Tanto si la cultivas en el jardín como dentro de casa, el oxalis es la planta perfecta para poner un toque original en cualquier espacio, gracias a sus peculiares hojas moradas que parecen aletear como las alas de este hermoso insecto. Toma nota de todos los cuidados que necesita.
Una planta ornamental
El oxalis (Oxalis triangularis) es una planta muy especial. A pesar de su rara belleza es una gran desconocida que necesita un clima cálido para crecer sana y feliz. No es demasiado grande. De hecho, no suele superar los 30 cm, por lo que es perfecta para cubrir ciertos espacios en el jardín, y para zonas concretas como los jardines de rocalla.
Se trata de una especie bulbosa a la que le gustan todo tipo de suelos, aunque no le vienen nada bien los encharcamientos, por lo que será necesario que vigiles el riego y que procures que el suelo esté aireado. Puedes añadir fibra de coco y perlita, materiales que mejoran el drenaje del sustrato.
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Hojas singulares y bellas
Si tuviésemos que definir al oxalis explicando únicamente una de sus características hablaríamos, sin duda, de la forma de sus hojas, tan especiales. Todas las variedades de oxalis comparten este rasgo que es su mayor encanto. Son muy llamativas, de forma triangular y moradas, aunque también pueden ser verdes.
Pero donde reside su originalidad es en el movimiento: las hojas se abren y se cierran en función de la cantidad de luz que reciben, dando la sensación de ser livianas mariposas que aletean.
¿Quieres saber una curiosidad? Aunque las hojas del oxalis acaparan toda la atención, se trata de una planta con una floración larga, que puede producirse durante todo el año si la cultivas en el interior y le das las atenciones que precisa.
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La luz, un requisito esencial
Una de las cosas fundamentales que necesita el oxalis para crecer y desarrollarse es la luminosidad, por lo que debes cuidar que reciba la luz suficiente, especialmente si la tienes dentro de casa. Cuando la planta mariposa crece en un entorno oscuro termina por debilitarse. Por eso conviene que la acerques a una ventana. Y si la plantas en el jardín, hazlo en un espacio a pleno sol.
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¿Frío o calor?
Pues ni lo uno, ni lo otro. Al oxalis le perjudican las temperaturas extremas, por lo que será feliz si la mantienes en un entorno cálido y templado, entre 18 y 23º C. De hecho, no tolera las heladas ni las temperaturas por debajo de 5º C.
Si la cultivas en el jardín puedes proteger sus raíces de las heladas invernales con un acolchado o mulching, colocando paja o corteza de pino en la base de la planta. Por este motivo es buena idea plantarla en maceta, ya que así podrás llevarla dentro cuando el invierno se ponga exigente y bajen las temperaturas.
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No te excedas con el riego
¡Atención! Llegamos al punto más escabroso de todos los cuidados que ha de recibir el oxalis para crecer saludable. Ya sabemos que regar las plantas no es tan fácil porque siempre acabamos por ponerles más agua de la que necesitan.
El oxalis necesita un riego moderado, y no tolera los excesos de agua. Por eso tendrás que esforzarte por darle la pauta correcta de riego para que no sufra. Antes de regar, durante la primavera y el verano, has de comprobar que el sustrato está casi seco antes de volver a aportarle agua. En otoño tendrás que ir disminuyendo la frecuencia de riego hasta suspenderlo totalmente en invierno, momento en que la planta entraré en un período de reposo vegetativo.
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Un aporte de materia orgánica
Más que proporcionarle un fertilizante químico, lo que necesita la planta mariposa es una buena dosis de materia orgánica que vaya directamente al suelo para devolverle los nutrientes que ha ido perdiendo, tanto si la cultivas en el suelo del jardín o en maceta. Puedes aportarle, por ejemplo, humus de lombriz durante el otoño.
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¡Ojo con las plagas!
A pesar de que se trata de una planta que no se suele ver comprometida por el ataque de las plagas, ya que presenta una especie de resistencia natural a los insectos, esto no es una verdad absoluta. De hecho, es posible que la ataquen insectos como la araña roja o la cochinilla.
También puede verse afectada por hongos. Si detectas que alguno de estos males está atacando a tu oxalis, utiliza el insecticida más adecuado o un fungicida específico.
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¿Quieres multiplicar tus oxalis?
El oxalis es una planta bulbosa y es significa que es fácil de multiplicar dividiendo el rizoma, es decir, separando el bulbo en varias partes y plantándolas en varias macetas. El momento adecuado para hacer esto es a finales del invierno (o principios de la primavera), antes de que la planta se reactive después del reposo vegetativo. Coloca las macetas con los bulbos en un entorno cálido y húmedo, donde no reciba luz directa.
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Cuidados del Oxalis en maceta
Como ya sabes, el oxalis es una planta muy adecuada para cultivar en maceta, aunque será necesario observar algunos cuidados específicos. Lo más importante es trasplantarla cada dos años aproximadamente a una maceta un poco más grande. Hazlo cuando veas que las raíces asoman por los agujeros de drenaje del tiesto.
Un consejo: cuando estés manipulando la planta para cambiarla de maceta, procura hacerlo con mucho cuidado de forma que no se dañen las raíces.
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