La influencer María Fernández-Rubíes, o María Frubies, se mudó a esta casa de dos plantas con jardín -ubicada en Madrid-, nada más nacer su pequeño Nicolás. Su marido, el odontólogo Manuel Losada, y su otro hijo, Patricio, viven aquí tras realizar una reforma para adecuarla a sus gustos. El lujo silencioso, el estilo raw (que continúa triunfando en interiores) y slow y lo natural, se dan cita en ella.
El salón de María Fernández-Rubíes en su casa en Madrid
Lo que más le gustó a María y a su marido de esta casa fue la gran cantidad de luz natural que recibe. De hecho, hasta consulto con un arquitecto para que le aconsejara sobre la orientación. Eso, y que la familia necesitaba más espacio, fueron las claves para realizar el cambio. En ella predominan las paredes, suelo y techo texturizados. Mucho blanco y formas redondeadas. Este es el salón, donde se aprecia este mix de elementos mencionados.
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Un salón muy luminoso
El salón recibe gran cantidad de luz a través de ventanales amplios con puertas, que conectan con el exterior. Para la familia era muy importante que todo resultara muy orgánico y que los materiales y colores dieran sensación de frescura. Con el interiorismo, la influencer y su marido han trabajado de la mano de la interiorista Paty Pombo para lograr el resultado deseado. Un par de sofás tapizados en tono neutro organizan el salón, completado con dos butacas antiguas recuperadas -las localizó Manu Losada en un anticuario- y un par de mesas de centro con estructura metálica dorada y sobre de mármol -de Westwing-.
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Un elemento a medida que separa recibidor y salón
Este es el módulo a medida diseñado en el salón de la influencer y creadora digital, María Frubies, y que acoge el televisor. Se trata de una idea para delimitar la zona de entrada a la vivienda y el salón, sin cortar ni entorpecer pero concediendo cierta privacidad al estar. Detrás del televisor, por la cara que da a la entrada a la vivienda, hay un mueble con puertas y un cajón metálico para dejar las llaves.
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Un espejo de pie orientable en el recibidor
También en el recibidor, María Fernández-Rubíes y su marido Manu Losada, dentista y gran aficionado al deporte; localizaron un espejo recuperado. Se trata de un modelo con diseño tríptico, de origen francés, que cuenta con varias hojas de espejo, orientables. Es una pieza que a la influencer le gusta especialmente porque le permite orientarlo para hacerse fotos de sus outfits con distintos escenarios de fondo. Aquí, un posado de ella, con el espejo orientado hacia el salón.
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El comedor de la casa en la que vive la 'influencer' y su familia
Una mesa redonda, encargada a medida en mármol, y sillas de bambú -de Cae de Cajón- alrededor con una lámpara colgante con pantallas en fieltro -de Rue Vintage 74-, también en un tono neutro blanco marfil que se funde con las paredes. En ella destaca una obra de arte colorida, de Más cara que espalda, de Jaime Abaurre, como los dos cuadros que decoran la pared del salón sobre el sofá.
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Un cerramiento de cristal con puertas antiguas recuperadas en un derribo
Aquí María Fernández-Rubíes posa en su casa, junto a la escalera, que destaca por su diseño orgánico con una barandilla redondeada y sinuosa que evita las aristas. Al fondo se aprecia la entrada a la cocina con el cerramiento diseñado especialmente para el espacio. Las puertas son recuperadas. Se localizaron en un derribo y se adaptaron. A través de ellas la luz de la cocina llega al comedor.
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Un paso cómodo entre cocina y comedor
Así se suceden los espacios en la casa de la influencer, desde el comedor hasta la cocina. El paso de la luz no queda entorpecido por nada. Los elementos encajan en tonalidades y acabados y la practicidad está presente con una doble puerta batiente que hace cómodo el paso de la cocina al comedor. Es una imagen que la propia interiorista Paty Pombo compartió en su perfil de Instagram.
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La 'influencer' en la cocina con isla
La cocina recibe gran cantidad de luz natural también a través de un gran ventanal con salida a otra terraza. El espacio se organiza con dos frentes de muebles y una isla central, que también se ha diseñado con líneas curvas. Cuenta con espacio para taburetes y zona de almacenaje, acabada en un diseño de listones semicirculares. Aquí María posa en este ambiente, en un reportaje realizado para Hola! nada más mudarse.
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Detalles naturales y cuidados, también en la cocina
Para María Fernández-Rubíes era muy importante que toda la casa reflejara tanto su personalidad como la de su marido. En cada estancia hay detalles naturales, como el soporte botellero de la pared en este lado de la cocina, que usan para colocar botes de especias y tenerlas a mano.
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El dormitorio de la pareja
Este es el dormitorio principal, donde los tonos neutros son también protagonistas. Se encuentra en la planta superior. No falta el toque verde en una de las mesitas de noche junto a la cama y al lado de la ventana. Las cortinas son de Rue Vintage 74 y el cuadro de la pared es de Línea Lateral. La mesita de noche que queda al fondo es un pupitre antiguo recuperado de un aula. Otro detalle de esos muebles y piezas especiales y repletos de historia que tanto María Frubies como su marido han usado para decorar su hogar.
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La habitación infantil
Y este es el dormitorio de Nico, que se encuentra enfrente de la habitación principal. Destaca el papel de las paredes, de la tienda de decoración infantil Peek & Pack, en un tono azul grisáceo de fondo, salpicado de motivos de animales y hojas. La cómoda cambiador, de Kave Home, en madera, encaja con la cuna en un acabado similar, de Stokke. Sobre la cómoda, María ha instalado unos estantes de metacrilato, diseñados especialmente para cuentos, que dejan ver todas las portadas de los libros que se colocan o de las láminas que se exponen.
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