiplicar ese tesoro que es la luz natural. ¿Cómo? Eligiendo una paleta de colores claros, liberando las ventanas y cambiando el viejo suelo de parquet oscuro por un laminado de color claro y lama más grande de lo habitual. También se instalaron nuevas carpinterías y puertas lacadas en blanco y rodapiés del mismo color.
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El dúo infalible: blanco + madera
Es uno de los hilos conductores de la decoración de toda la casa. Si la paleta cromática tiene mucho que decir en el estilo nórdico, pues se buscan los tonos claros y neutros, las superficies de madera también son esenciales.
En ocasiones, las paredes blancas y los muebles del mismo color pueden crear ambientes demasiado fríos. La manera de aportar calidez al conjunto es añadiendo superficies de madera clara, de un tono roble muy bello, o también de haya o abedul. Está en el suelo, en las mesas y el resto de los muebles, en los estantes volados que decoran las paredes, etc.
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Un cambio espectacular en el salón
Lo que era un espacio desangelado que no aprovechaba sus cualidades se ha convertido, gracias al trabajo de Laura Martínez, en un salón cómodo y muy acogedor, más sereno y especial.
Para ello, lo primero que se hizo fue cambiar la distribución colocando el comedor junto al ventanal, y la zona de estar a la entrada. De esta forma se puede aprovechar la luz del día en las tertulias dominicales en el comedor, y crear una atmósfera relajante en la zona de estar donde se colocaron dos sofás dispuestos es esquina.
El objetivo, que la reforma consiguió, era crear ambientes despejados basados en las formas sencillas propias de los interiores nórdicos.
Una idea: ¿Quieres un detalle que aporte elegancia y glamour? En una de las paredes del salón se instalaron molduras decorativas, una iniciativa muy sencilla y fácil de llevar a práctica.
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Objetivo: armonía visual
Además de amar la luz natural y querer aportar calidez al espacio, otro de los objetivos de la reforma de Laura Martínez era conseguir armonía visual, para lo cual utilizó varios recursos.
Uno de los más destacados fue diseñar muebles a medida para todas las estancias de la casa. Estos se adaptan como un guante a cada hueco y mantienen la cohesión entre todos los espacios, desde el comedor y el salón hasta el estudio o los dormitorios.
Para el comedor se diseñó un mueble de almacenaje (para la vajilla, cristalería, etc.) estrecho para que no robase espacio, con puertas blancas y lisas sin tiradores y sobre de madera. En el salón se planificó un módulo bajo para la TV con las misma línea y estilo, combinando las superficies lacadas en blanco y las de roble.
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El triunfo de los materiales naturales
Un detalle que nos encanta de la decoración del salón de esta casa tan nórdica es, sin duda, la mezcla de materiales que se refleja en el salón. Además, casi todos son materiales naturales, lo que aporta dinamismo y también autenticidad. Está presente la madera clara, en el suelo y en los muebles. También las fibras vegetales, en la gran alfombra de la zona de estar y en ciertos objetos decorativos como maceteros, por ejemplo.
Por otro lado, hay elementos en hierro pintado de negro: la estructura de las mesas de centro y comedor, objetos que decoran, etc.
Un detalle muy nórdico: las plantas de interior se convierten en un elemento decorativo más en esta casa blanca y cálida. Ponen una nota de frescor y naturaleza de lo más atractiva.
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Crear un estudio que favorezca la concentración
La distribución es un pilar esencial en el interiorismo de un espacio, ya que puede determinar su estructura y sus elementos. Esto es lo que ocurre en el estudio donde, debido a su planta alargada, se decidió dejar libre una de las paredes más largas y diseñar un escritorio amplio y cómodo dispuesto en esquina. El resultado es un espacio de estudio o trabajo cómodo y muy funcional.
En clave decorativa, continúa la combinación de superficies blancas y de madera, en las mesas, los módulos de cajones y estantes.
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Un dormitorio original
A pesar de estar decorado con claves similares a las empleadas hasta ahora en otros espacios, el dormitorio hace gala de una gran originalidad. El cabecero está diseñado a medida en madera lacada de blanco y cuenta con dos hornacinas revestidas en madera de roble a modo de mesillas de noche. Además, lleva un sobre o repisa también de madera.
Destacan los estantes de obra de la pared y los elementos decorativos sencillos. El armario se integra totalmente en el espacio. Va de suelo a techo y tiene puertas blancas y lisas, sin tiradores.
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El poder decorativo de los detalles
El estilo nórdico más puro marca la pauta en la reforma de la casa, pero son los detalles los que hablan y determinan la diferencia. Esta casa tiene muchos detalles a través de los cuales Laura Martínez ha querido distinguirla: las molduras decorativas en la pared del salón, los objetos decorativos y los textiles del dormitorio (suaves, confeccionados en tejidos naturales y en la misma gama de tonos neutros que domina en toda la casa).
Sensación de amplitud en el baño en suite
Si el objetivo en los baños de la casa era lograr una sensación visual de amplitud y ligereza, se ha cumplido gracias a varios factores. Destaca, por ejemplo, el uso de revestimientos de colores claros que potencian la luz, en este caso artificial, de los focos empotrados y las tiras de led ocultas en la hornacina de la pared, revestida de madera de roble, y en la hornacina de la ducha.
También contribuyen a potenciar la sensación de ligereza los muebles y sanitarios suspendidos, así como la mampara sencilla y sin perfilería. Para crear contraste y animar el espacio se añadieron accesorios y griferías en negro.
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Un baño blanco y luminoso
Blanco, pero a la vez muy acogedor. Así es el baño general de la casa donde la luz y la ligereza son objetivos prioritarios, igual que en el baño en suite de la habitación principal. Se repite el detalle del mueble de lavabo suspendido, aunque en este caso es blanco, y también la mampara sin perfiles.
Como detalles decorativos que insuflan carácter al baño están los azulejos decorativos de la pared principal en un suave verde agua y las griferías empotradas en color dorado.
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