Fue amor a primera vista. A Paolo Moschino y Philip Vergeylen solo les bastó ver la casa por fuera y su estupenda localización, a una hora en tren de Londres, para querer comprarla sin ni si quiera haberla visto por dentro. Mitad Tudor mitad siglo XIX, con su granero adjunto, era el refugio perfecto para los fines de semana. Y sabían que podían cambiar todo el interior.
La confianza de Paolo y Philip se basa en años de experiencia como decoradores de interiores de primerísima categoría. Entre sus exigentes clientes se encuentran estrellas del rock y grandes personalidades, amigos de Valentino o de la fallecida Amy Winehouse. Comenzaron por quitar el techo del vestíbulo, que era solo el primer paso, abrir la escalera... Una cosa llevó a la otra y acabaron remodelando casi toda la casa: eliminando paredes y agrandando la extensión trasera, además de transformar el granero en una preciosa casa de invitados, compuesta por dos habitaciones, un salón, un cuarto de baño y una cocina. La casa principal tiene 450 metros y seis habitaciones.
La casa, de 450 metros cuadrados, data de la época Tudor, siglo XV, y originalmente fue construida como una granja
Un italiano y un belga en Londres
Paolo, que es familia del famoso y añorado diseñador Franco Moschino , estudió Ciencias Políticas, en Florencia. Posteriormente se instaló en Londres y, en 1995, tras adquirir la firma de diseño de interiores Nicholas Haslam Ltd., fundó su propio estudio. Philip, por su parte, nació en Bélgica y estudió Gestión Comercial en Bruselas; su último puesto de trabajo en el mundo financiero fue como alto ejecutivo de American Express. Sin embargo, cuando conoció a Paolo, dio un cambio radical a su carrera y se asoció con él para dirigir el estudio de diseño de interiores y dedicarse a la venta de muebles, accesorios de decoración y telas y al diseño de interiores, realizando espectaculares proyectos decorativos por todo el mundo.
Philip, que trabajaba en el mundo de las finanzas, en Bruselas, dio un giro radical a su carrera cuando conoció a Paolo, en Londres, y se unió al italiano en el estudio de interiorismo que este fundó en 1995
‘Hollywick Farm’ es un ejemplo destacado del talento de Paolo Moschino y Philip Vergeylen en el diseño de interiores. Su enfoque meticuloso y su habilidad para combinar elementos clásicos con toques contemporáneos han dado lugar a un espacio único y sofisticado, que nada tiene que ver con los cottages tradicionales. Utilizando materiales naturales y respetando la arquitectura original, han logrado restaurar esta casa de campo sin que pierda su esencia. Como muestra, conservaron las vigas de madera originales y las integraron en el diseño, consiguiendo un ambiente relajado. Emplearon muebles antiguos restaurados y los combinaron con piezas de diseño contemporáneo, creando un contraste visualmente sofisticado y atemporal. El mimo en los detalles es una de las características más destacadas de la casa: cada elemento decorativo de ‘Hollywick Farm’ fue cuidadosamente seleccionado para lograr la máxima armonía visual.
Junto a nuestros anfitriones, nos acompañan Lady Louise Burrell y su hija, Teale, hija y nieta de los duques de Argyll. Louise es una figura muy destacada en la alta sociedad británica y pertenece a una de las familias más importantes de Escocia, donde se crió en el castillo de Inveraray. Conocida por su elegancia, Lady Louise es patrona, como su madre, Iona Campbell, la duquesa de Argyll, de la Royal Caledonian Ball, y a través de su posición ha utilizado su influencia para promover causas benéficas. Su hija, Teale, de 18 años, ha heredado la belleza y distinción de su madre y de su abuela y se prepara con ilusión para empezar sus estudios de Dirección de Hostelería, en Suiza.
Paolo tiene un particular mantra: “La arquitectura requiere mucho esfuerzo, debe ser perfecta y lucir perfecta; el diseño de interiores requiere la misma cantidad de esfuerzo, debe ser perfecto, pero nunca lucir perfecto”. Muy aficionado a la jardinería, pasa horas en su invernadero y, durante nuestra conversación con él y con Philip, nos confiesa que este es uno de sus espacios favoritos de la casa.
—Estamos en una casa muy especial para vosotros, ¿podríais contarnos algo sobre su historia?
—La parte original de la casa data de la época Tudor, de 1485, y posteriormente se amplió. Originalmente fue construida como una granja y contaba con establos para vacas y caballos. Compramos la propiedad hace unos quince años y realizamos una restauración completa de la parte catalogada y una ampliación en la parte trasera para crear una cocina y un comedor más grandes.
Muy cerca de la ciudad
—¿Cuándo soléis venir?
—Normalmente venimos desde el viernes por la noche hasta el lunes por la mañana, a menos que estemos viajando por trabajo o por placer. Nunca pasamos los fines de semana en Londres.
—¿Recibís a muchos invitados?
—A menudo tenemos amigos que vienen los sábados y se quedan a pasar la noche y el domingo para almorzar, ya que estamos muy cerca de la ciudad, a solo una hora de distancia.
La habilidad del tándem creativo para combinar elementos clásicos con toques contemporáneos ha dado lugar a un espacio único y sofisticado que nada tiene que ver con los cottages tradicionales
—¿Compartiríais alguna anécdota relacionada con esta casa?
—Cuando fuimos a ver la propiedad, el agente llegó un poco tarde y ya podíamos ver la casa desde la puerta y los campos de detrás. Para cuando llegó, ya habíamos decidido comprarla, y él dijo: “¿Pero no quieren ver el interior primero?”. Sabíamos que cambiaríamos el interior a nuestro gusto, pero nos encantaba la ubicación y el exterior de la propiedad.
—¿Cuáles son vuestros aspectos favoritos de la casa?
—Nos encanta el concepto abierto en la planta baja de la casa y utilizamos y disfrutamos cada rincón.
—Tenéis tres showrooms en los mejores barrios de Londres, ¿qué podemos encontrar en ellos?
—Exacto, están en el centro de Londres. Holbein Place es nuestra oficina principal y sala de exposición de telas. La tienda de Pimlico Road está llena de todo lo que necesitas para decorar tu casa y, además, tenemos los famosos zapatos belgas y las joyas de Lulu de la Falaise. Chelsea Harbour Design Centre es nuestro showroom comercial, donde exhibimos nuestra colección de iluminación, telas, muebles y accesorios, junto con una selección de antigüedades decorativas.
—Figuráis entre los mejores interioristas del mundo y trabajáis en proyectos en los cinco continentes. ¿Cómo ha sido vuestra trayectoria?
—Somos adictos al trabajo y nunca paramos. Nuestro trabajo es nuestra vida.
—¿Cómo ha evolucionado vuestro estilo a lo largo del tiempo?
—Llamamos a nuestro estilo clásico con un toque; el estilo clásico nunca pasa de moda y no seguimos las tendencias.
—Paolo, vienes de un país con una gran riqueza arquitectónica, ¿ha influido Italia en tu estilo de decoración?
—En verdad, Italia es como un catálogo al aire libre de arquitectura e inspiración, está en todas partes.
“Ser la nieta de la duquesa viuda de Argyll para mí es algo normal. Su título no la define, ni a mí tampoco”, nos dice Teale
—¿Viajáis mucho por placer?
—Nos encanta viajar y puedo decir que hay muy pocos lugares a los que no hemos ido, pero siempre estamos buscando nuevos destinos que nos inspiren.
—¿Qué podéis avanzarnos sobre vuestros próximos proyectos?
—Tenemos muchos proyectos en todo el mundo, desde República Dominicana hasta la isla de Mustique y por toda Italia, incluyendo dos hoteles importantes en Milán y un hotel boutique en Portofino.
—¿Y qué proyecto os gustaría acometer?
—Nos gustaría emprender más proyectos de hoteles boutique de lujo.
Habla Teale Burrell
—¿Qué significa para ti ser la nieta de la duquesa de Argyll?
—Ser la nieta de la duquesa viuda de Argyll para mí es algo normal. Su título no la define, ni a mí tampoco. Ella es una maravillosa abuela, que disfruta tanto de largos paseos y pícnics junto al río en Escocia como de vestirse elegantemente para una fiesta. Ella me mantiene con los pies en la tierra y es la voz de la razón cuando necesito que me guíen en la dirección correcta.
“Nuestro estilo es clásico con un toque; el estilo clásico nunca pasa de moda y no seguimos las tendencias”, admite Paolo Moschino, primo del recordado diseñador Franco Moschino
—¿Te gusta la moda ? ¿Crees que has heredado la elegancia innata de tu abuela?
—Me gusta la moda, pero no me obsesiono con las tendencias; me gusta ir cómoda y vestir ropa que me pueda permitir. Aún tengo que descubrir si hay algo de la elegancia natural de mi abuela dentro de mí. Hay veces que creo que sí y otras, para mí, su elegancia es algo inalcanzable. Mi estrategia es “observar y aprender” de mi maravillosa abuela.
—¿A qué te gustaría dedicarte profesionalmente?
—Me gustaría trabajar en el sector hospitality del mundo del turismo. Me encanta el hecho de que la rutina pueda ser interrumpida repentinamente por lo inesperado, así como trabajar con personas y los diferentes desafíos que puedan presentarse, asegurando que cada día sea diferente al anterior.
—¿Cuáles son tus aficiones?
—Me gusta montar a caballo, esquiar y los deportes de equipo, como el lacrosse. Me encanta disfrutar de la naturaleza, para mí es belleza y energía positiva.
—Tenéis una propiedad muy cerca de aquí, ¿soléis venir mucho?
—Sí, nuestra propiedad está muy cerca de aquí, somos vecinos de Paolo y Philip. Es de mis abuelos paternos y sí, venimos con frecuencia, allí tengo mi caballo. También hay bastante maquinaria agrícola, no hay nada como estar al mando de un gran tractor (risas). Venir a la casa de mis abuelos es muy relajante para mí, ya que suelo llegar con falta de sueño por la escuela. Así que, la mayoría de las veces, cuando vengo al campo en época escolar, es para ponerme al día con el sueño. Durante el verano pasamos mucho tiempo montando a caballo o caminando por el bosque juntos.
—¿Te consideras una persona muy familiar?
—Sí, muy familiar. Mi familia significa todo para mí. Tengo la suerte de tener un hermano muy divertido al que adoro, aunque en algunas ocasiones tengamos nuestras peleíllas. También paso mucho tiempo con mi madre, con la que tengo una relación muy cercana, hacemos muchas fiestas juntas, algunas veces bailamos en la cocina después de la cena y solo somos ella y yo.
“Es muy divertido tener a Paolo y Philip de vecinos. Les pido muchos consejos, ellos han decorado mi cuarto”, asegura Teale Burrell
—¡Qué suerte tener a Philip y Paolo de vecinos! ¿Les pedís que os asesoren en temas de decoración?
—Es muy divertido tenerlos de vecinos. Cuando era pequeña, recuerdo que venía del colegio y hacían de guardianes, me compraban muchísimos dulces y me ayudaban a esconderlos en una caja porque en el internado estaban prohibidos. La verdad es que sí les pido muchos consejos, ellos han decorado mi cuarto.