Fácil de cuidar y muy resistente, el aster (Aster) es una planta de floración otoñal e incluso invernal con unas bellas flores en forma de margarita que varían en tamaño y color en función de la variedad.
Esta colorida planta de exterior es perfecta para llenar de vida el jardín durante los meses de frío, en macizos, arriates o borduras. También puedes tener asteres en balcones y terrazas, pues es fácil de cultivar incluso en jardineras y macetas si estos contenedores son profundos.
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Fisonomía de estrella
Originario de las montañas de Europa y Norteamérica, el aster es una planta perenne que destaca por su floración abundante y duradera en forma de estrella (es precisamente lo que significa su nombre en griego), con pétalos estrechos y alargados en un asombroso abanico de colores: violeta, rosa, azul y blanco.
Algunas de las variedades más habituales para plantar en tierra son: Aster nova-angliae (en la imagen), Aster nova-belgii, Aster cordifolius y Aster amellus. Otras especies de tamaño más pequeño pero muy interesantes estéticamente son Aster ericoides y Aster dumosus. Mientras que, para cultivar en macetas o jardineras, recomendamos que optes por variedades pequeñas y medianas, como Aster alpinus, Aster amellus o Aster dumosus.
Por cierto, a excepción del aster de verano, el resto de los asteres son resistentes al invierno y según la variedad, puede soportar temperaturas de hasta -18º C.
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Mucho entre lo que elegir
Los asteres pueden ser erguidos (en ocasiones convendrá entutorarlos pues tienden a caerse) o bien rastreros y sus flores sencillas o compuestas.
En la propuesta un Aster pyrenaeus, especie endémica de la vertiente pirenaica francesa y los Picos de Europa con una única fila de largos y finos pétalos. Si bien en jardinería, las variedades más fáciles de encontrar son las que presentan varias coronas o anillos de pétalos, flores compuestas, en algunos casos llegando a tener hasta forma de pompón.
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Búscale una ubicación luminosa
Para poder desplegar sus características flores, debes plantar el aster en una zona luminosa, lo que no quiere decir que reciba sol directo, ya que durante los meses más cálidos pueden quemar a la planta si suben mucho las temperaturas.
¿Qué ocurre si en vez de sombra ligera los cultivas en una zona sombría? En primer lugar, que dará poca flor, pero también se traducirá en ramas debilitadas, ofreciendo una imagen general triste.
Por cierto, incentivarás una floración más larga si vas eliminando las flores marchitas.
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Suelo y abonado del aster
El aster es una especie rústica poco exigente, respecto al sustrato, conviene que esté bien aireado para que se realice adecuadamente el drenaje del agua. Enriquece el suelo con humus de lombriz. Plantados en maceta los asteres estarán más felices si a la tierra le mezclas un 25% de perlita.
¿Además de una planta fuerte, quieres promover su producción abundante y prolongada de flores? Entonces durante el periodo de floración aplica regularmente un abono de liberación lenta rico en fósforo (P) y potasio (K).
Requiere un riego regular
El aster te va a pedir un riego moderado pero frecuente y, sobre todo, recuerda, evitando los encharcamientos que pueden ser letales. Es una planta que tampoco tolera la sequía. Lo que le conviene es que el sustrato conserve un cierto grado de humedad siempre, por lo que una buena idea es acolchar la base. Y como ocurre con todas las plantas, la pauta de aporte de agua debe ir descendiendo a medida que llega el frío.
Ten en cuenta, además, que cultivado en maceta necesitarás regar tu aster con más frecuencia, debido a que los contenedores se pueden secar más rápido.
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Conseguir nuevos ejemplares
Para multiplicar un aster resulta muy sencillo acudir a la división de la mata, tarea que debes realizar preferiblemente en otoño (te recomendamos hacerlo cada 3 o 4 años para garantizar una floración de calidad). Si prefieres el sistema de los esquejes, el mejor momento para sacarlos es durante la primavera.
Por último, en el caso de que reproduzcas mediante la siembra, puedes hacerlo tanto en la estación primaveral como en la otoñal.
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Poco exigente y sana
Esta planta con flor resulta poco delicada, aunque ello no la libra de los ataques de algunas plagas por hongos que, de producirse, deberás poner a raya con fungicidas. En especial en otoño, favorecidos por la humedad ambiental y las grandes variaciones de temperaturas entre el día y la noche, pueden aparecer el oídio (en la imagen es esa especie de polvillo blanco) y la roya. Por otra parte, el aster resulta atractivo para caracoles y babosas. Puedes mantenerlos alejados para que no sea víctima de ellos con repelentes.
El aster es una planta melífera cuyo néctar hace que lo visiten abejas, pero en este caso es algo positivo dado que obtiene a cambio una mayor polinización.
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En flor cortada, ¡enamora!
Seleccionar el aster para obsequiar con un ramo o un arreglo floral a tu pareja es todo un acierto, dado que desde la antigüedad simboliza el amor.
En la tradición de los lenguajes de las flores, esta planta también representa la paciencia y la sabiduría.
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