Un proyecto muy personal que su creadora, Paula Mena, al frente de Yeyé Estudio, nos desgrana. Una casa de 90 metros cuadrados, ubicada en el barrio de Chamberí en Madrid que los clientes querían que reflejara su amor por el color, los materiales únicos y la artesanía local. Que tuviera sello español. Así es cada rincón de esta vivienda y así ha sido el proceso de adquisición y reforma.
La esencia del proyecto: una casa con personalidad y sello español
"Hemos tenido la suerte de contar con unos clientes fantásticos, una pareja estadounidense que se ha venido a vivir a Madrid por trabajo, y una de las primeras cosas que me dijeron fue 'Paula, si quisiera una casa como la que tengo en Estados Unidos, me quedaría ahí. Quiero una casa que se note que está en España". Así lo explica la arquitecta Paula Mena, de Yeyé Estudio (www.yeyestudio.com). Y nos sirve para situarnos. El equipo transformó esta idea en artesanía y color. "Dimos una importancia especial a los materiales y quisimos salpicar de alicatado alicantino toda la vivienda", añade.
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El proceso de búsqueda de la casa
Desde Yeyé Estudio se encargaron de buscar la casa para sus clientes. Con su ojo crítico y sabiendo qué debían buscar exactamente para que, tras la reforma, el resultado fuera el deseado. "El proceso de búsqueda fue intenso y super ágil. Los clientes llevaban buscando meses, visitando viviendas sin encontrar nada que les llamase la atención y ya estaban un poco frustrados", asegura Paula Mena. Ellos querían comprar por la zona de Chamberí en Madrid, pero los pisos que encontraban o tenían precios desorbitados o distribuciones imposibles. Buscaban viviendas reformadas por malas experiencias en el pasado con los procesos de reformas. Casi se podía decir que tenían pavor a meterse en una obra. Pero decidieron ponerse en contacto con Yeyé Estudio al ver su trabajo en Instagram. "Ahí empezaron a plantearse la idea de comprar para reformar. Tuvimos varias reuniones en las que les expliqué el proceso en detalle, y les comenté casos similares que habíamos desarrollado en el estudio. Cuando hablamos de plazos se tranquilizaron bastante y se decidieron, porque sabían que necesitaban una vivienda pensada por y para ellos, algo único", añade. Es curioso que, como explica la arquitecta, "el piso que finalmente elegimos, ellos ya lo habían visitado antes de contactarnos, pero no visualizaban el potencial y lo descartaron, no les gustó nada. Cuando les conté lo que yo veía en ese espacio se enamoraron".
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Una zona de día con luz natural que gana en la reforma
Se unió uno de los dormitorios que tenía acceso a la terraza con el salón y se llevó a esa zona la cocina para crear la zona común volcada a la fachada principal. La terraza tiene una orientación ideal para disfrutar del sol por la mañana, "y no podíamos permitir que se quedase solo en un dormitorio", comentan desde Yeyé Estudio. Así se logra una cocina abierta a la zona de estar con una original isla que es en realidad una mesa.
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Las claves del proyecto
Ya hemos conocido cómo los clientes se ponen en contacto con el estudio, lo que busca el estudio, lo que se pretende conseguir y cómo se plantea. A partir de aquí, es posible desgranar las claves. Cuando Paula Mena escucha que quieren una casa muy española pensó inmediatamente en Fajalauza, en la cerámica, en las baldosas hidráulicas en las tabernas castizas, en colores potentes… Tras ordenar los pensamientos supo que este proyecto requería de artesanía en los materiales. Entonces, como claves, destacan el color y la materialidad. "Había que salpicar de cerámica elementos que no necesariamente se relacionan con ese material. La cerámica se utiliza para las zonas húmedas, las cocinas y baños, y también la usamos ahí. Pero queríamos ir más allá, creamos un cabecero de alicatado azul marino; unos nichos a modo de estanterías en el salón de color granate, y en la cocina alicatamos no el frente de la encimera (que es lo tradicional) sino el volumen de la campana. Es un volumen rotundo que funciona compositivamente con el alzado de la cocina, un diseño que cuidamos mucho: entre el roble de los muebles, la encimera Rosso Lepanto y ese granate que rompe el frontal de la pared", describe minuciosamente Paula Mena.
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Color y soluciones originales
En el salón y cocina, que comparten espacio, el color burdeos es el absoluto protagonista. Está presente en los nichos alicatados en las paredes, en la campana de la cocina y en la encimera de mármol Rosso Lepanto usada en la isla central, la encimera y el frontal de la cocina. Aquí, los muebles de madera de roble con tiradores dorados aportan calidez y enlazan con la madera presente en el suelo de la zona de estar. Yeyé Estudio tiene en cuenta la necesidad de minimizar el impacto ambiental. Para que un proyecto sostenible hay muchos gestos que realizar. Y aquí, un factor determinante es restaurar elementos originales como la tarima y elegir materiales de fabricación nacional.
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El pasillo, un espacio en amarillo
El pasillo fue un reto, ya que por la distribución de la vivienda no se podía modificar, Desde Yeyé Estudio quisieron transformarlo en un espacio útil (con ese extra de almacenaje) y atractivo, para lo que se pintaron pareces y techo de amarillo. Así se convierte el pasillo en un espacio cálido de transición desde la entrada hasta el salón de la vivienda. Se eligieron puertas con vidrio catedral también en color amarillo para que la luz que entra por las ventanas atravesase el pasillo y fuera bañando con color el suelo a lo largo del día. Escondido detrás de unas puertas correderas se diseña un armario para lavandería y limpieza, un espacio práctico y funcional para el día a día.
Zona de descanso: también aquí los azulejos mandan
En cuanto a la distribución, los dos dormitorios se mantuvieron en la posición original. La cocina original se convierte en el baño de invitados y cede espacio a la habitación de invitados. Y los baños originales de la vivienda (uno completo y un mini aseo) son ahora un único baño principal en suite. Esta imagen muestra ese detalle que comentaba la fundadora de Yeyé Estudio de usar azulejos en lugares poco habituales, como el cabecero del dormitorio.
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Un trabajo que se define al conocer al cliente
Para llegar hasta el resultado final, el proceso de trabajo de Yeyé Estudio pasa por diferentes fases. Incluso le pedimos al cliente al inicio una imagen de referencia que nos sirve como punto de partida. Por supuesto, en una entrevista inicial "preguntamos absolutamente todo. Necesitamos entender cómo es el día a día del cliente para entender qué casa tenemos que diseñar. Hablamos de gustos, prioridades, tipos de materiales, iluminación, almacenaje…" nos desgranan desde el estudio. A partir de ahí se trabaja ya el proyecto, se muestran ideas, se adaptan con el feedback del cliente, y así hasta tener la versión final que se pondrá en práctica. "Trabajamos con planos, moodboards, materiales definitivos, alzados principales, y axonometríaas para ver las combinaciones de color". Luego ya vienen procesos de definición de planos y mediciones, petición de presupuestos para lograr el mejor precio, se prepara la documentación necesaria, se firman contratos y arranca la obra. En la imagen, el resultado del dormitorio principal con el armario empotrado en acabado espejo -objetivo: ampliar al máximo el espacio- de suelo a techo, al pie de la cama.
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El baño principal: oda al azul
"Decidimos salpicar la vivienda de color: azul marino, verde agua, burdeos y amarillo son las tonalidades escogidas a través de diferentes materiales: alicatado, acero y baldosa hidráulica", expone la arquitecta. Todo ello está reflejado en cada estancia, en mayor o menor medida. Este es un ejemplo del baño principal donde predomina el color azul, con un resultado elegante y sosegado al mismo tiempo. Este es el frente del lavabo con un mueble abierto con estantes de almacenaje y un espejo que refleja la zona de la ducha con revestimiento en el mismo tono azul profundo.
Una habitación polivalente
El estudio es un espacio multifuncional, de trabajo, deporte o para invitados. Esta imagen muestra el detalle de la puerta corredera de vidrio amarillo coordinado con el color de la pared del pasillo. Paula Mena explica que en este proyecto los propietarios quisieron estar muy pendientes de la evolución de las obras y visitaron con ellos en varias ocasiones la casa. Pero -como señala ella misma- "dependiendo del proyecto, los clientes quieren estar más o menos involucrados en el proceso. A nosotras nos encanta que vengan lo menos posible a obra para que la transformación sea impactante para ellos, al fin y al cabo nos contratan para tener la tranquilidad de que todo sale perfecto sin tener que preocuparse por nada".
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Un baño en verde agua
El segundo baño de la vivienda (o de invitados) es una estancia completa con lavabo, inodoro y zona de ducha. Se viste de verde agua con azulejo en las paredes, combinado con pintura, y baldosa en el suelo, con continuidad en la ducha. Solo contrasta la encimera de mármol del mueble del lavabo.