10 productos que tienes en casa y que te ayudan a cuidar tus plantas de interior

Si eres un apasionado de las plantas seguro que, con el tiempo, también tratas de descubrir nuevos trucos para mantenerlas sanas y frondosas. Y es que hay muchos productos y cosas que tenemos en casa que pueden ayudarte en el cuidado de tu green corner, evitando que tengas que comprar fertilizantes o insecticidas industriales. Estos son algunos de los más comunes y cómo se usan. 

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Cáscaras de huevo

Si haces unos huevos fritos o cocidos o un rebozado, no tires la cáscara del huevo. Con ella puedes hacer un fertilizante rico en calcio, uno de los minerales que más necesitan las plantas para un correcto desarrollo. Para emplearlo solo tendrás que triturar o machacar la cáscara de huevo y ponerla encima del sustrato. Poco a poco el calcio se irá liberando y la planta lo irá absorbiendo. También es un ingrediente perfecto para favorecer la floración de los rosales. Incluso puedes usar la cáscara de huevo bien picada como sustituto de la gravilla para facilitar el drenaje, al mismo tiempo que actuará como abono natural.

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Agua de cocer verduras

Las verduras cuentan con muchas vitaminas y sales minerales. Una manera de aprovechar estos nutrientes es regando las plantas con el agua sobrante de cocer. Ahora, debes tener en cuenta varias cosas. Por un lado, no debe tener sal, ya que podría interferir en el crecimiento y desarrollo de la planta, y por el otro, evita también que el agua esté caliente al echarla. También sirve el agua de cocer los huevos.  

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Clavos oxidados

Si ves que tus plantas tienen falta de hierro, unos viejos clavos oxidados pueden ser una de las soluciones más baratas. Solo tienes que meter nueve o diez clavos oxidados en la maceta, rodeando la planta, para que esta vaya absorbiendo el hierro que les falta. Ahora, evita ponerlos en jardines o huertos, donde puedan ser peligrosos. Es mejor aplicar este truco en macetas o contenedores. Vale también cualquier pieza de hierro que esté oxidada. 

Pero hay más soluciones que son menos peligrosas que meter clavos en la tierra y es que puedes hacer una “infusión” de clavos. Solo tienes que meter los clavos en agua durante 5 o 6 días y luego usar esta para regar. 

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Bicarbonato 

Además de para limpiar o lavar la ropa, el bicarbonato puede ayudarte también a cuidar tus plantas. Y es que puedes hacer un fungicida casero que mantenga los hongos a raya gracias a la acidez que tiene este conocidísimo producto. Solo necesitas mezclar una cucharada de bicarbonato y otra de jabón neutro con un litro de agua. Mezcla los ingredientes en una botella con spray y rocía la mezcla en el sustrato para que poco a poco la planta vaya absorbiendo la mezcla y acabe con la plaga de hongos.  

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Tela de arpillera

Si te vas unos días de casa y no tienes quien te riegue las plantas, atento a este truco. Llena el fregadero de agua y, en el escurridor, coloca una tela de arpillera con una de las puntas metidas en el agua. Después, pon tus plantas de interior sobre la tela de arpillera. Esta irá absorbiendo el agua poco a poco, dándosela a tus plantas que la absorberán por los agujeros de drenaje de la maceta. Fácil, ¿verdad?

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Café para las plantas

Los posos de café es otro productos que puedes usar para cuidar tus plantas, aunque debes hacerlo con precaución. El café en las plantas es beneficioso para que crezcan de manera fuerte, así como para evitar el ataque de algunas plagas, así como el desarrollo de malas hierbas. Además, el café mejora la calidad de la tierra y aporta una mayor esponjosidad. Ahora, evita emplear el café normal, ya que es muy ácido. Lo más adecuado es usar los posos. 

Para utilizarlo como fertilizante para las plantas, mezcla los posos del café con la tierra, aunque antes tendrás que esperar a que se sequen. 

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Leche

La leche puede ser empleada como fungicida y como fertilizante natural. En el primer caso, tendrás que mezclar una parte de leche con 10 de agua y pulverizar la mezcla cada dos semanas de forma preventiva. Si tus plantas ya han sido infectadas, aumenta la cantidad de leche y rocía las plantas tres días seguidos. Si la leche está caducada, también la puedes usar como fertilizante. Mezcla una parte por 4 o 5 de agua y viértela como si fuera agua de riego. Hazlo cada 10 semanas cuando hace calor. 

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Mondas de las patatas

Cuando hagas unas patatas fritas, guarda las mondas para hacer un fertilizante casero, ya que son una fuente de potasio y fósforo que puede convertirse en fertilizante para mejorar la floración y crecimiento de las plantas. Para hacerlo, hierve las pieles de cinco patatas de tamaño medio en medio litro de agua baja en cal. Después cuela la mezcla y deja que enfríe. Podrás aplicarla en tus plantas para mejorar y potenciar su floración. Por ejemplo, es perfecta para los geranios. 

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La piel seca de las cebollas

También rica en potasio, magnesio, hierro y cobre, las pieles secas de las cebollas ayudarán a mantener el entorno de las raíces limpio y sano. Las pieles secas de las cebollas son muy útiles como antifúngicos y antibacterianos, especialmente cuando el agua tiene mucha humedad. Para hacer este fertilizante, pon las pieles secas en una botella con agua tapada y a oscuras. Al día siguiente, cuélala y échala sobre tus plantas. 

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La piel del plátano

Si quieres un fertilizante que ayude a la floración y el crecimiento, no tires las piel de los plátanos. Puedes usarlas con tus plantas. Y es que estas cáscaras son ricas en potasio, fósforo, magnesio y hierro. Para hacer el conocido “té de plátano” hierve las pieles de cinco plátanos cortadas en trozos en un litro y medio de agua y cuela la mezcla. Aplica la mezcla cada semana en una proporción de una parte por cada cinco de agua. Ahora, en época de floración puedes usar esta mezcla para regar la planta una vez cada quince días.

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