Volver, reincorporarse, trabajar… ¿Qué mejor que hacerlo en un entorno agradable que saque lo mejor de nosotros en cuanto a rendimiento y actitud? El espacio de trabajo en casa debe cumplir con unos requisitos que la arquitecta e interiorista María Lozano, de TheDreamLab, nos desgrana en este artículo.
Esta es su presentación: María Lozano
María Lozano es madrileña de nacimiento. Estudió arquitectura en la ETSAG de Madrid y después se mudó a Nueva York para recibir su Máster en Diseño Arquitectónico Avanzado en GSAPP de la Universidad de Columbia. Durante los últimos 10 años, María ha trabajado en Diseño de Interiores y branding. Durante más de 3 años trabajó en una oficina de diseño de experiencias con sede en la ciudad de Nueva York, así como también durante más de 3 años en la oficina de diseño de interiores A+I en Manhattan. Desde 2016 dirige como fundadora y directora creativa TheDreamLab o D’Lab (www.the-dream-lab.com), una incubadora de ideas que desdibuja las líneas entre arte, arquitectura, interiorismo y diseño de marca.
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¿Qué es imprescindible en una zona de trabajo en cuanto al ambiente (paredes, luz, sonido, suelo…)?
"Cuando diseñamos espacios de trabajo existen herramientas que pueden ayudarnos a crear un ambiente óptimo para el trabajo. La forma en la que diseñamos el espacio puede aumentar la productividad y el confort, condicionar nuestro estado de ánimo, e incluso disminuir la sensación de cansancio", recuerda la interiorista María Lozano. Como imprescindibles, nos detalla que no pueden faltar una climatización adecuada y una iluminación regulable, que ayude a crear distintos ambientes. En cuanto a la estética, "debemos centrarnos en crear ambientes cálidos, serenos y con pocas distracciones, que reflejen la personalidad del usuario", añade. Este es un rincón de trabajo diseñado por ella, con madera, diseño, combinación de texturas y notas de color.
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¿Qué piezas o muebles son imprescindibles para montar una zona de trabajo?
El mobiliario necesario básico puede consistir tan solo en una superficie de trabajo y una silla. "La primera puede tratarse de cualquier superficie que permita colocar el ordenador o herramienta de trabajo: una barra de cocina, una consola en el salón, un escritorio convencional o una mesa hecha a medida. La silla tan solo ha de ser cómoda y siempre que sea posible ergonómica, el resto son extras que van al gusto del consumidor", nos adelanta la fundadora de TheDreamLab. Si bien, hay otras muchas piezas más prescindibles, pero que ayudan a crear una experiencia de trabajo más confortable, como lámparas de mesa, estanterías, cajoneras, papeleras, otomanes… "En el estudio nos gusta complementar las zonas de escritorio con alguna pieza más lounge en la que sentarse en busca de inspiración, a desconectar, o a leer de una forma más informal", matiza. Este despacho es un diseño de CLB Architects, a medida, con mesa, estantes y armarios para guardar.
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¿Qué diferencias hay y qué valorar, por tanto, entre una zona de trabajo pequeña en un espacio de paso, por ejemplo, y una amplia organizada en una habitación?
"Las zonas de trabajo en espacios de paso son muy prácticas, ya que nos permiten aprovechar al máximo un pequeño rincón que de otra forma estaría desaprovechado. El mayor inconveniente que presentan son las distracciones, pero por suerte existen fórmulas para evitarlas", explica María Lozano. Por el contrario, una amplia zona de trabajo en una habitación tiene la ventaja de contar con menos restricciones y más flexibilidad. "Si tienes el espacio suficiente, prueba por seguir algunas reglas del Feng Shui como colocar el escritorio en el centro de la habitación para tomar una posición de control, asegurándote de ver la puerta desde la mesa sin alinear ambas. Siéntate de espaldas a una pared", nos explica. En la imagen un diseño de zona de escritorio de la firma Mobalpa.
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¿Cómo evitar las distracciones si la zona de trabajo se ubica en una zona de paso?
La propia arquitecta ha querido ayudarnos a incorporar algunos detalles en el diseño de una zona de trabajo mini, ubicada en una zona de paso. De esta manera, se logra crear un espacio más privado dentro de su situación.
- Coloca el escritorio mirando hacia una pared, para evitar que te centres en la gente pasando a tu lado.
- Dota el área de su propia identidad demarcando la zona mediante un material o color. Te hará percibir ese pequeño espacio como una estancia delimitada independiente con un uso específico, lo que ayudará también a focalizar tu atención.
- Mantén el espacio limpio y con los mínimos elementos posibles, te ahorrará distracciones innecesarias.
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¿Cuáles son para ti las mejores ubicaciones para la zona de trabajo en una casa?
"Sea cual sea su ubicación, es imprescindible diferenciar la zona de trabajo del resto de las funciones de la casa. Idealmente, la localizaremos en una estancia o zona completamente separada del resto de la vivienda, pero hay veces que esto no es posible por problemas de espacio o metros cuadrados. En este caso, cuando una misma estancia cumpla múltiples funciones, recomendamos tener un sistema que permita ocultar la zona de trabajo mediante unos paneles correderos, o incluso una cortina. Esto nos permite que cuando no estemos trabajando, la zona no sea visible y podamos desconectar al 100% sin elementos que nos recuerden constantemente al trabajo", detalla la arquitecta e interiorista de TheDreamLab. Este despacho se encuentra delimitado por paredes de cristal, que lo conectan con el salón y dejan que la luz natural alcance el espacio. Es un diseño de Alexandra Studio.
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Las medidas que debes conocer para diseñar un espacio de trabajo
La ergonomía es fundamental cuando hablamos de despachos. Un espacio de trabajo debe ser lo suficientemente amplio para que la silla quepa con holgura y permita el suficiente espacio de circulación. Para el escritorio, la recomendación de TheDreamLab, es un ancho mínimo de 120 cm y un fondo mínimo de 60 cm para uso doméstico cuando no se disponga de más espacio, pero lo ideal sería contar con unos 80 o 90 cm de fondo.
La altura de la mesa debe oscilar entre unos 70 - 75 cm. "Actualmente están muy de moda los escritorios elevables que facilitan el trabajar de pie. Lo idóneo sería combinar ambas alturas según el tipo de trabajo a realizar: el más focalizado sentado, y las llamadas y presentaciones de pie. Recuerda que la pantalla debe estar siempre a la altura de ojos", detalla María Lozano.
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La importancia de la serenidad y la personalidad
"Elige una zona tranquila, aislada, separada del resto de las actividades de la casa, donde puedas concentrarte, recibir llamadas y centrar tu atención en lo importante: el trabajo. Tu productividad se multiplicará exponencialmente", comenta María Lozano. Hay que crear un espacio inspirador, bonito y agradable, que siempre ayuda a sentirte a gusto. "Lo puedes hacer mediante un papel pintado, un toque de color, o una pieza divertida. Elijas lo que elijas, busca ese toque personal que te motive a disfrutar del espacio y a pasar tiempo en él", añade. Este rincón cuenta con piezas de Fantin.
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Especial importancia de la luz
"Opta por espacios iluminados naturalmente. La iluminación natural es fundamental en un espacio de trabajo. Todos sabemos los beneficios que esta aporta tanto a nuestra salud física como a nuestro estado de ánimo. Existen estudios que incluso aseguran que la iluminación natural ayuda a la concentración y al rendimiento. Los grandes ventanales son maravillosos, pero recuerda que mucha luz puede también jugar en tu contra. Regula el exceso con tratamientos semi opacos que filtren la luz adecuadamente.
Y, por supuesto, cuida también la iluminación artificial. Por mucho que nos guste la luz natural, es inevitable el uso de la iluminación artificial durante ciertas horas del día. Para los diestros, coloca un foco en la parte izquierda del escritorio orientado hacia la derecha, para evitar hacerte sombra al escribir, y para los zurdos, al contrario. Evita focos justo encima de la mesa por la misma razón, crean sombras innecesarias. Para videollamadas, piensa también en una iluminación frontal que elimine las sombras fuertes en la cara", pormenoriza la arquitecta e interiorista. Despacho proyectado por Jacobs Yaniv Architects.
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Un repaso por los puntos esenciales a sumar en el diseño del despacho
Una vez que hemos desgranado todos los detalles importantes en la creación de una zona de trabajo, María Lozano pone el foco en detalles que son un plus y nos da los motivos:
- Elige colores suaves y calmados. Aunque solemos recurrir a colores neutros como los blancos, grises o beiges, es importante recordar que el color estimula y que es una herramienta potente para crear sensaciones. El azul evoca paz y estabilidad, el verde favorece la concentración y equilibra, y el marrón da seguridad y tranquilidad, entre otros. Utilízalos en sus tonalidades más claras y suaves para no sobrecargar el espacio.
- Piensa en la posición del escritorio respecto al resto de la estancia. Aunque cada uno tiene sus preferencias, hay gente que prefiere mirar contra la pared o gente que prefiere mirar por la ventana, lo cierto es que hay normas que no debes saltarte. No coloques nunca el escritorio enfrentado a una ventana, ya que la luz frontal te deslumbrará y no verás correctamente la pantalla del ordenador.
- Despeja el espacio de todo lo innecesario. El ruido visual solo añade caos a tu cerebro. Elimina todo aquello que no sea imprescindible no solo en el escritorio, sino también en todas las superficies: estanterías, suelo, etc. Tu paz mental te lo agradecerá. Aquí sí que menos, es más.
- Ordena y organiza todo aquello que necesites tener a mano para tu trabajo. Si trabajas con ordenador, intenta que los cables no estén por medio. Existen sistemas que los ocultan y créenos, ¡marcan la diferencia!
- Si, por el contrario, tu labor es más manual, mantén tu material extremadamente organizado y categorizado. Te ayudará a sistematizar tu trabajo y a ser más efectivo.
- La comodidad es tu máxima. Crear un espacio de confort es fundamental si vas a pasar horas en él. Asegúrate de encontrar una silla ergonómica cómoda que se adapte a tu cuerpo, y que sea además regulable en altura para que se adapte a la superficie de trabajo. Los reposabrazos y las ruedas no son obligatorias, pero sí un plus.
- No olvides estimular los cinco sentidos. Hemos hablado del sentido de la vista mediante la iluminación, los bonitos acabados y las piezas divertidas, pero no debemos obviar el resto de los sentidos. Para potenciar el tacto, mezcla diferentes acabados en las superficies que tengas próximas a tu puesto de trabajo, como maderas naturales en la mesa o en la estantería, y tapizados acogedores en la silla, que ayudarán a mantenerte estimulado. Para impulsar tu olfato, enciende una vela con tu aroma favorito u opta por una planta purificadora de aire para respirar un aire más depurado. Para estimular tu oído, ponte música que mimetice el modo de trabajo en el que te encuentres. Y, por último, no descuides el sentido del gusto. Nuestro truco favorito es tener siempre cerca una jarra de agua con frutas que te mantenga hidratado durante toda tu jornada de trabajo.
- Diseña un buen fondo de pantalla IRL para tus videollamadas. A menudo solemos centrarnos en los que vemos nosotros y muchas veces olvidamos lo que ven el resto. En el mundo digital hiperconectado en el que vivimos, las videollamadas están a la orden del día y nunca está de más pensar en que ven tus compañeros o clientes como fondo en tu vídeo, sin caer en el cliché del fondo digital. Una buena pieza de arte, una planta grande o una estantería con estilismo, serán tus mejores aliados para evitar los espantosos fondos virtuales.
- Personaliza tu espacio. ¿Recuerdas los cubículos laberínticos de oficinas en las películas americanas donde cada uno customizaba su módulo? Hazles un guiño y pon esa foto de un ser querido, un recuerdo de aquel viaje o un objeto que te inspire. Te hará soñar y luchar por aquello que te importa. Porque, ¿para qué trabajamos si no es para soñar?
Este espacio de trabajo donde la luz es protagonista, los materiales nobles, la vegetación… es un diseño de TheDreamLab.
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