José Víctor Rodríguez Caro y José Luis Medina del Corral, los diseñadores de Victorio & Lucchino , abren por primera vez las puertas de su finca y lo hacen para ¡HOLA! Entramos en ‘Las campanillas de San José’, una propiedad que adquirieron en 1990 y que ambos han ido construyendo con mucho mimo, convirtiéndola en un lugar mágico, con elementos originales que hacen que parezca una edificación del siglo XVII. Está en el parque natural Sierra Norte de Sevilla, reserva de la biosfera (Unesco 2002), en plena dehesa de Sierra Morena. ‘Las campanillas de San José’ es hoy punto de encuentro para los familiares y amigos de los diseñadores, un auténtico remanso de paz e inspiración para que V&L sigan creando diseños y perfumes.
En este rincón único y lleno de alma, conocemos a sus cuatro sobrinos y herederos: José Víctor y Antonio José Ruiz Rodríguez, sobrinos de José Víctor Rodríguez Caro, y Víctor y Ana Escudero Medina, sobrinos de José Luis Medina del Corral, a los que los diseñadores quieren como si fueran sus propios hijos. Aunque a todos les gusta el mundo de la moda, cada uno ha elegido su profesión, “el tiempo dirá si finalmente alguno de ellos se dedica a este mundo”.
“Disfrutamos de los días de descanso con la paz y tranquilidad que se respira aquí, leyendo, con la compañía de nuestros perros, haciendo jardinería y buscando motivaciones para nuestros diseños y perfumes”
—¿Por qué ‘Las campanillas de San José’?
—Así venía en las escrituras. Además de parecernos un nombre muy bonito, es tradición no cambiar los nombres a las fincas.
—Siempre habéis vivido en casas únicas, llenas de encanto e historia, como la casa natal de Velázquez, en Sevilla, donde teníais vuestro taller. ¿Es esta la más especial de todas?
—Sin duda. Es la más especial porque ha sido construida por nosotros desde sus cimientos hasta el último detalle, con mucha paciencia, tiempo y dedicación.
—Aquí está plasmada vuestra vida en etapas y colores. ¿Qué estilo prima en la casa?
—Es un estilo muy personal y adecuado al entorno, ya que nuestra debilidad es la decoración.
Atmósfera única
—¿Qué no puede faltar en ella?
—El amor, las flores y el olor a cera.
—¿A qué huele este hogar?
—A amor. Su olor es indescriptible. Nuestros invitados dicen que hay una atmósfera única y se quedan sorprendidos. Es algo que no se puede expresar con palabras.
“El jardín es mi pasión. Lo he diseñado desde el primer momento y me ocupo de él personalmente”, nos dice José Luis
—¿Qué supone para vosotros abrir las puertas de vuestra casa?
—A pesar de haber recibido numerosas ofertas de publicaciones internacionales, hemos querido que sea ¡HOLA! la que la fotografíe por primera vez. Por el respeto que le tenemos a la revista y el tiempo que lleva sugiriéndonoslo.
—¿Cuándo decidisteis adquirir ‘Las campanillas de San José’?
—La compramos en 1990, teníamos ilusión por adquirir una finca en el campo.
—¿Qué historias guardan estas paredes?
—Miles de historias, anécdotas y personajes y artistas que la han visitado. Como en todas las casas, está impregnada de sensaciones y momentos maravillosos vividos en ella.
“No tengo un rincón favorito, es toda la casa —dice José Víctor—, me gusta estar pendiente de todos los detalles”
—Cada uno tendrá su rincón favorito. ¿Cuáles son?
José Víctor.—Para mí es toda la casa. Me gusta estar pendiente de todos los detalles.
José Luis.—El jardín es mi pasión. Lo he diseñado desde el primer momento y me ocupo de él personalmente.
—¿Cuál es vuestra flor o planta favorita?
J. V.—El boj.
J. L.—Las rosas y las peonías.
“Para José Víctor, su debilidad es la loza, la cerámica y la porcelana, y para mí, la pintura, aunque en realidad lo compartimos todo por igual”, comenta José Luis
Pasión por la moda y la decoración
—Aunque estamos en una bonita casa de campo, sois amantes de las antigüedades. ¿Cuál es la pieza estrella de ‘Las campanillas de San José’?
—Todas han sido adquiridas con mucho esfuerzo y cariño, nos cuesta elegir. Para José Víctor, su debilidad es la loza, la cerámica y la porcelana, y para mí (José Luis) la pintura, aunque en realidad lo compartimos todo por igual.
—La decoración también es una de vuestras pasiones. ¿Qué otros proyectos habéis llevado a cabo?
—Efectivamente, nuestra pasión es la moda y la decoración. Esta última disciplina la hemos desarrollado en varias ocasiones, destacando la decoración del hotel Puerta de América, donde tuvimos como compañeros de trabajo a Zaha Hadid, Norman Foster, Ron Arad, Jean Nouvel y Arata Isozaki, entre otros.
“Estas paredes guardan miles de historias, anécdotas y personajes y artistas que la han visitado. Como en todas las casas, está impregnada de sensaciones y momentos maravillosos vividos en ella”
—Además de la casa, la parcela cuenta con una gran extensión de terreno. ¿Os gusta pasear por el campo?
—No solo nos gusta, sino que lo vemos necesario para controlarlo todo.
—¿Qué preferís: el amanecer o el atardecer de la serranía sevillana?
—Ambos momentos son especiales, pero el crepúsculo es ensoñador por sus luces.
—Esta casa está pensada para desconectar y disfrutarla con familia y amigos. ¿Cómo disfrutáis aquí los días de descanso?
—Con la paz y tranquilidad que se respira aquí leyendo, disfrutando de la compañía de nuestros perros, haciendo jardinería y buscando motivaciones para nuestros diseños y perfumes, ya que la naturaleza es la más sabia maestra.
Recibir impecable
—¿Cómo os gusta recibir a vuestros invitados?
—Impecablemente, cada momento con su manera adecuada.
—En este marco tan especial para vosotros, conocemos a vuestros sobrinos. ¿Qué nos podéis contar sobre ellos?
—Que son como nuestros hijos. Mantenemos una relación maravillosa y estrecha con ellos.
“Nuestros sobrinos son como nuestros hijos, mantenemos una relación maravillosa y estrecha con ellos. A los cuatro les gusta el mundo de la moda, pero el tiempo dirá si finalmente alguno se dedica a ello”
—¿Alguno de ellos se dedica al mundo de la moda?
—A los cuatro les gusta el mundo de la moda pero, tanto sus padres como nosotros, siempre hemos pensado que lo mejor es que adquirieran primero su formación académica, cosa que ya han conseguido, y después experiencia laboral en el campo que más les gustase a cada uno. El tiempo dirá si finalmente alguno de ellos se dedica a este mundo.
—¿Cómo los describiríais?
—Son adorables y, sobre todo, muy buenas personas, que es lo más importante que se debe ser en la vida.