Es increíble como, muchas veces, el recurso más sencillo puede ser todo un activo en la decoración. Es el caso de los estantes abiertos. Estas simples baldas son perfectas no solo para decorar las paredes, sino también para lograr más espacio para almacenar. Además, lo mejor es que pueden colocarse en prácticamente todas las estancias. Te damos 10 ejemplos de cómo decorar tu casa con estantes abiertos. ¡Manos a la obra!
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Un recurso ligero para colocar en retranqueos
Esas paredes que crean un hueco en tu casa son perfectas para colocar un mueble que te regale almacenaje. Pero si no quieres que sature el espacio, decántate por unos estantes abiertos de madera. Con ellos, no solo conseguirás subir la temperatura y dotar de mayor calidez al espacio, sino que también llenarán un espacio originalmente vacío con un toque de estilo y elegancia. Es habitual colocarlos a ambos lados de una chimenea o de un módulo donde va la televisión.
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Más horizontalidad
Otra de las ventajas de los estantes abiertos es que potencian la sensación de que la habitación es más ancha de lo que en realidad es. Por ejemplo, en un salón de planta rectangular, como este, colocarlos en la pared del fondo ayudará a que el espacio se vea algo más ancho y amplio. Y no tienen que ocupar toda la pared. Aquí se ha combinado con una chimenea y un mueble bajo, creando un composición equilibrada y homogénea.
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Combínalo con un mueble bajo
Una manera de convertir unos sencillos estantes abiertos en una especie de mueble es combinar varios con un mueble bajo que luzca el mismo acabado. Encajado en un retranqueo de la pared, el efecto será mucho más contundente, pero es una recurso que también quedará bien en una pared grande del salón o en el dormitorio.
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Más personalidad en el comedor
Otra pared en la que puedes poner unos estantes es en la del comedor. Y, en este caso, mejor que vayan de lado a lado. Así no solo conseguirás que el comedor parezca muchísimo más grande, sino que también darás a las paredes un estilo y decoración únicos. Para que sea decorativo y equilibrado, nuestra recomendación es que no satures con cosas los estantes abiertos. Elige con mimo qué vas a colocar: algún libro, unas fotografías, un jarrón, una planta… Pero dejando siempre que los objetos respiren.
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Un recurso para dar ligereza a la cocina
Los estantes abiertos se han convertido en parte fundamental del diseño de cocinas. Son la mejor opción para liberar si no quieres saturar el espacio con muebles altos, pero tampoco quieres renunciar a todo el almacenaje. Son una buena idea para lucir esas bonitas fuentes que re regalaron y dar un punto de color a la cocina o colocar alguna lámpara. Ahora, también tienen desventajas. Y es que, si eres muy cocinillas, al final terminarán llenándose de grasa y polvo, por eso la mejor opción es colocarlos tan lejos como sea posible de la zona de fuegos. Permanecerán limpios durante más tiempo.
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Resalta su presencia
Una manera de destacar la presencia de unos estantes abiertos es mediante la iluminación. Las tiras led serán tus perfectas aliadas para lograr que esa zona en la que has colocado el estante abierto resalte sobre el resto de la decoración de la cocina, haciendo que la luz rebote en la balda y bañando la pared con su cálida luz. Se trata de un recurso perfecto para aligerar una zona cercana a la ventana o donde va colocado el office, de manera que el espacio no quede saturado.
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Una zona de estudio con carácter, pero ligera
Los estantes abiertos son una buena alternativa también para colocar en una zona de trabajo o estudio. Si añades unos estantes que ocupen solo la mitad de la pared, el espacio no se verá saturado ni demasiado lleno. Úsalos para dejar algún libro que consultes con frecuencia, una original lámpara que cree una cálida atmósfera o unas plantas que den alegría a esta zona de tu casa.
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Más carácter en las paredes
Hay estantes abiertos con bastante fondo, en los que podrás colocar todo tipo de objetos, desde libros a fotografías o cualquier otro tipo de adorno. Pero, los que tienen fondo reducido son ideales para crear un composición de cuadros o fotografías a tu gusto. Al evitar hacer agujeros en la pared, podrás cambiar su imagen tantas veces como quieras. En esquina, como en esta propuesta dará a la habitación un look equilibrado y muy decorativo.
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En la pared del cabecero
Hay muchos otros lugares del dormitorio en los que quedará genial un estante abierto. Una de nuestras opciones favoritas es emplearlos para decorar la pared del cabecero. Sustituye el cuadro que siempre ha decorado esa pared con un estante del mismo acabado que el cabecero o uno que se camufle con la pared y después coloca encima unas plantas y algún cuadro. Puedes añadir también algún adorno o cajita con tu bisutería. Si mantienes una misma gama cromática y la combinas con la de la ropa de cama, el efecto será muy envolvente.
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Unos estantes abiertos son perfectos en el baño
Hay paredes del baño a las que no solemos sacar partido. Las más comunes son las del inodoro. Pues son precisamente estas superficies las que invitan a colocar unos estantes abiertos que sirvan para dejar los productos de higiene personal que utilicéis con mayor frecuencia. Colócalos en cestas o bandejas para que el efecto sea más decorativo y no se convierta en un mogollón de cosas.
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