El calor en el planeta a causa del cambio climático genera una necesidad imperante, escoger plantas que exijan poco riego, para así lograr una jardín sostenible que no desperdicie un bien tan necesario como es el agua. En el caso de los arbustos, hay muchas especies entre las que elegir teniendo en cuenta precisamente que tengan pocas necesidades hídricas.
Cuidar de este recurso natural y tener unos arbustos de exterior muy decorativos será fácil si apuestas por alguna de las variedades de la selección. Además, las plantas xerófitas (que se han adaptado ante la escasez de agua) por lo general son fáciles de cuidar, estas no son la excepción.
En la propuesta, un jardín de estilo naturalizado (con un toque informal y, en apariencia, poco estructurado), diseño de paisajismo de Ábaton.
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Funciones de las plantas arbustivas en el jardín
Un arbusto es una planta de tamaño relativamente pequeño que suele ocupar los niveles medios del jardín, por lo que se usa a menudo a modo de seto (como en este proyecto de Archidom con piscina desbordante y, frente a ella, gramíneas de aspecto etéreo) o pantalla cortavientos, que, de paso, ofrece intimidad y un mayor confort acústico al bloquear el ruido.
Las plantas arbustivas se caracterizan por tener múltiples tallos leñosos que se ramifican desde la base y pueden alcanzar grandes alturas, pero, a diferencia de los árboles, no tienen un solo tronco central. Los hay incluso rastreros, que cubren jardines de rocallas, por ejemplo. Por otra parte, la mayoría de las especies tienen un ciclo de vida perenne, lo que ayuda a configurar jardines más ecológicos al no tener que estar sustituyendo plantas con bastante frecuencia. Además, al presentar un aspecto denso es habitual encontrar los arbustos formando borduras o separando zonas.
En el diseño del jardín no descartes tampoco emplear arbustos llamativos con flores vistosas o follaje inusual como puntos focales que atraigan todas las miradas. En este reportaje encontrarás posibilidades para todo tipo de usos.
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1. Lentisco
El lentisco (Pistacia lentiscus) es un arbusto típicamente mediterráneo, rústico, resistente al calor, pero no así a las fuertes heladas, por ello es usado en jardines con clima costero pero no en los montañosos. Esta planta siempreverde es perfecta para jardines xerófitos, dadas sus pocas necesidades de riego.
El lentisco es un arbusto todoterreno que requiere riegos escasos y es una especie nativa ideal para potenciar el desarrollo de la biodiversidad y facilitar un mantenimiento sostenible, que brillará con sus hojas pequeñas y sus hermosos frutos rojos.
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2. Boronia
La boronia (Boronia crenulata) llega de las antípodas y es un arbusto de flor australiano que se ha adaptado bien en los climas ibéricos. Es una planta de facilísimos cuidados y de profusa floración (prácticamente durante todo el año), así que es muy ornamental y se emplea agrupada, en borduras, en rocallas o en contenedores.
De la boronia, con pequeñas flores de cuatro pétalos en un rosa intenso, destaca no solo su alta tolerancia a la sequía sino también que resiste bien el frío: hasta -6º. Puedes situarla en pleno sol, aunque si el verano es tórrido, es mejor procurarle algo de sombra. Respecto a los riegos, prefiere que sean moderados pero regulares.
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3. Enebro común
El enebro común (Juniperus communis) es un arbusto de pequeño tamaño que suele rondar el metro de altura y que os originario de Europa. Se trata de una conífera muy aromática que posee unos pequeños frutos azules con los que, por ejemplo, se elabora la ginebra.
El enebro presenta hojas en forma de aguja de 10-20 cm de largo y punzantes. Se trata de una planta que soporta el frío sin inmutarse y al que le agrada darse baños de sol, así que no dudes en cultivarlo en una zona luminosa. Como en el resto de los arbustos del reportaje, tolera bien la sequía mientras que, crece con dificultad si se produce un exceso de aporte de agua. Así que no te pases con el riego para no dañar su salud.
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4. Mirto
El mirto (Myrtus communis) es otro arbusto que destaca por tener poca sed, sobre todo va a demandar que el suelo se encuentre bien drenado para que el agua no se encharque. Ama estar ubicado a pleno sol, aunque protegido del viento. Se trata de una planta que puedes plantar en tierra y también en grandes macetones para lucirla en tu terraza.
¿Sabes el significado de su nombre? El mirto es nativo de Europa meridional, así como el norte de África y es tan oloroso que los griegos lo llamaron myrtos, que significa perfume. De hecho, son aromáticas tanto sus hojas como sus flores (blancas y solitarias). Si lo empleas para formar setos, deberás atender más a su poda y producirá un menor número de flores.
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5. Grevillea arbustiva
La grevillea arbustiva (Grevillea juniperina) es una planta que puedes emplear incluso para conformar setos con personalidad. Se trata pues de un arbusto perennifolio y llama la atención porque luce desde enero hasta julio sus atractivas y singulares flores que recuerdan a las arañas, al carecer de pétalos y exhibir unos largos pistilos. Por lo general no crecerá más de entre 150 y 200 cm.
Aparte de soportar el frío, le conviene una exposición a pleno sol ya que de lo contrario no tendrá una floración tan profusa (en colores vistosos: fucsia, rojo, amarillo o naranja). Su origen es Australia
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6. Lila de California
La lila de California (Ceanothus thyrsiflorus) es originaria, como uno ya puede imaginar, del ‘Estado Dorado’ del sur de USA y resulta un arbusto perfecto para decorar el jardín, pues lo alegra con preciosas flores durante la primavera y pueden hacerlo también en otoño.
Decántate por la variedad más usada en jardinería doméstica, el Ceanothus thyrsiflorus ‘Repens’ (como la de la foto), pues tiene porte tapizante y no pasará del metro de altura mientras que otras variedades pueden llegar hasta los seis metros. Sus flores abarcan muchos tonos de azul y también el blanco y lo que resulta más llamativo es que se agrupan en racimos.
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7. Filica
La filica (Phylica ericoides), también conocida como botonera, tiene un porte compacto y ancho parecido al brezo. Este arbusto originario del sur de África cuenta con abundantes hojas y las flores aparecen desde octubre hasta junio, así que su floración es muy prolongada.
Es una planta resistente a la sequía, con pocas demandas hídricas y resistente tanto al frío como a alguna helada esporádica.
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8. Romero
El romero (Rosmarinus officinalis) es, dentro de las plantas aromáticas mediterráneas, la mejor opción si la clasificamos por su resistencia a la sequía y menor necesidad de riego, en comparación con otras hierbas como la lavanda, la salvia o el tomillo.
Las hojas del romero son pequeñas y cubiertas de una capa cerosa que reduce la pérdida de agua a través de la transpiración, de ahí que sea la mejor opción para un jardín sostenible en época de sequía. Además, como el resto de las alternativas, regalará un agradable perfume al rincón donde estén cultivadas las plantas y atraerán a mariposas y otras especies polinizadoras.
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Dos aspectos clave
Por último, queremos señalar que, aunque estos arbustos son resistentes a la sequía, es importante proporcionarles una buena cantidad de riego inicial para ayudarles a establecerse. Después ya podrán prosperar en nuestro clima solicitando menos agua.
Otro aspecto que debes tener en cuenta es que cualquier planta, también en el caso de los arbustos, requerirá más riego si la cultivas en contenedores que si lo haces directamente en la tierra del jardín. El motivo de que la planta en maceta (o jardinera) vaya a pedirte una hidratación más frecuente es que dispone de menos sustrato para acumular la humedad.
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