Se conocieron en Argentina; se comprometieron el 19 de septiembre de 2015, en Múnich, y su boda fue una de las más glamurosas del mundo del polo. En realidad, fueron dos: la primera, civil, en Londres, en 2016, y al año siguiente, en Alemania, entre árboles de más de 800 años. Yoanna y Charlie Hanbury forman con sus tres hijas —Cara, de seis años; Cressida, de casi cinco, y Catinka, de dos— una familia de anuncio. Él es uno de los polistas más renombrados de Gran Bretaña, jugador habitual junto a los príncipes Guillermo y Harry, que siguió los pasos de su padre, el mayor (Major) Christopher Hanbury, una de las figuras más destacadas de este deporte y gran filántropo. Elevó el espíritu de recaudar fondos para organizaciones solidarias a través del polo, apoyado por el entonces príncipe de Gales y hoy Rey Carlos III, quien jugó muchos partidos benéficos en el Cirencester Park Polo Club durante los años en los que el Major Hanbury perteneció a la junta directiva y fue presidente.
Por su parte, Yoanna, que nació y se crió en Baviera, es hija de la princesa Anna Oettingen-Wallerstein. También creció entre caballos y se apasionó por el polo, a los 18 años, gracias a la afición de sus padres. Ha participado en destacadas competiciones y este verano, nos cuenta, ha regresado a las canchas tras haberse convertido en madre. Hoy nos recibe junto a su marido en su elegante casa de Berkshire, en plena campiña, pero, al mismo tiempo, con la ventaja de encontrarse a tan solo una hora de Londres, y nos habla de su vida rodeados de naturaleza. “Tenemos mucha suerte de tener un jardín tan bonito con espacio para nuestros caballos , así que pasamos mucho tiempo fuera. Me encanta observar y jugar con los potros en el campo, es mi lugar feliz, donde puedo relajarme completamente. También tenemos la suerte de contar con rincones y espacios muy agradables, así que nos encanta organizar cenas con nuestros amigos”.
—¿Cuál es la historia de esta casa, Yoanna?
—La casa fue construida en el siglo XVIII. Con el paso del tiempo, algunas partes se quemaron y fueron reconstruidas más tarde. Los padres de Charlie la compraron a principios de los años 80, así que él creció aquí y nosotros nos mudamos hace tres años. Es muy bonito ver crecer a nuestras hijas en el campo y con mucho espacio para jugar al aire libre y rodeadas de naturaleza, y a la vez, vivir a solo una hora del centro de Londres.
—¿Qué es lo que más te gusta de este lugar?
—Es muy especial vivir en una casa que tiene tantos recuerdos felices para nuestra familia. Me encanta ver a Charlie enseñar a nuestras hijas sus antiguos escondites secretos en el jardín. En los últimos tres años la hemos convertido en nuestro hogar y he redecorado algunas de las habitaciones. El diseño de interiores se ha convertido en una de mis pasiones en los últimos años y me encanta ver cómo todo se une para crear un hogar.
“Fue construida en el siglo XVIII y los padres de Charlie la compraron a principios de los 80, así que él creció aquí. Me encanta verle enseñar a nuestras hijas sus antiguos escondites secretos en el jardín”
—¿Era imprescindible para ti vivir en el campo?
—Vivía en Londres antes de tener hijos, pero, al haber crecido en el campo, en Alemania, sabía que siempre querría vivir fuera con mi familia. Tenemos la suerte de estar muy cerca de Londres. Estar en casa viendo a nuestras hijas correr por el jardín y montar a caballo por el bosque es algo que nunca podría hacer en Londres. El campo es un lugar increíble para que crezcan los niños y me encanta que nuestras hijas prefieran estar en las cuadras o jugando al aire libre que viendo la televisión.
—¿Os visitan a menudo muchos amigos y familiares? ¿Os gusta estar rodeados de gente?
—Tenemos la suerte de que muchos de nuestros amigos se han mudado fuera de Londres, al campo. Además, toda la familia de Charlie vive muy cerca de nosotros. Nos encanta recibir a gente en casa y pasar tiempo con nuestros amigos, así que, por fortuna, estamos siempre muy bien acompañados.
“Crecí en Baviera junto a un lago y, más tarde, entre caballos, con recuerdos increíbles. Inglaterra se ha convertido en mi hogar. Aunque echo de menos a mi familia, soy muy feliz aquí”
—¿Pasáis aquí la mayor parte del año o solo temporadas?
—Pasamos la mayor parte del tiempo aquí, en Inglaterra. Es algo que nunca pensé que diría, pero Inglaterra se ha convertido en mi hogar. Aunque echo de menos a mi familia, soy muy feliz aquí. No me gustaría vivir en ningún otro lugar.
—Naciste y creciste en Alemania, ¿qué recuerdos atesoras?
—Crecí en Baviera. Tuve una infancia muy bonita y feliz; crecí junto a un lago y, más tarde, entre caballos, con recuerdos increíbles.
“Mi marido y yo nos hemos convertido en un gran equipo en todo lo que hacemos y la vida con él me hace increíblemente feliz. Nunca he conocido a nadie tan leal y cariñoso”
—¿Cuánto tiempo llevas ligada al mundo del caballo y cómo empezaste?
—Desde pequeña me encantaban los caballos y empecé a montar a los ocho años. Más tarde, cuando tenía 18, mis padres empezaron a aficionarse al polo. Desde entonces, el deporte y la afición se han apoderado de mí, ¡nos encanta!
—¿Comenzaste entonces a jugar al polo a los 18 años?
—Sí, empecé cuando tenía 18 años y luego me enganché. Los caballos son lo que más me gusta y poder compartir esta pasión con mi marido y mis hijas es algo mágico. Charlie y yo hemos jugado algunos torneos juntos este año y lo hemos disfrutado mucho.
—¿Y cómo es tu vida con tu marido, uno de los jugadores de polo más destacados del mundo?
—Es una vida maravillosa y a veces tienes que recordarte lo afortunados que somos. A nuestras hijas les encantan los caballos y ayudan a Charlie en las cuadras. Es un padre increíble y muy involucrado, lo cual me encanta y adoro.
—¿Tenéis que viajar mucho, cómo os organizáis?
—Por suerte, al ser alemana, ¡soy muy organizada!
—¿Montas a caballo todos los días?
—Me he convertido en la típica madre de pony club. Mis hijas montan casi todos los días y yo alguna vez a la semana. Este verano, como decía, he vuelto a participar en competiciones con mi marido y estoy encantada.
—Tu madre es la princesa Anna Oettingen-Wallerstein. ¿Qué valores has aprendido?
—He aprendido mucho de mi madre, es mi referencia y además le encantan la naturaleza y los caballos. Aunque ahora vivimos más lejos, estamos muy unidas y hablamos casi todos los días. Es una abuela increíble y le encanta pasar tiempo con nuestras hijas.
“En los últimos tres años hemos hecho de esta casa nuestro hogar y he redecorado algunas de las habitaciones. El diseño de interiores se ha convertido en una de mis pasiones”
—¿Cuáles fueron tus pasos, cuándo te mudaste a Gran Bretaña y cómo te desarrollaste profesionalmente?
—Después de mi segunda licenciatura en Múnich, empecé a trabajar en McKinsey & Company, en Shanghái. Luego vine a Londres a hacer un máster en Gestión de la Innovación. Poco antes conocí a mi marido de vacaciones en Argentina y decidí quedarme a trabajar en Londres cuando terminé el máster. Desde que publico más regularmente en Instagram y tengo más seguidores, tengo la suerte de considerar la creación de contenido como mi trabajo, lo que también significa que puedo trabajar desde casa y pasar el mayor tiempo posible con mis hijas. Lo único malo es que, como parte de mi trabajo, tengo que estar muy pendiente de ello, pero intento dejar el teléfono cuando estoy con las niñas y con Charlie y vivir realmente el momento.
—Os casasteis hace siete años y habéis sido padres de tres niñas en poco tiempo. ¿Cómo es tu vida como madre de tres? ¿Te gustaría aumentar la familia?
—Es absolutamente mágica, maravillosa, loca y agitada a veces, pero tan gratificante y lo mejor que he conseguido en mi vida. No creo que hayamos cerrado ese capítulo todavía...
“El campo es un lugar increíble para que crezcan los niños y me encanta que nuestras hijas —Cara, Cressida y Catinka— prefieran estar en las cuadras o jugando al aire libre que viendo la televisión”
—¿Era vuestro sueño tener familia numerosa?
—Sí, los dos venimos de familias numerosas y siempre quisimos estar rodeados de muchos niños.
—¿Qué recuerdos tienes del día de tu boda?
—Hemos tenido la suerte de haber celebrado dos bodas. Charlie y yo nos casamos por lo civil en Londres y, un año después, nos casamos con nuestros amigos y familiares en Alemania, en el bosque. Ambos días fueron increíblemente especiales. Nuestra boda civil fue muy íntima y estuvo llena de mucha alegría y amor. El día de nuestra boda en Alemania fue increíblemente mágico. Estar sentados a la sombra de esos árboles de 800 años fue muy especial.
—Sueles acudir a las carreras de Ascot y siempre eres una de las mujeres más elegantes. ¿Cómo te preparas para asistir a un evento como este?
—Normalmente encuentro un vestido que me encanta. Intento apoyar a los diseñadores británicos y luego colaboro con sombrereros ingleses para conseguir un sombrero a juego, seguido de zapatos y un bolso a conjunto. Es uno de mis eventos favoritos del año y, como amante de los caballos y de la moda, ¡es una excusa estupenda para combinar ambas cosas!
—¿Qué son para ti el estilo y la elegancia?
—Me encantan las piezas clásicas y de buena calidad. Para mí, el estilo elegante se basa en formas atemporales, tejidos de calidad, una paleta de colores neutros y la atención al detalle. Se trata de cómo te hace sentir la ropa, de cultivar la confianza.
“Empecé a jugar al polo cuando tenía 18 años y me enganché. Los caballos son lo que más me gusta y poder compartir esta pasión con mi marido y mis hijas es algo mágico”
—¿Cuáles son tus mayores pasiones?
—Aparte de mi familia, la moda, el interiorismo y los caballos, el bienestar se ha convertido en una gran pasión para mí. Intento llevar una vida alejada de los tóxicos, comer sano y dar a mis hijas la mejor base para llevar una vida saludable.
—¿Y lo que más aprecias de tu vida?
—A mi marido. Nos hemos convertido en un gran equipo en todo lo que hacemos y la vida con él me hace increíblemente feliz. Estoy muy orgullosa de ser su esposa. Nunca he conocido a nadie tan leal y cariñoso. Siempre me anima y me apoya para que siga mis sueños.