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Plantas de exterior

8 maneras de proteger tus plantas de las heladas y el frío

Consejos para mantener tu jardín sano


9 de enero de 2024 - 14:11 CET
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Las bajas temperaturas y las heladas representan uno de los principales desafíos para los amantes de la jardinería. El daño provocado por el frío puede afectar desde las hojas hasta las raíces de las plantas, comprometiendo su salud y supervivencia. Sin embargo, existen diversas técnicas y medidas preventivas que pueden implementarse para proteger las plantas de las heladas y el frío. Te damos los mejores consejos para mantener tu jardín en las mejores condiciones durante el invierno. 

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1. Elige plantas resistentes al frío

No todas las plantas se ven afectadas de igual manera por el frío. Por eso, si en tu zona las temperaturas bajan mucho en invierno, es importante seleccionar plantas para tu jardín o huerto que sean resistentes al frío y las heladas. Un buen punto de partida es elegir especies autóctonas que puedan resistir estas condiciones climáticas. También puedes añadir otras plantas que sean resistentes al frío. Y tienes muchas opciones. Puedes incluir en tu jardín árboles que resisten bien el frío como abetos, pinos o cipreses, así como arbustos como el boj o el brezo. Asimismo, hay plantas bulbosas que soportan bastante bien el frío, como narcisos, tulipanes, jacintos o crocus; o plantas que florecen en invierno, como la caléndula, pensamientos, campanillas de invierno o ciclamen. Incluso hay aromáticas muy decorativas que soportarán bien las heladas y el frío como la lavanda, el tomillo o el tomillo. 

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2. Protege el suelo con 'mulching' o acolchado

El acolchado o mulching es una técnica muy eficaz para proteger las plantas del frío. Consiste en cubrir la base de las plantas con una capa de material orgánico, como paja, hojas secas o compost. Esta capa actúa como un aislante, protegiendo las raíces del frío intenso y evitando que el suelo se congele.

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3. Incluye barreras físicas y refugios

En zonas en las que las heladas son frecuentes, es posible instalar barreras físicas o refugios temporales alrededor de las plantas más sensibles. Estos refugios pueden ser estructuras de tela, plástico o mallas que protejan las plantas del viento frío y las heladas. Una de las opciones más comunes son las telas antiheladas, unas mallas térmicas que protegen a las plantas del frío, la nieve, el hielo o la escarcha. Deben colocarse durante la noche y quitarlas durante el día para que las plantas transpiren perfectamente. 

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4. Pinta los troncos de los árboles

Esta técnica es poco conocida, pero muy efectiva para proteger los árboles del frío. Pintar los troncos de blanco, una técnica conocida como blanqueo de árboles, consiste en aplicar una mezcla de cal y agua en el tronco de los árboles. También puedes pintar pintura látex a base de agua mezclada con agua a partes iguales. El blanco refleja la luz solar y ayuda a prevenir las quemaduras por el sol en invierno, reduciendo así el riesgo de daño causado por temperaturas extremadamente bajas y cambios bruscos de temperatura. Además, al evitar que el tronco se sobrecaliente, también lo protegerás de posibles grietas por las que entren parásitos. 

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5. Hazte con un invernadero

Una de las formas más efectivas de proteger las plantas del frío es añadir un invernadero a tu jardín. Estas estructuras permiten crear un ambiente controlado, protegido de las condiciones climáticas adversas. Los invernaderos retienen el calor del sol durante el día y lo liberan lentamente durante la noche, manteniendo una temperatura más constante y favorable para el crecimiento de las plantas. Además, proporcionan una protección adicional contra el viento, las heladas y las plagas.

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6. Otros cuidados

El estado del suelo y un riego adecuado también juegan un papel muy importante para proteger las plantas contra el frío. Asegura un suelo bien drenado, que permita que el agua se escurra con facilidad, reduciendo el riesgo de congelación y, en consecuencia, que se pudran las raíces. Si mantienes el suelo ligeramente húmedo antes de una helada, ayudarás a minimizar las temperaturas del suelo y proteger las raíces.

También es importante realizar podas adecuadas durante los meses previos y mantener las plantas en buen estado. En otoño elimina ramas dañadas o enfermas para reducir el riesgo de infecciones y mejorar la circulación del aire alrededor de la planta.

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7. Observa tu jardín

No te olvides de tu jardín durante los meses fríos. La observación constante de las plantas es esencial para detectar cualquier signo de daño por frío a tiempo. Revisa el tiempo que va a hacer para estar preparado para tomar medidas preventivas, como cubrir las plantas con telas o moverlas a un lugar más protegido. Esto puede marcar la diferencia entre la pérdida y la supervivencia de las plantas durante estos periodos de frío extremo.

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8. Cómo recuperar una planta de las heladas

Si ya has llegado tarde y tus plantas se han helado, hay ciertos métodos que pueden ayudarte a recuperarla. Si la planta está en una maceta, lo primero que debes hacer es calentar las raíces y conseguir que el suelo esté entre 15 y 18 °C. Para hacerlo, evita que la planta reciba el sol directo y riégala con agua templada. No vuelvas a echarle agua hasta que el sustrato esté seco. También es aconsejable ponerla cerca de un humidificador. La congelación conlleva la pérdida de agua de la planta, por lo que de esta manera conseguirás hidratarla. 

Asimismo, si la planta tiene ramas secas o marchitas, no las podes, pues las protegerá ante futuras heladas. Deja la poda para primavera. 

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